Me estaba volviendo paranoica, total y absolutamente paranoica. Después de la nota, comencé a pensar en posibles sospechosos, pero llegó un momento en el que desconfiaba de todo el mundo. Decidí no darle más importancia después de cinco días. Seguí con mi vida, como si no hubiera pasado nada, como si nunca hubiera recibido aquella advertencia, y por supuesto, continué ayudando a Archie después de las clases. Cuando pensé que todo había quedado en una simple broma, recibí una segunda nota. Misma letra, mismo color. Esta vez, la advertencia era parecida: NO TE ACERQUES MÁS A ARCHIE. Aquello ya no tenía gracia, de hecho, estaba empezando a molestarme y aunque me costara reconocerlo, incluso me asustaba.
Volví a pasarme todo el día observando a todos los que pasaban a mi alrededor. Pensé más detenidamente en todos los que podían haberme mandado la nota. Pensé en todas aquellas chicas del instituto, todas las que podían estar interesadas en Archie, hice un cálculo rápido, podíamos estar hablando de un 99% del instituto, si, en el último momento decidí meter también a los posibles chicos, recordando a mi amigo Kevin, hace dos veranos, cuando vio por primera vez a Archie en bañador y se pasó el resto del verano hablando de sus preciosos abdominales. En conclusión, la lista era interminable, era imposible que pudiera encontrar a algún sospechoso de aquella manera.
-¿En qué piensas?- dijo mi hermano mirándome por encima de su libro de lengua, desde el otro lado del sofá.
-Nada. Leo.- le dije ocultándome detrás de mi libro de química.
-No es cierto. Llevas sin pasar de página aproximadamente veintidós minutos.
-¿Los estas contando? Entonces el problema creo que lo tienes tu. -dije entrecerrando los ojos.
-Estas tensa y a la defensiva. ¿Te ha pasado algo con las chicas del equipo?- odiaba que me conociera tanto y que pudiera sonsacarme las cosas si no tenía cuidado.
-Si.- mentí. -Últimamente está siendo todo bastante duro. El estrés de los exámenes, la competición... creo que me está superando.
-¿A ti? -dijo mi hermano asombrado.- Vaya, pensé que siempre tenías todo bajo control.
-Yo también.- dije con una risa irónica.
Sonó el timbre, pero estaba tan concentrada en mis pensamientos que apenas puse atención, hasta que vi a Jughead Jones mirándome desde la puerta de la entrada. Hice como si no le hubiera visto, me escondí de nuevo detrás de mi libro como si fuera una niña de cuatro años pensando que de aquella manera, él tampoco podría verme.
-Pasa.- le dijo mi hermano, haciendo un gesto para que se uniera a nosotros. Yo preferí seguir evitándolo. -Siéntate, iré a por algo de beber. -dijo Marcus dejándonos solos y creando un ambiente tan tenso que podía cortarse con un cuchillo.
-¿Qué estudias? -me dijo sin poder mirarme, mientras tocaba cosas que había por encima de la mesa.
-¿Sabes leer?- le dije sarcástica- Sólo tienes que leer la portada, Einstein.
-Perdón.- me dijo recostándose en el sofá mientras reía levemente. Seguí intentando leer mi libro de química, pero con pésimos resultados. -He venido a estudiar con Marcus, me ha dicho que me ayudará a aprobar física e inglés.
-Me alegro.- le dije sin mucho entusiasmo. ¿Por qué me contaba todo eso? ¿Por qué quería hablar? ¿De verdad pensaba que había olvidado lo que pasó entre nosotros?
-Aunque tu hermano me dijo que la que era realmente buena dando clases, eras tu. -Y algo se iluminó en mi cabeza, aquel comentario tuvo un tipo de doble significado para mi.
-¿Qué quieres decir?- le dije cambiando de posición y mirándole por primera vez.
-Eso, que eres buena profesora ¿no? -me dijo desconcertado.
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Entre luces y sombras | BUGHEAD.
FanfictionAnte la luz, todo es perfección. Entre las sombras, aparecen las debilidades. He perdido el control de mi mundo y todo es culpa tuya, Jughead Jones.