DESENFRENO

Capítulo 25

Holly

Todo marcha muy bien, o eso se puede decir, en la universidad estamos en semana de descanso, en estos momentos me encuentro aquí sentada en la cafetería esperando a Jess. Me llamó hace unos minutos diciendo que nos viéramos aquí, que tenía algo importante para decirme. Me molesta tener que esperar no entiendo que puede ser tan importante como para no decirlo por teléfono.

Después de un buen rato de espera por fin está aquí frente a mí, está tan emocionada, tanto que es un poco irritante:

- ¿Qué sucede Jess? ¿Qué es tan importante y te tiene tan emocionada?

- Prepara tus maletas, este fin de semana nos vamos de este infierno.

- ¡Alto Jess! ¿A dónde iremos? y más importante ¿con quién?

- Saldremos con Scott, es el chico con el que estado saliendo estos meses y su grupo de amigos.

- No, ni lo sueñes no pienso ser el mal tercio en tus planes con ese chico.

- Pero ¿qué dices?, vamos Holland no estaremos solo nosotros irán más chicos y ¿si encuentras a alguien? Una distracción.

- No gracias, tus ofertas no son nada agradables, No seré la niñera de ningún bebe disfrazado de hombre.

Estaba completamente loca, sin pensaba que le daré permiso para que sirva como encubridora, me levanté de la cafetería y la deje hablando sola. Tardó varios minutos en darse cuenta que me había ido del lugar, salió tras de mí:

- ¡Vamos Holland! Tienes que ir, te necesito, puedes conocer chicos nuevos ¡por Dios, supera a mi hermano! Está saliendo con alguien más.

Me detuve en seco cuando escuché aquellas palabras que salían de su boca provocando en mí, fastidio, enojo y desilusión, quizás pensé e idealice qué entre Jake y yo las cosas serían duraderas, me di la vuelta y camine dos pasos para acortar la distancia que había entre nosotras:

- Jessie, me importa un carajo todo lo que tenga que ver con tu hermano, si necesitas que te acompañe algún lugar deja de jugar sucio intentando manipularme, Deja de una vez por todas tu niñería, estas bastante grandecita para estos juegos, conmigo no funcionan, que te quede claro.

- ¡Holland! Eres una envidiosa, cuando por fin soy feliz con alguien no puedes apoyarme, él es diferente a todos, al fin siento que encotre al indicado, me trata bien, me respeta, quiero que esto funcione, Solo quiero que mi mejor amiga me acompañe, te necesito.

No podía creer lo que estaba escuchando, oírla hablar así de alguien era nuevo para mí. Por un momento sentí que estaba siendo egoísta con mi mejor amiga. Había logrado conmoverme Después de aquel largo silencio me acerque a ella y dije:

- ¡Jess! Está bien. Contestó resignada, iré contigo, espero que esta vez sea diferente, siempre me sentiré feliz si tú eres feliz.

Jess emocionada, con ese brillo en sus ojos verdosos sale corriendo hacia mi encuentro, me rodea el cuello en un fuerte y asfixiante abrazo.

- Basta Jess, vas a sacarme todo, me necesitas viva.- me suelta y me sonríe satisfecha por haber conseguido lo que quería como la chica caprichosa que es.

- Necesitamos ir de compras, no voy a permitir que uses ese traje de baño que tienes parece de la pre historia.me tomó del brazo y empieza a correr halándome.

- Detente, Jess nece...sito digo asfixiada tomar un po...co de aire.- Jess no para de reír, mi físico es pésimo llevo un tiempo sin practicar ningún tipo de deporte.

- Wuao Holland corrimos menos de una cuadra, necesitas mejorar tu físico urgente.- dice Jess burlándose de mi desgracia.

Finalmente recupere un poco el aliento, nunca he manejado el coche de Jess me aprovechare un poco de su emoción así que me acerco a ella, y extiendo mi mano. Indicando para que me entregue las llaves del auto. No espero mucho, cuando ya las tengo en mis manos abro la puerta de conductor y entro al auto.

Salimos del estacionamiento de la cafetería con la mayor "prudencia", encendí la radio, subí el volumen y la canción que estaba sonando era GIRLS JUST WANNA HAVE FUN, CINDY LUPER. Recorrimos la ciudad, cuando íbamos llegando al centro, el velocímetro marcaba 120 km, llegamos al lugar, Jess un poco mareada me pidió que le ayudara a bajar del auto quizás no pudo acostumbrarse a la velocidad con la que iba, no paraba de reír hasta que de repente Jess vomito mis botas negras de cuero favoritas y mi emoción desapareció instantáneamente.