DESENFRENO

Capítulo 29

Jacob.

Cuando Scott me llamó esta mañana a decirme que llevaría a su novia y una de sus amigas nunca creí que me encontraría con la maniática de la cafetería, parece que me la encuentro hasta en la sopa y lo más gracioso es que cada vez que nos vemos encuentro la oportunidad de molestarla. Es divertido verla enfadar, sus mejillas se ponen tan rojas y gorditas como una ardilla. Y es raro que me guste esto ya que odio las ardillas.

Llegamos al apartamento de la chica que nos acogió la noche de la golpiza de Scott. El viaje se vuelve tan fastidioso que no soy consciente de en qué momento me quedo dormido.

- Carajo.- me estremezco y me hago un masaje en la nuca, quedarse dormido durante media hora en una misma posición duele.

Mientras que me acomodo la chica se sube a la camioneta, no logro acordarme de su nombre así que hago un gesto un poco amable, el dolor en mi cuello hace que mi humor sea irritante, la chica se queda un buen rato mirándome y empieza a molestarme hasta que Jerry me grita:

- ¡Tarado! Quita tus mugrosas patas que no dejas pasar a la chica.

Pocos segundos después reaccionó y quito mis piernas del camino entonces logró ver que sus mejillas empiezan a sonrojarse, se sienta al lado derecho entre Jerry y yo. Jerry parece un idiota, no deja de mirarla e intentar utilizar su poco encanto de "chico perfecto" y de repente al fijar mi mirada entre sus muslos me es inevitable recordar lo buena que es en la cama.

Me distraigo por un momento y dejo de ver a esta chica, ah sí recordé su nombre Olivia, dejo de poner atención a la chica que tengo al lado para así fijarme en Holland, afortunadamente todos están tan embobados con sus asuntos y ella tan sumergida en su teléfono que no se da cuenta de que la estoy observando. Por un instante en mi cabeza se cruzan una cantidad de escenas no aptas para menores de edad cuando me fijo en aquel escote que tiene aquella blusa que lleva puesta, favorece mucho a sus grandes amigas.

El camino hasta esa cabaña está siendo cada vez más estresante y fatigante, me acerco a Scott y le digo que nos detengamos en la próxima gasolinera que encontremos. Aproximadamente 25 minutos después Scott disminuye la velocidad para estacionarse en un pequeño espacio que queda disponible.

Parece ser un lugar muy visitado por los turistas, una mujer con un disfraz de pato se acerca a la ventana del conductor, dónde se encuentra Scott y le entrega un volante. Jess, como me dijo que se llama la chica con la que está saliendo, le lanza un golpe a Scott al darse cuenta de que aquella chica se le está insinuando. Scott molesto por su reacción se despide amablemente de la chica, Muy atractiva por cierto. Apaga el motor del auto y se baja de la camioneta cerrando la puerta de un madrazo.

Parece ser que estoy en un show de circo lo cual lo hace aún más gracioso, dos minutos después ella se baja de la camioneta y lo persigue hasta la entrada de una tienda de víveres y otras cosas. Salgó del hueco llamado camioneta y sacó un cigarro del bolsillo de mi Jean negro desgastado.

Mientras fumo una irritante voz que proviene de la camioneta me fastidia es Holland insultándome para que la deje bajar. Cansado de seguir escuchando esa voz que parece querer que me estallen los oídos le abro el paso.

- ¿Qué te traes? ¡Eh gilipollas!- dice Holland empujándome y desafiándome

La rabia se apodera de mí respiro un par de veces me tenso tanto que intentó relajar los músculos, entonces me acerco a ella tanto que nuestros labios quedan a pocos centímetros de distancia pero de repente me agacho y la agarró de las piernas, la levantó y la pongo sobre mi hombro.