Engatozada: Dorian

-RUMBO A TI...-

Inés notó la presencia de ambos y salió corriendo a recibirlos, se arrojó directamente a los brazos de Dorian y él la abrazó más fuerte de lo normal, y aunque a Inés le encantaba eso; de cierto modo le extrañaba, ya que su abrazo había durado más de lo habitual.

—Sabía que lo lograrías, no lo dudé ni un poco. — le dijo Inés recargada en su hombro mientras él aun no la soltaba, no quería hacerlo; le dolía lo que pasaría cuando regresaran.

— ¿Sabes que te amo verdad?—Susurró Dorian triste e Inés se separó un poco curiosa por su pregunta.

— ¿Qué clase de pregunta es esa? Claro que lo sé, imposible olvidarlo. —Respondió un poco seria al ver su mirada opaca. — ¿Qué es lo que pasó Dorian? —Merlín le dio una palmada al hombro de Dorian y los dejó solos.

—Pero en verdad es importante que jamás dudes que te amo...— repitió un poco trastornado e Inés esta vez se extrañó.

—Dorian... me estas espantando. —Tomó a Inés de la mano y se sentaron en un banquito de madera que se encontraba a las afueras de la casa de Merlín.

—Pasé la prueba con éxito pero algo falló— Inés mantenía la calma al escucharlo y eso le dio más confianza para continuar. —Merlín me advirtió que tuviera cuidado con lo que le decía a mi yo pequeño ya que podría cambiar mi futuro.

— ¿Y qué fue lo que pasó?—Dorian se sentía tan estúpido por el cómo había arruinado las cosas, y al verla mirándolo le partía el corazón, aquella mirada dulce de Inés le complicaba el contarle.

—Yo quería decirle que nunca se rindiera y que la magia seria su pasión... pero le dije algo que no pensé primero...

—Dime... — le pidió con una sonrisa pasiva y Dorian subió la mirada hasta encontrarse con la de ella.

—Yo... le dije que la magia sería su gran amor...—Esperó la reacción de Inés pero ella no comprendió al principio.

— ¿Y que tiene eso de malo? La magia es tu gran amor Dorian...

—No, mi gran amor eres tú. —Inés al entenderlo jalo aire y se puso de pie consternada, pero aun así Dorian continuó. —Significa que cuando volvamos a nuestra época ya no lo serás.

—No sé qué decirte...

—No tienes que decir nada, solo escucha con atención porque te diré lo que harás— ella se volvió a sentar y lo escuchó. — Cuando volvamos tu regresaras a Rumania justo el día en que asesinaste a tu compañero, será como si yo nunca te hubiera conocido...—Los ojos de Inés se llenaron de lágrimas y con todo el dolor de su corazón Dorian siguió diciéndole lo que haría.— Vas a buscarme y tienes que besarme... justo como yo lo hice para hacerte entender que estábamos destinados, sé que no será fácil pero ya eres una hechicera, además tienes que ir al refugio para que te entregue el cristal de Bastet.— Ella bajó la mirada y Dorian tomó su barbilla para obligarla a que lo mirara.—Pero sobre todo tienes que entender que aquí y ahora yo te estoy diciendo que te amo, ¿entiendes? Solo ve y hazme recordarte... y por favor, perdóname.