Capítulo 28: No más

767 93 5
                                    

La puerta de mi habitación sonó con un golpeteo, me encontré con Tim, su cabello alborotado y unas ojeras difuminadas bajo sus ojos.

-¿Puedo?

Abrí la puerta para dejarlo pasar y al encontrarnos tomo mis labios en un beso, no sabía cuándo lo necesitaba hasta que no quería separarme de él nunca, nos quedaban solo un par de días y seguiría con sus viajes ya planeados.

-No te marches- le supliqué mientras besaba sus labios, entre caricias mis ojos seguían conteniendo las lágrimas

-Ven conmigo y jamás te dejaré

Era inútil insistir con ello, aún no podríamos estar juntos y quién sabía si en algún momento podría ocurrir.

Ambos estábamos recostados en la cama, él veía mi rostro mientras me pagaba a él con sus manos en mi espalda y yo acariciaba su mejilla con dulzura, suave y cálida.

-¿Extrañas a tu padre?

-¿Extrañarías a Sebastián?

Un par de minutos en silencio, tal vez formulaba más directa su pregunta para tocar ese tema delicado, supongo que le habían nacido tantas preguntas sobre mi pasado después de lo ocurrido con mi madre y por lo frío que era mi hogar, lo delgado que eran nuestros lazos familiares y lo pequeña que era mi familia.

-¿Cómo te hizo sentir su partida?

-Lo entendí. Yo también hubiera huido. Tenía dieciocho cuando ocurrió pero no pude correr porque solo éramos dos contra el mundo, él se fue y solo dejo un beso de buenas noches en mi frente, no tuvo la valentía de decirlo frente a nosotros. Una nota reposaba en el refrigerador pidiéndonos perdón en algún momento de la vida, sabía que mi madre era una mujer fuerte pero no se sentía capaz de ayudarla, era un bruto con los sentimientos

-¿No eran una buena pareja?

-Ellos se unieron por azares de la vida y muchos problemas, era la historia de amor que me contaban antes de dormir

-¿Nunca pensaron tener más hijos?

-Tuve uno antes de que yo naciera, pero la envidia y el egoísmo trabajan de maneras muy crueles, mi tía fue causante de que él jamás pisará la tierra. Un accidente hizo a mi madre abortar, pero eso es parte del pasado.

-Sam y yo fuimos una locura pasional de mis padres- sonrió divertido- yo  fui producto de después de una obra de teatro, Sam de un festival de música.

-Creo que te amo- me atreví a decir interrumpiendo su sutil risa por lo que él había dicho

-¿Creo? Yo me di cuenta desde que sentí que necesitaba más tiempo para ti

Yo era tan mala para expresar lo que sentía, no quería decir un “creo” quería decir un “te amo" como él solía decírmelo

Me beso callando cualquier cosa que pudiera salir de mi boca.

Los momentos que recordaria más serían estos, cuando me fuera a la cama, recordaría el lado izquierdo como el de él, me visualizaba abrazando una almohada que aún guardará su aroma o soñando en que aún lo tenía para mí.

Los dos últimos días fueron nuestros, como si le hubiéramos dado una pausa a todo a nuestro alrededor y solo girará el mundo entorno a nuestras vidas a lo que sentíamos.

Jugamos después de la cena con mi madre y Sam al terrible juego que era el turista, odiaba perder tanto como Sam así que nuestra amistad pendía de un hilo, las noches durmiendo junto a Tim, las mañanas desayunando todos juntos y las tardes paseando como un par de enamorados sin miedo al mañana, hasta que el día llegó.

La semana me había pasado como una ráfaga de viento, pero la disfrute como pocas en mi vida. De nuevo en el aeropuerto. Ninguno lloraba, pero eso no significa a que sería algo fácil, solo la noche anterior lo había besado como si me lo arrancaran de los brazos antes de lo esperado pero le había dicho «Solo hacíamos más largo lo inevitable»

Su vuelo salía esta mañana, en un par de horas y él no dejaba de sujetar mi mano, se había despedido de Sam con un abrazo y unas palabras de consuelo en francés

-Aun tienes que enseñarme Francés

-Ya sabes lo único que importa

-Je t'aimerai en rose- comenté con mi mala pronunciación a lo que él sonrió y asintió besando mi frente

Ahora lo dejaba ir, nuestra última mañana juntos, no íbamos a compartir más momentos, no más noches libres de cualquier atadura de sociedad o prohibición mental, no más de él.

Si alguien mas robaba un beso de sus labios no me doleria, ni siquiera me enteraría pero me gustaría que ocurriera para confirmar que esto fue real y que nadie pueda borrar lo que yo provoque en él como él en mi.   

-No estes preocupada- sujetó mi rostro con delicadeza- no importa si esto es el fin o solo una prueba, realmente dejaste algo que jamás va a desaparecer. Cuando pruebe una copa de mi vino favorito, estarás ahí, cuando deslice los dedos por las teclas de algún viejo piano o simplemente cuando escuche la mejor música y cuando me mire frente al espejo no estaré solo, te llevo conmigo.

Eso era lo malo, la vida nos llevaría a distintos lugares donde no sabíamos si volveríamos a coincidir, cargar con recuerdos de alguien que no sabías si volverías a encontrar, sólo era una pérdida de espacio para las nuevas personas.

-Pero si vuelvo y por un milagro sigues aqui, sera para no irme de nuevo

Lo abrace con fuerza, no podía prometerle que después de hoy lo seguiría amando, tal vez al salir del aeropuerto lo odiaría de por vida o lo extrañaría en silencio como la mayoría de mis sentimientos. Nada me aseguraba que volvería o que yo esperaría, tal vez me enamoraría de nuevo o llegara alguien que realmente necesite.

-Serias una buena esposa, Brandy

Recordé ese baile en la villa, como me había llamado con referencia a la canción y tal vez esa canción decía más referencias entre líneas para nuestra historia.

Me dejo en la mano su libreta, mi corazón se estremeció al entender todo lo que yo significaba para él, aunque no quisiera, algo en mí creía que esas noches cuando nos amábamos eran solo dejarnos llevar por el momento, así que yo era una incrédula del amor pero él me enseñó a creer en más cosas de las que jamás pensé.

Me dio un beso en la mejilla, un beso que jamás se iba a borrar.

Cerré los ojos al sentir sus tacto y lo dejé marchar, era difícil las despedidas pero si no venía aquí, jamás me perdonaría no pasar hasta el último segundo a su lado. Sam nos había dado el espacio para despedirnos así que fui hasta donde él esperaba en una banca a unos metros

-¿Estás bien?

-Estoy feliz por él pero pensar en que no fui lo suficientemente importante para él como para hacerlo quedar

-Tim es un alma libre pero créeme algo de él no se fue de aquí. Jamás fue con otras chicas como lo es contigo.

-Vamos a casa.

Lost lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora