Capítulo 17: Boda

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Desperté poco antes de las ocho de la mañana. Hoy era el gran día pero Lizzie no despertará hasta pasadas las nueve, probablemente no tendría tiempo ni de respirar después de que ella despertara. Me encantaba la idea de que eligieron la noche para la boda y la tarde para la iglesia.

Tim había dejado un libro a la puerta de mi habitación, él daba detalles que ya nadie hacía y me parecía tan cautivador por ello; la nota sobre la pasta del libro me indicaba que fuera al salón, al hacerlo lo encontré en el piano, sus estéticos dedos se paseaban por cada tecla de una manera precisa, no lo interrumpí y me senté en el sofá quitando mis zapatos y recostandome.

-Es el único romance que me gusta.

Comentó sin despegar su concentración de lo que hacía. Yo disfrutaba mucho estos momentos, solo los dos haciendo cosas que nos gustaba compartir, escuchar sus canciones por la mañana eran algo que extrañaría cuando esté lejos de aquí, lejos de él.

Separarnos era una realidad que quería evitar, atormentarse por cosas que aún no ocurren, no era común de mi.

-¿Cuando leíste esto?- pregunté al ver las frases subrayadas, no había cosa que delatara más los sentimientos que esas frases

-En un viaje a Roma, unas semanas antes de venir aquí- se giró a verme y yo asentí volviendo al libro, aún lo sentía observarme, era común que lo hiciera, solo ahí sin decir nada. No me incomodaba, ya estaba acostumbrada

-¡Aquí estás!- Lizzie entró agitada, rompiendo la armonía que teníamos- y tú también

Rodó los ojos pero Tim se giró al piano para ignorarla  

-¿Qué ocurre?

-Necesito que me ayudes con tus hermosas manos de costurera- me llevó por el brazo antes de salir le dirigí una mirada a Tim, quien hizo mal gesto.

Algo en mi sentía que era precisamente por mi, le molestaba que Lizzie siempre interrumpiera momentos o tal vez solo se había frustrado por una mala nota, era tan perfeccionista con ello que lo había visto tantas veces golpear las teclas al azar en modo de berrinche.

-No puedo creer que pases tanto tiempo con él

-Es agradable después de que lo conoces bien

Soltó una risa sarcástica y me llevó a la habitación donde todas las chicas se reunían, resulta que a más de una se le había “encogido” el vestido, realmente habían pasado la cuenta con el servicio en el hotel y las consecuencias eran tales.

-¿Hay chicos guapos aquí?- Mónica me pregunto mientras le colocaba puntos a su vestido para después remendar

-Por el momento solo he visto uno

-Sí, vi un chico de cabello castaño, se pasea por la casa con una libreta de pastas marrones

-También lo vi- Mónica sonrió- ese look tan elegante que tiene

Todas las chicas suspiraron, al parecer todas lo habían visto y si bien Tim no era tan guapo era de esos chicos que al verlos tenían ese algo que te impedía apartar la vista y peor aún, apartarlos de tu cabeza por las noches.

-Chicas no vienen a coquetear, debieron no haber comido tanto

Me vieron con molestia y yo seguía concentrada en mi trabajo para no pincharla y escuchar su queja por horas

-Tranquilas chicas, Sofía está molesta por lo que pasó con su novio- Melody se recargo en el marco de la puerta- no la culpo si quiere andar de amargada. Logró que Sam, ese chico tan perfecto y de ensueño, dijera que es gay y por eso no funcionó lo de ellos

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