DESENFRENO

Capítulo 4

Holly

Después de "organizar" mi habitación bajo a la sala de estar, lo peor de mudarte a una nueva ciudad es que, primero, no conoces a nadie, segundo, no conoces la ciudad, y te aburres como no tienes idea. Lo único bueno de esto es que Jessie y Jake están aquí, y esta misma noche pienso conocer la ciudad.

Jessie siempre ha querido vivir en california y sus padres tienen los recursos para cumplir con todos sus caprichos, el verano pasado ella y Jake visitaron la ciudad y conocieron a varias personas, la mayoría chicos, y como dijo Jessie "son especímenes interesantes".

-¿Qué te parece la casa? – dice mi madre intentando entablar una conversación sin que haya gritos de por medio.

-Es hermosa mamá

- Me alegra muchísimo que te guste, tu Papá y yo la elegimos pensando en ti, la verdad creí que alejarte de Jake y Jessie te sentaría mal, pero estas actuando de una forma muy madura.

-Si Mamá, me sentí mal al principio pero entendí que solo quieres lo mejor para mí.

Aún no le decía a mi mamá que los hermanos Tandler se habían mudado a un vecindario relativamente cerca, y tampoco pensaba decírselo.

-Mamá recuerdas mi amiga de primer grado que te comente que vivía en la ciudad.

-sí, creo ¿Por qué?

-Me invitó a salir esta noche y quería pedirte permiso.

-No puede ser, ¿quién eres tú y dónde está mi hija? Holly es la primera vez que me pides permiso para salir-dijo mi Mamá asombrada, y exagerando también, hubo una vez en la que pedí permiso y no me lo dieron, al final me escape y entendí que era más fácil escaparse a pedir permiso.

Por supuesto todo era mentira, no saldría con ninguna amiga de la infancia, y lo del permiso era más bien para ganar un poco de confianza y tiempo en lo que mi mamá descubría que saldría con los Tandler.

Pase el resto del día en mi habitación, pensando en que ponerme y viendo la tele. A las 7:00 pm ya estaba lista, había alisado mi pelo castaño oscuro y me había puesto un vestido negro bastante sencillo pero a la vez atrevido y bastante ajustado al cuerpo, el maquillaje era simple. A las 7:30 Jessie toco el claxon de su increíble auto último modelo, no me pregunten la marca ni el modelo no sé, ni me interesa nada de eso.

Cuando llego a la puerta mi Mamá está fuera de la casa mirando fijamente el auto, Jessie baja la ventanilla polarizada y grita:

-Buenas noches, señora Prestle.-hace un movimiento exagerado con la mano a forma de saludo.

La cara de mi Mamá está llena de sorpresa, me mira colérica, la situación me parece bastante divertida, y cuando esta por hablar, seguramente para castigarme o prohibirme salir, hablo primero:

-Mamá ella es mi amiga de primer grado que te comente que vivía en la ciudad- le lanzó la mirada más divertida que puedo, y ella no hace sino mirarme con impotencia e irá. Es bastante divertido verla así.

-Nos vemos mañana, me quedare en casa de Jess, adiós Mamá.

- Holland Prestle que crees que haces, esta fue una de las principales razones para que nos mudáramos, y ahora arrastras a esta niña loca a nuestras vidas de nuevo, te parece muy divertido ¿no? Después de esta noche no volverás a salir y más vale que llegues a casa si no quieres terminar peor de lo que lo harás.

- No sé de qué hablas, solo te pedí permiso para salir y tú me lo diste.-Me hago la boba

-Nos vemos mañana, te amo- le doy un beso rápido en la mejilla y me dirijo al auto.

Mi Mamá me sigue mirando como si quisiera matarme, hace mucho tiempo que no sigo órdenes, y hace tiempo aprendí que un enfrentamiento con cualquiera de mis padres es más una pérdida de tiempo que cualquier otra cosa. Terminó de subirme al auto le guiño un ojo a Jess y arranca a toda velocidad.

-Bienvenida a california.- Dice Jess con una sonrisa mientras acelera.