Exterminio

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No podía dejar esto así, le di orden a Enna que no retirara a nadie y envié a Mouque al hospital militar junto con Meg y Gedisa, yo volví a prepararme y sin acatar ordenes de nadie volví a entrar, lo haré con o sin ayuda. Había dejado la mayoría de mis armas para dejar a Mouque en la van, joder. Ya estoy aquí adentro y no tengo más que dos colt 45 y una daga. Así que solo tengo 16 balas y dos cartuchos extras de otras 16 balas más, ¿Cuantos tipos habrá aquí? No tengo idea, pero no puedo perder ni una de las que tengo. Tape mi cara y salí de mi escondite, dispare al torso de uno, cayó, quedan 15, subí las escaleras viendo el barandal habían tres tipos que me apuntaban, le dispare a uno mientras giraba en el suelo al otro lado, me levanté y dispare al otro, falta uno, subi esquivando sus disparo y estando de frente a él disparé en su garganta, resbaló por la baranda cayendo en planta. Quedan 12.

Corrí por el pasillo topandome con uno que salía de la habitación, lo tomé por el cuello y disparé en su sien, lo solté mientras su cuerpo se deslizaba contra la pared, otros más venían, en dirección contraria a la mía, respire hondo y me tiré al suelo disparandoles mientras caía, uno de ellos siguió y empezó a disparar yo giraba en el piso y me levanté en escalada, espero que las prácticas de gimnasia no hayan quedado en el olvido para mi cuerpo, como niña pequeña hice una estrella yendo al tipo, de frente, el hombre disparó pero yo hice un split disparandole en la entrepierna.

-Adiós.

Su grito de dolor retumbo por las paredes, y yo me levanté dando saltos, quedaban 8. Escuche pasos acercarse y estaba deseosa de matar al siguiente, pero frente a mi apareció Enna, baje el arma y me acerqué a ella.

-Donna ya tenemos previsto el escondite de Rosetta.

-Perfecto-mi sonrisa fue tan sádica.

-¿Qué pretendes?

-Un exterminio.

-¿Cómo?

-¿Aún están las fuerzas aéreas?

-Sí.

-Van a bombardear todo-mi sonrisa no desaparecía-¿Tienes algunos detonadores?

-Sí.

-A esparsirlos y escapar de aqui.

Por donde íbamos, dejábamos bombas, estabamos subiendo pero un olor fuerte a gas nos llegó, notificamos  una fuga, y corrimos a la entrada, encontrarnos con el diablo mujer detuvo mi corazón unos segundos. Esa maldita perra...

La carcajada que dio, tenso a todos los presentes, pero yo ya estaba acostumbrada, tomé el intercomunicador y di orden de bombardeo.

Era hora de detonar el lugar, la explosión al fondo de aquel lugar empezó a incendiarse por el gas. Esto podría explotar.

Rosetta abrió sus ojos de par a par, no se esperaba esto, susurro un "Mi dinero" y corrió adentro sin importarle que él fuego estuviera arrasando el lugar. La gallina busco su propia muerte aunque, le seguí a medio camino cuando le lancé una daga a media espalda, cayó de rodillas estrellando su pecho contra el suelo, corrí de regreso pero ya todo estaba en llamas, me detuve, y sin pensarlo donde veces de una patada abrí la puerta y salí, la casa explotó a mi espalda y el empujón que recibí junto con las quemadas me dejaron tirada a unos metros de ahí, intenté levantarme pero como pude me arrastre, la visión se me nublaba y empezaba a perder la consciencia hasta caer.

*****

-¿Estas bien?

-Donna...

Escuchaba voces, intente abrir los ojos y todo estaba borroso, reconocí las voces volví a cerrar fuerte los ojos y al abrirlos observe bien mi alrededor.

-Hola rostro de sangre-Enna estaba sería.

-¿Por qué me llamas así?-Mi voz era ronca, no entendía porque, si nunca grité.

-Saliste de ahí y te recogimos del suelo inconsciente, la cara la tenías bañada en sangre.

Toqué mi coronilla y había una venda ahí.

-¿De sutura y todo?

-Sí.

-Donna aún no te darán de alta, pero Mouque está en la habitación de al lado-habló Meg.

-Gracias Meg, le iré a ver después, me duele la cabeza.

-Debes descansar. Hoy fue una locura.

-¿A la final que pasó con Rosetta?-Gedisa intervino preguntando.

-Cuando estemos todos de nuevo diré. Ahora busquenme algo de comer.


*****

Donna había sido dada en alta, y saliendo de la que era su habitación fue a ver a Mouque, quien estaba despierto mirando el techo, tenía vendado el muslo y varias vías de suero y medicamentos en él.

-Hola...

No me había visto aún hasta que me escuchó.

-Amor-Su voz se fue entrecortando, me acerqué a él y tomé su mano, lágrimas salían-Yo pensé... Que no volvería a verte...-Apretó mi mano y cerró con fuerza sus ojos.

-No te dejaré, mirame-Él obedeció- siempre voy a ir detrás de ti, no te voy a dejar, eres mi tesoro más preciado, voy tras de ti, hasta el fin del mundo.

Y lentamente me acerqué hasta unir nuestros labios, me separé suavemente de él y recoste mi cabeza en su pecho viéndolo

-Te amo Donna.

Eran de esas pocas veces que nos decíamos te amo, y cuando lo decíamos era de verdad. Sentía su corazón latir rápido. Aún con su mano a la mía la llevé a mi pecho para que sintiera los latidos rápidos de mi corazón, empezó a calmarse.

-Yo también te amo Mouque.

Lo solté y di la vuelta al lado de su pierna sana y de donde no había ninguna vi a agarrada, el con cuidado hizo espacio para mi, y me recosté a su lado.

-Todo va a estar bien.

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Hola AAA, ya saben lo lenta que soy para actualizar; pero aquí hay un capítulo corto, espero lo hayan disfrutado, besitos.

Liciibg

Lucia Biancardi.

Mirame, voy tras de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora