Capitulo 41

26 3 0
                                        


Holland

Preocupada por el comportamiento de Jacob, tan histérico, de repente le da un puñetazo al volante. Me atemorizo cada vez más le grito iracunda ¡Detén el auto! ¡Ahora! El auto se detiene de un frenazo, cuando puedo me desabrocho el cinturón y me bajo lo más pronto posible.

- ¡Nos quieres matar!¿por qué diablos te comportas así? Eres un estúpido irresponsable, estas vuelto una mierda, borracho, pudiste matarnos, pero claro cómo eres el típico chico que espera que Mami y Papi te salve te comportas como un bebé.

- Me tienes harto, me desesperas, cada vez que te tengo en frente tengo ganas de callarte, tu terquedad, lo estúpido que me pones cuando te tengo cerca, ¡acaso no lo entiendes! Me estuviste evadiendo toda la fiesta, ¿crees que no me di cuenta de ello?- dice Jacob desesperado

- No hables más, que clase de excusas son estas, tú eres un idiota que no sabe lo que quiere. Tan fácil es para ti estar con una persona una noche, y en la mañanas haces de héroe.- digo molesta, con una sensación que me revuelve el estómago.

- Porque no entiendes, que me vuelves loco, que cada vez que estoy cerca de ti, lo único que pasa por mi cabeza es besar esos dulces y carnosos labios.- se acerca tanto a mí que nuestras miradas se cruzan y dicen muchas cosas.

- Todo lo que dices es mentira, por favor acaso me crees tan imbécil como para creerte que te intereso ¿qué ganas con esto?- triste, desilusionada, enterándome de lo cínico, y como piensa que puedo creerle algo así.

Molesta, después de haberle dicho todo lo que sentía, me doy la vuelta y me alejo, camino por la carretera alejándome de él, la única noche que todo parecía real, fue tan fácil destruirlo a la mañana siguiente. Con todo esto en mi cabeza no me doy cuenta que Jacob empieza a gritar detrás de mí.

 ¡Detente! ¡Mierda! Escúchame te lo pido. Continuaba ignorándolo, mis pensamientos tan nublados, cuando escucho que grita: ¡Cuidado! Y caigo a un lado de la carretera. un maldito idiota que al parecer conduce peor que Jacob estuvo apunto de matarme, mi respiración esta acelerada y siento la adrenalina y el pánico latirme en la cien.Después de unos minutos reacciono y lo empujo. Me levanto para irme y poder empacar mis maletas. Esta locura pronto terminara, él  a la fuerza me hala y me besa, me separo, le pego una cachetada y le digo:

- ¡Llévame a casa ahora!- le ordeno

Estoy tan molesta en este preciso momento, que lo único que quiero es estar en mi casa, todo este viaje ha sido un completo desastre. Jacob conduce con prudencia y me siento aliviada por eso, mientras tanto el ambiente esta tenso, tantas cosas han ocurrido entre nosotros en estos días que no sé cómo me siento ahora. Minutos más tarde tenemos que detenernos, una tormenta se aproxima anuncian en la radio. Quedamos justo en frente de una cafetería Jacob me mira y dice:

- ¿Quieres que te traiga un café, algo para comer? – dice intentado ser amable.

Lo ignoro y dejo de mirarlo, me giro hacia la ventana dándole la espalda,ya no estoy molesta nunca estuve molesta con él, por lo menos no hasta que me subió al carro,  me sentía traicionada, lo que había pasado entre nosotros, había provocado una sensación nueva dentro de mí, y al verlo con Olivia me preguntaba ¿ tan rápido te puedes olvidar de nuestra noche? Y, me siento tan estúpida al pensar esto, porque nunca pensé que me podría ver tan insegura con respecto a lo que fue esa  rara situación entre nosotros.

Un golpe en el auto, me despierta de mi pequeña charla conmigo misma, cuando me giro para ver ¿Quién es? Jacob golpeando para que le abra y quite el seguro, lo hago y el entra empapado al auto, con dos emparedados y dos cafés. No puedo evitar preguntar:

- ¿te comerás todo eso? - hago una pregunta bastante estúpida

- De hecho, lo traje para ti-dice Jacob sonriéndome y acercándolo para que lo reciba.

- Gracias.- lo miro por unos segundos y me como mi emparedado, tenía hambre

Cuando por fin termino mi sándwich y mi café me doy cuenta, que Jacob está observándome, entonces yo también me quedo mirándolo, por unos minutos ninguno de los dos dice nada. Entonces decido romper aquel silencio y le digo:

- ¿Qué pasa contigo, con nosotros?- me siento una boba haciendo esta pregunta, pero necesito una respuesta de su parte. No sé en qué lugar estoy con él, hace dos días lo aborrecía y ahora no se nada.

- No sé, Holland esto es muy difícil de comprender tú, yo no sé qué sucede, pero hay algo que si se, me gustas y quiero estar ahí para ti, creí que estábamos bien de repente esta noche me ignorabas. ¿por qué?

- Te vi con Olivia, tú y ella estaban a punto de besarse, tan cerca el uno del otro,  como puedes decir que yo te gusto si después estas con otras chicas seduciéndolas.

- ¿Olivia? ¿De qué hablas? No pasa nada con ella, Holland mírame, te digo la verdad.- me dice mientras pone una de sus grandes, fuertes y suaves manos en mi rostro, miro cada detalle en su cara y no digo nada, solo dejo que lo haga, se acerca suavemente y me besa.

Respondo a su beso, quiero creerle y dejarme llevar por esto que siento, es algo tan distinto, nunca antes me había sentido así, me rió y los dos nos miramos, tenemos que bajar del auto y buscar donde quedarnos, es muy tarde y la lluvia aumenta cada vez más y tenemos que resguardarnos. Bajamos de la camioneta y corremos hasta la cafetería, antes de que el señor cierre le pedimos que por favor nos deje entrar y pasar lo que queda de la madrugada ahí, y podamos regresar antes de que amanezca, mañana partiremos a casa, volveremos a la vida real.

DESENFRENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora