Mi madre ya estaba en la cocina comiendo un trozo de pastel, me preguntó sobre mi noche y solo puede contestar con un «estuvo bien» ella me contó sobre una serie que estaba viendo y que está tarde buscaría ayuda en la cocina para mí, para después ir de compras con mi tía, quien ya no pisaba la casa después de algunas discusiones conmigo. En la repostería Sam me platicaba sobre lo bien que la había pasado y que Lucas al fin le había pedido formalizar una relación porque según sus palabras «Ya no puedo dejar de pensar en ti, cada que escribo tu rostro es el único que viene a mi cabeza y qué decir de tus ojos » le había comenzado a escribir una canción y me parecía muy lindo por parte de él, que ya podría decir que había dejado atrás a Bruce e iniciaría de nuevo.
Después del trabajo iría a visitarlo, me ofrecí a acompañarlo solo para marcar directamente una línea entre Finn y yo, no quería saber nada de él, yo no era así y no quería comenzar a serlo, solo estar con alguien porque me sentía sola, más cuando él no me importaba en lo más mínimo.
Los chicos ensayaban en una bodega, había chicas viéndolos y murmurando sobre lo guapos que eran , Sam no se preocupaba en lo más mínimo, honestamente yo tampoco solo confirmaba lo lejos que quería tener a Finn de mi. Al vernos entrar dieron un descanso, Lucas saludo a Sam con un «¿Cómo estás?» Tan dulce y un beso, Finn por otro lado me tomó por la cintura y con la intención de besarme, aparte el rostro dejando que sus labios cayeran en mi mejilla, nuestros amigos nos vieron de manera extraña.
-¿Qué ocurre?
-Quiero hablar contigo a solas
Aceptó sin entender mucho, me llevo fuera de la pequeña bodega y me indico la casa que estaba junto. Me negué a ir.
-Solo quería decirte que eso no debió ocurrir, yo no soy el tipo de chica que crees
-Yo se que no eres de este tipo que beso en una fiesta y después de rechazar cientos de llamadas, las puedo dejar. Solo que somos jóvenes, Sofía, nada te cuesta besar sin amar.
-No es como funciona conmigo
-Lo respetaré y no haré nada que no quieras.
-¿Amigos?- le extendí la mano y él la aceptó con una sonrisa divertida, por otro lado era la manera en la que yo quería marcar los límites.
Volvimos a la bodega donde ensayaban. Los chicos estaban en un sofá charlando sobre una fiesta de disfraces que quería realizar Sam, yo lo apoye sin duda, Finn le pareció interesante y Lucas estaba en total acuerdo
-¿Ustedes chicos?- Sam se dirigió a los demás miembros de la banda que estaban cada uno en sus cosas
-Claro, por qué no- uno asintió y él otro parecía también entusiasmar
-Ezra y Rafael- Lucas comentó cuando noto mi poca familiarización con los chicos- él de cabello negro es Ezra y el que tiene carita de ángel es Rafael
Sonreí al ver el rubor de Rafael tras el comentario de Lucas
-Tristemente tiene novia- continuó contándome un poco sobre los chicos hasta que ellos se integraron en la plática.
Yo era la más extraña entre ellos pero logramos conseguir entablar pláticas hasta la hora de volver a casa; resumidamente me había enterado que la casa era de Rafael y las chicas que los visitaban eran sus primeras fans de verdad, chicas que habían hecho camisetas y pancartas, Rafael había salido con una de ellas un día y ahora eran la pareja más estable del mundo, tras dos años de relación.
Sam me tenía de un lado a otro planeando la fiesta, en la repostería y sin tener un respiro de nuevo para mi, aunque tampoco es como si tuviera algo que hacer, más que hacer más que leer la libreta de Tim antes de dormir, recordaba sus palabras todo el día, soñaba con ellas y era algo que guardaba siempre para mi. No iba a esperarlo toda la vida o mucho menos creer que él seguía esperando por mi, nadie nunca hace eso pero tampoco me podía no permitirme recordar y volver a saborear lo que me había hecho feliz.
-¿Lista?- Sam entró en mi habitación sin tocar. Me encontraba en la cama con la libreta de su hermano entre las manos y el maquillaje de ser fantástico para la fiesta, estaba corrido ligeramente. Antes de poder cerrar la libreta me la quitó de las manos, al reconocerla -¿Es la de Timmy?
Negué reprimiendo cualquier llanto, su molestia era algo que no me esperaba, más aún cuando la lanzó en la cama y gruño frustrado
-No puedes pedirme que no lo recuerde
-Te dije que no te dejaría ahí si yo salía
-Finn no es lo que quiero
-¿O es el recuerdo de mi hermano el que no te deja verlo?
Es imposible dejar a alguien ir cuando no queremos, yo sí quería dejarlo ir pero no podía dejar de soñar con él, tener esos recuerdos una y otra vez en mi cabeza, tal vez era normal cuando alguien se enamoraba pero yo jamás había sido así, yo no entendía porque mi boca decía «Lo olvide» y mi mente aun no podía apartarlo.
Sam me daba la plática más cruda e insensible mientras yo solo quería entenderme «Él no va a volver, él suele ser así. Siente que está por perder su libertad y huye. » Presto atención a mi rostro, él entendía una cosa, mi sonrisa jamás desaparecía al menos no para la tristeza al menos que fuera importante y jamás derramaba lágrimas frente a nadie
-Es dificil para mi tambien- se sentó junto a mi y paso su brazo por mis hombros, el confort volvía y las lágrimas no sintieron vergüenza alguna de salir- es mi hermano y lo odio por hacerte esto, no sabes cuanto le escribí para decirle que había cometido el error más grande, pero no quiero hablarte de él
-Quiero odiarlo
Negó repetidas veces y me sonrió, eran hermanos tenían los mismos genes, crecieron donde mismo y fueron criados en semejanza pero no eran para nada iguales, Sam era el dulce y él que tenía a mi lado.
-¿Porque no eres él?- solté sin pena, Sam sabía que algo en mi lo amo primero y que solo había descartado ese sentimiento por lo obvio
-Estas confundida- acaricio mi mejilla y sonrió comprensivo
La perdición eran esos hermanos y yo había caído entre ellos tantas veces; abrace a Sam y me deje de sentimentalismos para indicarle que era momento de ir a su departamento e iniciar esa fiesta.
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Lost life
Teen FictionEl tiempo perdido y la rutina, esos son los más grandes enemigos de una persona y en este caso, lo único que conoce Sofía. Dedicada a una vida que ella no había tenido oportunidad de decidir, era la vida que le había tocado. Eso era todo, sin desli...