Llegó el día después de Navidad, volvimos a abrir la repostería, me metí en la cocina a hornear y decorar los postres del día, las vitrinas se llenaron de pan fresco y los aparadores de pasteles y galletas.
-¿Lista para esta noche?
Finn llegó junto a Lucas por las donas de cada día.
-Solo espero la película sea buena
Él había insistido en elegir la película y me “prohibió” dudar de su buen gusto en el cine aunque yo tuviera un gusto bastante amplio, sabía que Finn siempre elegía lo contrario a mi.
-No te vas a arrepentir y en el peor de los casos podemos ignorar la película- guiño el ojo de manera coqueta mientras yo lo ignore, me parecía ya una costumbre sus constantes coqueteos y me importaba poco.
La tarde pasaba, la chica que me ayudaba era bastante callada y muy eficiente, lo que sabía de ella era que vivía con sus padres, estudiaba por las tardes pero al terminar volvía a la repostería para ayudar en cualquier cosa que faltara.
-Bueno, tengo que irme- colgué el mandil en el perchero de la entrada cuando dieron las cinco y casi la hora de la función
-Que tenga una agradable cita- me deseo la chica con una sonrisa, posiblemente para ella Finn y yo éramos algo ya que siempre que llegaba era un halago o un broma.
Le agradecí y me despedí de mi madre, la vería en casa ya que tambien tenia planes de visitar a una vieja amiga que había logrado volver a comunicar con ella.
En casa me puse algo de acuerdo al frío que hacía y me maquille un poco, iba con diez minutos de adelanto, lo vería frente al cine. Para mi nula sorpresa él estaba ahí, siempre llegaba temprano y según Lucas debería aplaudir eso ya que no era muy propio de él
-Hermosa como siempre- sonrió recién al verme, le agradecí el cumplido y me saludo con un beso en la mejilla
Ya dentro de la sala inició una película de terror, era la más taquillera en su fin de semana de estreno así que me relaje en mi asiento y disfrute comiendo las palomitas. Me sobresalte un par de veces en mi lugar pero guardando silencio, Finn me veía por el rabillo del ojo con una sonrisa, más de una vez se acercó a mi oído para comentarme algo divertido. Me hizo recordar las veces que iba con mis padres al cine y yo era la bromista con estas películas para aligerar el miedo.
Al terminar caminamos juntos por la calle, me invitó a cenar pero negué, me conformaba con tener compañía hasta casa y dar una vuelta por el centro comercial donde se encontraba el cine.
-¿Entonces tengo mal gusto?
-Es la película del momento
-Pude haber elegido una realmente mala de la cartelera
-Te doy merito
Pasamos por un par de tiendas, él había entrado a comprar algo en una. Me pidio su opinión ante varias playeras pero yo simplemente me encogía de hombros, no sabía cuál era su estilo o lo que le gustaba y honestamente nada de lo que elegía me parecía muy diferente de otra cosa.
-Elige algo para mi- me pido al verme tan inactiva en sus elecciones
-No, yo no la usare
-¿Por favor?
Acepte con una sonrisa en los labios, no me molestaba pero tampoco me parecía muy correcto. Tome una camisa a botones negra con un estampado nada fuera de lo normal
-¿En serio? Te creía más extravagante o por lo menos más alegre en tu vestir
Retire la camisa de sus manos y busque otra entre los percheros, una con un par de rallas a los costados adornando y esta vez esa me pedía a gritos versela puesta, con ese look que usaba sobre el escenario, Finn tambien tenia porte pero uno mas actualizado. No era un chico descuidado como muchos pero tampoco llegaba a ser total elegancia
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Lost life
Teen FictionEl tiempo perdido y la rutina, esos son los más grandes enemigos de una persona y en este caso, lo único que conoce Sofía. Dedicada a una vida que ella no había tenido oportunidad de decidir, era la vida que le había tocado. Eso era todo, sin desli...