Capítulo 12

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Jacob

Fue bastante raro el encuentro que tuve esta mañana con aquella chica, ni siquiera sé cuál es su nombre, estoy un 99.99 % que es la chica con la que me acosté ayer, lo que me sorprendió, y aún no sé si para bien o para mal, es que lo negará. ¿Acaso estaba tan drogado que la cogí mal? ¿Y si no termino? Decido no pensar en eso, si no le gusto el servicio debió pedir que terminara con el trabajo, con gusto se lo hubiera hecho.

Llevo toda la maldita mañana buscando a Scott, creo que ayer lo trate como una basura y para ser honesto necesito a ese imbécil, él es el único que logra calmarme en estos momentos, esta mañana tuve una "pequeña" discusión con Roger, ni siquiera siento que deba decirle Papá, al parecer beberme la botella de whisky fue una gran tragedia para sus negocios.

Al mediodía cuando salgo de mi entrenamiento en el gimnasio decido llamarlo y quedamos de encontrarnos en un lugar cercano, solo bastan un par de minutos para que me perdone, las cosas entre nosotros siempre son así, alguno de los dos la caga y el otro lo perdona casi al instante. Prácticamente somos hermanos. Mí estado de ánimo no es el mejor, lo nota al instante y me pregunta:

- Viejo ¿está todo bien? – dice y el enojo que tenía hacía mí, parece desaparecer al instante.

- No, no es nada ya sabes lo de siempre.

- ¿Tiene que ver con tus padres? Dice Scott y pienso en lo mucho que ha llegado a conocerme.

- Es lo de siempre, tú entiendes como es esa mierda con Roger.

Scott nota cada vez más mi aflicción, dejamos a un lado todo lo que pasó la noche anterior y continuamos hablando:

- Ya sé que no puedes vivir sin mi pedazo de mierda, necesitas relajarte con todo el rollo de tu padre. ¡Vamos! se dé un lugar muy bueno aquí cerca, que te subirá los ánimos.

Sigo a Scott, hasta mi auto, por supuesto Scott empieza con su mierda y me pide las llaves del auto asegurando que no estoy en condiciones para estar frente a un volante, como si discutir con alguien te incapacitara para conducir, decido no discutir y cinco minutos más tarde nos encontramos en el coffe's Bar.

El lugar es bastante atractivo estoy seguro de que a partir de ahora lo visitare con frecuencia. Una vez dentro del lugar, nos acercamos a la caja, una joven, estatura promedio se aproxima para tomar registro de nuestro pedido, ¡no puedo creer lo que mis ojos están viendo! La misma chica de la noche anterior que me ha dejado tirado en el suelo resulta ser que trabaja aquí, que pequeño llega a ser el mundo, parece que mi suerte va mejorando, esto será divertido, siento una chispa de irá recorrer todo mi cuerpo cuando mis ojos se posan en ella, nadie me hace quedar como un imbécil y sale libre de eso, empieza a hablar y yo solo puedo pensar que su actitud no es la adecuada para referirse a los clientes. Pido de una manera altanera y déspota, no me interesa, se lo merece.

Se están tardando demasiado con nuestro pedido, esto no es bueno, estoy comenzando a estresarme, Scott lo nota y llama a la camarera y le reclama, mientras tanto me levantó de la mesa para ir al baño, cuando vuelvo por fin llega nuestro pedido, es la misma chica que tomo nuestra orden, cuando va a poner mi café sobre la mesa los derrama sobre mi camiseta blanca, sé que lo ha hecho a propósito y logra que me enfade aún más y reaccione frente a todos los presentes en la cafetería, le reclamo por lo que acaba de hacer y lo único que hace es ofrecerme una falsa disculpa no le creo nada de lo que dice, y empiezo a discutir con ella, levanta su mano para darme una bofetada antes de que llegue a mi cara logro detenerla; todos están expectantes de lo que sucede. Es tan repugnante, altanera que de no ser mujer le hubiera roto la cara de un solo golpe.

DESENFRENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora