-MUJER DE POCA FE-

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Mientras sus labios permanecieron unidos; por la mente de Dorian comenzaban a pasar las imágenes de todo lo que habían vivido en su otro tiempo, desde que él la rescató de la hoguera hasta cuando se despidió de ella en la cabaña de Merlín

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Mientras sus labios permanecieron unidos; por la mente de Dorian comenzaban a pasar las imágenes de todo lo que habían vivido en su otro tiempo, desde que él la rescató de la hoguera hasta cuando se despidió de ella en la cabaña de Merlín. Cuando se separó ligeramente de los labios de Inés ella lo observó detenidamente esperando su reacción, tenía miedo de que solamente ella hubiera visto las imágenes, pero entonces mientras se mantenía a la expectativa Dorian abrió los ojos y la miró, guardó silencio por largos segundos que a Inés le parecieron una eternidad entonces su boca se abrió.

—Hola de nuevo brujita...— le dijo acariciando su cabello y su piel se erizó al oír de nuevo el susurro pronunciando su extraño apodo. —Lo lograste, ¿te duele la cabeza? El golpe fue muy duro...—Inés lo veía como un milagro, aun no podía creer que su Dorian hubiera regresado.

—Dorian... ¿en verdad volviste? — le preguntó ignorando lo que él le había preguntado primero y haciéndole gracia mostró su encantadora sonrisa.

—Si... tú me trajiste, en verdad perdóname por lo que hice, debí elegir bien lo que decía...—Inés un poco mareada aún se sentó y lo abrazó lo más fuerte que pudo, él sentirlo así de nuevo la hizo llorar.

—Pensé que no volvería a verte de nuevo, empezaba a creer que no estábamos destinados...—Dorian la separó de él con una mirada severa.

— ¿Qué? Oye... mira mis ojos, te dije que jamás dudaras de mi amor por ti, nada se compara con lo que yo siento por ti, la magia es mi pasión pero tu sin duda eres mi gran amor, no la magia; tu. ¿Entiendes? Grábalo en tu mente bruja tonta. — La volvió a abrazar y la mantuvo así en sus brazos para consolarla. A lo lejos los estudiantes junto con Morgan veían la tierna escena. — ¿Por qué pensante que no estábamos destinados?— preguntó Dorian curioso.

—Porque tú no llegaste a salvarme y cuando te encontré me rechazaste y me dejaste ir bajo la lluvia de protección, me dijiste que no podías tener una relación, que tú vivías para la magia y nada más, debiste oír como se rompió mi corazón. —terminó de decir con la voz rota y un puchero inevitable apareció haciéndola llorar de nuevo, algo que enterneció a Dorian.

— ¿Yo hice eso?... perdóname, puedo ser un gran maestro hechicero pero cuando se trata de mostrar mis sentimientos soy un imbécil, —él alzó la mirada para ver donde se encontraban y no recordaba nada de lo que había pasado, ahora los únicos recuerdos que tenía eran los que tuvo con Inés en el tiempo que pasaron con Merlín y Bastet. — ¿Dónde estamos? ¿Puedes decirme que es lo que ha pasado?

—Cuando tú me rechazaste y me fui de tu departamento abrí un portal con mis últimas energías a un bosque, ahí una protectora de la realidad estuvo a punto de matarme y bueno... Morgan Leblanc me salvó, me trajo aquí para curar mis quemaduras de la hoguera, y tu volviste a tu refugio, pero ahí te atacó Gedeón justo como nos atacó a nosotros, pero no te preocupes, yo le avisé a Ivonne con  antelación y ella llevó a los estudiantes a un lugar seguro, y tú y ella solo terminaron heridos, tú con una ceja abierta y ella con dos costillas rotas.

Engatozada: DorianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora