Lizzie pasaría la tarde con Bruce en sus clases de baile, así que yo decidí adelantar lo de la música para la boda y no perder más tiempo, salí al jardín, el sol estaba oculto entre nubes grises que hacían un ambiente agradable, no amenazaban con lluvia pero tampoco te dejaban tranquila. Coloque una manta bajo un árbol y me senté para dedicarme a encontrar esa canción perfecta.
-¿No te importa?- alce la vista encontrando a Tim frente a mi, tenia una libreta en su mano y sus audífonos en la otra
-Adelante- conteste sin prestarle mucha importancia, estaba perdida en el sonar de la música
-¿Es la selección para la boda?- miro mi cuaderno con canciones agrupadas y otras tachadas
Conteste un sí, esperando que me dejara seguir, sentía un poco de estrés porque las necesitaba pronto y no era algo muy difícil
-Puede que Liz se canse de escuchar música
-Ella está ocupándose de otras cosas
No dijo más, solo se dispuso a volver la vista a su libreta.
Había tenido una plática con Sam por la mañana sobre su hermano «Es un poco altanero, orgulloso, prejuicioso, con mal genio a primera vista, pero el tiempo te enseñara partes de él que no conoces»
Me recordo a ese vino de la noche anterior, a simple vista era dulce y te provocaba un cosquilleo en la mandíbula por querer probarlo pero al sentirlo en la garganta era áspero; él mostraba lo malo antes que lo bueno. Estaba hecho a semejanza del siglo XIX pero con la mentalidad tan abierta que era casi irreal, sin importarle esas trivialidades que atormentaban las demás mentes tan básicas
Chasque los dientes a perder la concentración
-¿Puedo?- Tomó la orilla de la libreta
Asentí y arrugó la nariz recién vio los títulos
-¿Realmente estas fueron las peticiones de ambos?
-Sí, Liz me paso la lista
Negó para nada convencido y conecto mis audífonos en su celular, musica principalmente de los 70 era la que predominaba; no era ni un poco lo que me esperaba, en sus momentos serios escuchando música, dudaba que sonara algo como “Mr. Blue Sky” pero al parecer era bueno ocultando sus sentimientos
-Crecimos con esta influencia musical y créeme ninguno se arrepiente de eso- me sonrió
-Liz es más actual, dudo que le gustaría que sonara algo como Southern nights en su boda o Sweet- reí al imaginar su rostro fruncido y odiandome
-Tienes razón pero algo más parecido a Bruce como: Can’t help falling in love es algo que le gustaría
Hice una mueca, era todo lo contrario a ella por alguna razón no le parecía nada agradable «Anticuado y pasado de moda, tal vez mi abuelita lo escuchaba junto a la radio» Eran sus expresiones
-Bueno, esa canción con un cantante actual, hay demasiados
-Esa me parece buena idea- lo escribí en la libreta que me había regresado
-Debes aprender a sentir- sus ojos me decían más de lo que sus labios- la música te habla más allá de la letra, imagina el momento y sé que entiendes como funciona la mente de Lizzie como para elegir lo que le gustaría.
-¿Eres bueno en eso?
De un momento a otro terminamos las canciones y él me mostraba su top de diez favoritas.
-¿Qué hacen aquí, perdidos?- Sam se tumbó junto a su hermano y le quitó el audífono- Esta chica es perfecta ¿no hermano?
-Ella lo es todo menos perfecta, hermano- le dedicó una sonrisa y se incorporó- los dejo
No quería preguntar a que se refiere esa afirmación pero tampoco me gustaba mucho quedarme con la duda.
-Te traje esto- me tendió una cajita que abrí con curiosidad
-No puedo aceptar eso- al ver el brillo del juego de accesorios quedé perpleja
-¿No te gusto?- arrugó la nariz con una dulzura que me cautivaba, lo abrace y agradecí mucho su detalle.
Me acompañó afuera hasta que la lluvia cayó sobre nosotros, dentro de casa organizaron una noche de películas, la lluvia azotaba con fuerza las ventanas y todo fuera parecía de película de terror.
Me senté en el sofá junto a Sam, junto a nosotros estaba Tim en un sillón individual y su libreta; Bruce y Lizzie se abrazaban en un sofá individual y junto a Sam la chica Amelie que parecía no tener otra cosa que hacer más que seguir a Sam.
Eligieron una película animada de cuentos de hadas, Lizzie le gustaban solo porque a Bruce le gustaban y yo por otro lado era el tipo de películas que me gustaba ver a solas en mi habitación para poder soltar en llanto y soñar despierta pero esta vez tenía que estar ahí. El romance era el tema principal y veía como de reojo Amelie le lanzaba miradas fugaces a Sam, todos estaban perdidos en su momento cuando las lágrimas brotaron de mis ojos en silencio, era una mezcla de alegría, infancia y mi sensibilidad interna.
Limpie mis ojos pero en ese momento encontré a Tim observándome de reojo, me sonrió y volvió la vista a las hojas. Me sentí apenada y de una manera ridícula.
Antes de terminar la película me quedé dormida en el hombro de Sam, tal vez lo encontraba ya como el lugar más cómodo y perfecto para dejarme caer en los brazos de Morfeo.
ESTÁS LEYENDO
Lost life
Teen FictionEl tiempo perdido y la rutina, esos son los más grandes enemigos de una persona y en este caso, lo único que conoce Sofía. Dedicada a una vida que ella no había tenido oportunidad de decidir, era la vida que le había tocado. Eso era todo, sin desli...