La noche buena llegó, preparamos una cena en casa para invitar amigos y familia; había perdido la cuenta de los días sin él o de la última vez que soñé con él; deje de abrazar la almohada en la que él dormía porque simplemente era momento de dejarlo partir; un año nuevo estaba por venir y no quería iniciarlo con un sabor a recuerdos, dulces pero tan amargos al no tenerlo todavía. Lo que vivimos no se supera pero tampoco era correcto llevarlo siempre.
Comenzaron a llegar los invitados, mi madre había ayudado a preparar la cena y habíamos hecho un espacio tan grande a la mesa para que todos cupiera, el pavo seguía en el horno pero las galletas y demás aperitivos se encontraban listos para nuestros invitados.
Lucas llegó junto a Sam, jamás vi una relación más estable; Finn se acompañaba de una chica increíblemente guapa pero tan parecida a las anteriores «No es importante» Se había justificado sin que yo le diera un reproche, solía hacerlo como si me debiera explicaciones, le sonreí sin importancia y dejó un beso en mi mejilla. Los chicos de la banda había decidido acompañarnos. Todos nos hicimos buenos amigos; Bruce y Lizzie llegaron junto a los padres de ella; mi tía apareció con una gran caja envuelta en papel colorido, pasaría la navidad sola si no es porque mi madre se había tentado el corazón como su familia y la invitó con la sola condición de no decir nada inoportuno, aunque así era ella.
-Feliz Navidad
Ezra me dio un abrazo y dejó un regalo en mis manos, le agradecí el detalle aún sin verlo, le desee una feliz navidad y lo invite a la mesa.
Ahí todos comíamos y charlamos sobre lo lindo que había quedado todo
-Bien- Lizzie se incorporó con una sonrisa que jamás se borraba, aunque su matrimonio no fuera lo que esperaba- es hora de dar las gracias, por todo lo que hemos tenido en la vida, porque a pesar de todo siempre hay algo bueno. Empiezo yo: Gracias por estos increíbles amigos que he sabido conservar y por mi matrimonio que no, no es perfecto pero hay amor; a mis padres por todo lo que hacen por mí.
Bruce aún no tenía la seguridad de decirle a Lizzie sobre él, había dicho que después de Navidad, quería pasar una última vez una nochebuena seguro de que la pasarían juntos y sin una intriga de si ella lo odiaba.
Sam agradeció creer haber encontrado el amor, Lucas por la banda y por Sam, Finn sobre lo increíble que seguía siendo la vida; me dedico una mirada fugaz, que no quería entender. El turno me tocó a mí, mire a mi alrededor y solo puede pensar una cosa
-Por los que sí están aquí
Sentí un par de miradas de mis amigos, ellos sabían más que nadie que ese dolor lo dejaba ir por completo hoy. Mi madre agradeció todo lo bueno que ocurría con nosotras principalmente.
Después de pasar por todos, nos sentamos a los pies del pino, los padres de Lizzie, mi madre y mi tía estaban viendo desde el sofá. La repartición de regalos empezó, yo estaba completamente nerviosa porque gustaran mis regalos, el regalo que me dio Sam era un vestido para impresionar hasta en invierno o eso era lo que leía en la tarjeta; Lizzie y Bruce optaron por regalarme un par de discos de vinil, agradecí el detalle aunque no tuviera donde reproducirlos; Finn había envuelto una caja de chocolates y una salida al cine solo válida con él. Al final la caja de Ezra era un broche bastante lindo y sencillo, entre otras cosas recibí ropa y algunas cosas más.
-Bueno es todo
Sam había sido el más lento en abrir sus regalos, pero Lizzie lo interrumpió antes de cantar por victoria
-Aun queda uno
Saco una caja más grande que nadie había visto, detrás del pinto tras la caja de mi tía que era un masajeador para mi madre. Leyó la tarjeta en voz alta
-Porque una chica como tu ama los mismos detalles que yo- balbuceó torpemente la frase que Tim me decía.
Lo odie, por traer recuerdos cuando me había decidido olvidarlo, cuando quería dejar de lado todo lo que lo implicaba. Aun así mis manos temblaban al solo pensar en abrir el regalo y lo que pudiera encontrar
-¡Ábrelo!- Bruce me insistió a arrancar el papel
-O solo deberías pensarlo bien, nadie vive de recuerdos- Sam por otro lado le seguía molestando la idea. Era normal, él no quería odiar a su hermano que tanto amaba, solo porque hacía sufrir a su mejor amiga.
-Es un regalo
Todos sabían que Tim no daba solo regalos materiales, siempre cargados de sentimientos y recuerdos. Arranque el papel metálico rosa, tomé aire para abrir la tapa y encontrarme con una tornamesa moderna que reproducía desde vinilos hasta una memoria USB, un par de discos en vinil y un libro, era mi novela favorita, leída por él, probablemente llena de notas y marcas con lo que vivió al leerla. Quería llorar pero no frente a todos, buscarlo entre las sombras y encontrar sus brazos, estaba sufriendo en silencio, pero mi madre y mis mejores amigos lo entendieron; ellos fueron a quienes encontré en mi dolor.
-¿No puede dejar de hacer esto?- murmuré para nuestro pequeño abrazo
Murmullos y palabras de aliento fue lo único que escuche
-Vamos, princesa- mi madre me sujetó el rostro- no es lo que él quiere lograr
-Hablaré con él- Sam volvía a su postura molesta. Bruce por otro lado me sonrió, él y yo habíamos tenido tantas pláticas que sabía cómo me sentía
-¿Pueden disculparme?
Salí de la casa, las lágrimas no se hicieron esperar en mi soledad y la inmensa noche, todo era tan colorido afuera, con las luces y adornos navideños pero no causaban el mismo impacto en mi. Una perdida era tal cual y había tenido tantas en mi vida que ni siquiera tenía el tiempo de superar la primera aún. Entendía que la vida ya no brillaba igual, que no podía ocultarlo, haría el ritual de superarlo mil veces pero jamás se iba.
-¿Era importante para ti?- Ezra preguntó sentándose junto a mi en el escalón de la entrada
Él y Rafael no sabían quién era Tim en mi vida y me hubiera gustado mantenerlo así
-¿Disculpa?
-No lo intentes
-No te interesa
-Esperaba esa respuesta, solo que parece ser importante. Alguien con la capacidad de derrumbarte con solo objetos, tiene mucho poder
-No lo entenderías, jamás lo conociste
-El amor es dificil, he superado rupturas antes y te aseguro que vas a sobrevivir
-¿Conoces esa sensación de que encontraste al indicado? No digo porque sea perfecto o modelo de revista, si no porque tu no lo querías pero por alguna razón se atrajeron como imanes aunque la vida les advirtiera desde el inicio que no iba a durar
-Te hizo correr el riesgo
-Nos hizo, esa es la diferencia. Cuando encuentras a alguien que pasa por lo mismo
-Vaya suerte ¿Porque lo dejaron ir?
-Un alma atada y una libre nunca tienden a estar juntas
-Sabes las razones, ¿Te vas a quedar llorando toda la vida por algo que jamás podrá ser?
-No.
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Lost life
Teen FictionEl tiempo perdido y la rutina, esos son los más grandes enemigos de una persona y en este caso, lo único que conoce Sofía. Dedicada a una vida que ella no había tenido oportunidad de decidir, era la vida que le había tocado. Eso era todo, sin desli...