Capítulo 39

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Olivia

- Está en una de esas repisas no me acuerdo muy bien de cual es.- dice Jess haciéndose pasar por la persona más amable.

No respondo nada, avance hasta entrar en el lugar y agarrar el botiquín, un fuerte golpe en la puerta hizo que retrocediera. Tomó el pomo de la puerta e intento abrirla pero era imposible esta tenia seguro. La angustia se apodero de mí y empecé a tener pánico. ¡POR FAVOR ALGUIEN QUE ABRA LA PUERTA!- gritaba,  busque cualquier cosa que pudiera ayudarme a abrir, el encierro nunca me permitía pensar correctamente, empecé a dar pequeños pasos por el cuarto y gritar tan fuerte que me ardía la garganta, no soportaba el dolor y me resigne.

Me tiro al suelo y empiezo a llorar, tanto que empieza a dolerme la cabeza, Cuando estoy a punto de tranquilizarme una de las tantas cajas que hay en la repisa cae al suelo y pego un grito, salto pensando que puede ser un ratón. Mi corazón está a punto de estallar, miro a mis lados y agarro el primer objeto que encuentro para defenderme de los posibles ratones, con pasos cautelosos me acerco para poder saber qué hay, ya estoy cerca cuando mis ojos no pueden creer lo que están viendo, no lo puedo creer es...SCOTT.

Tiro el palo que tengo en mis manos, y me aproximo, me arrodillo frente a él, empiezo a preocuparme tanto por el que me salgo de mis cabales, lo regaño como si fuera su madre:

- Eres un irresponsable ¿Cómo te has hecho esto? ¿Qué sucede con todos hoy? Esta fiesta es un caos, eres un....Agg... un ¡IDIOTA!

Me mira fijamente y suelta una carcajada. No logro entender la reacción que recibo de su parte, tanto que me pone de peor humor, como puede estar riéndose, como si lastimarse sea algo de lo cual sentirse orgulloso, los hombres son unos imbéciles, especímenes que deberían madurar.

- No puedo creer lo linda que te ves cuando se te pronuncia esa vena en tu frente.- se acerca mucho a mi, acariciando mi rostro y deslizando sus dedos en aquella vena que siempre se pronuncia cuando estoy estresada, enfadada.

De inmediato me ruborizó, dejo de mirarlo y agacho la mirada avergonzada, él hace que lo mire nuevamente, su rostro cada vez está más cerca de mí, mis manos se apoyan en su pierna, lo sigo y me acerco más a él, a pocos milímetros de separación el ruido de la puerta abriéndose logro espantarme y me separo de él.

- ¿Qué te paso, bebe?- se acerca Jessica a Scott preocupada, casi llorando.

Salgo de ahí rápido, me siento enojada conmigo misma, ¿Qué me pasa? Estuve a punto de besarlo, de nuevo, no puedo hacer esto ¿En qué clase de persona me estoy convirtiendo? Cuando salgo del lugar notó que ya no hay música, ya no hay nadie entonces pensé "algo tuvo que pasar para que esto terminara tan pronto". Camino hasta mi habitación y empiezo a empacar mis cosas, mañana regresare a mi realidad, lo que suponía sería un descanso, termino siendo un Mar de confusiones y una de ellas se llama Scott.

DESENFRENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora