Entre luces y sombras | BUGHEAD.

En la oscuridad.

Estas corriendo para alejarte de esto y puedes desnudarte sin mostrar la piel, pero puedo ver que estas asustado por tus emociones. Entonces, ¿por qué no puedes mostrármelo? Puedo ver que estas buscando distracciones, puedo ver que estas cansado de actuar. Por ello, ¿por qué no puedes mostrarme quien eres en la oscuridad?

-¿Quieres agua? -le preguntó mi hermano a Jughead mientras este apenas podía responder.

Aún no había tenido fuerzas para acercarme desde que despertó, aquella imagen había sido demasiado desgarradora. Jughead en aquel sofá, lleno de sangre, de golpes, inconsciente, fuera de si... Me dolía tanto el cuerpo que fue como si pudiera empatizar con él hasta tal punto, que pude sentir todo su dolor. Cuando empezó a despertar me quedé petrificada en la cocina, no podía moverme, tenía miedo de enfrentarme a la realidad.

-¿Qué te ha pasado? ¿Recuerdas algo?- preguntó Sweet Pea a su lado. Jughead movió la cabeza confundido.

-¿Sabes quién ha sido?- preguntó ahora mi hermano. Jughead se llevó lentamente las manos a la cara junto con una expresión de dolor.

-¿Sabes que querían?- volvió a preguntar Sweet Pea.

-Le estáis agobiando.- grité desde la otra punta de la caravana, que aun así, seguía siendo cerca del lugar donde se encontraban.

Avancé dos pasos y vi como la cara de Jughead se descomponía al verme.

-¿Que haces aquí? -dijo hablando por primera vez, en un pequeño susurro.

-Yo... -quería decirle la verdad, que había ido porque estaba preocupada por él, pero no pude.- He venido con Marcus.

-No debería estar aquí.- dijo apartando su mirada de mi.

-¿Qué te ha pasado, Jughead? -volvió a preguntar Sweet Pea, aun más serio.

-No lo se.- suspiró Jughead. -No vi nada, estaba volviendo de la fiesta y quería pasar por el bar para buscar unas cosas y alguien me atacó por detrás, después, todo se volvió negro. -dijo sin poder mirar a nadie, con la mirada perdida en algún punto en la lejanía.

-Seguro que han sido los espectros, siguen cabreados por lo de ese terreno del sur que les quitamos.

-Hay que encontrar a esos desgraciados.- dijo mi hermano haciendo que me tensara, jamás le había oído hablar así.

-No.- dijo Jughead agarrando el brazo de mi hermano y volviendose a mirarme.- Tu te vas a casa, y te llevas a Betty. Esto es asunto mio.

-¿Estas loco? Casi te matan, no vamos a quedarnos de brazos cruzados.

-Os he dicho que no. Ahora mismo no necesitamos más problemas, no sabemos si han sido ellos. -dijo Jughead demasiado calmado para toda aquella situación.

-Nos quedamos entonces.- dijo mi hermano.- No te dejaremos aquí solo. Hoy no.

-Joder, estoy bien.- dijo Jughead, ahora si, más alterado.

-No puedes quedarte aquí solo. Después de una paliza como esa puedes volver a tener mareos o nauseas, sería conveniente que alguien te vigilara. -dije para sorpresa de todos que parecían haber olvidado que seguía allí.

-Betty... -dijo Jughead serio.- Tu... - y antes de que pudiera decir nada, el teléfono de Sweet Pea sonó.

-¿Ryan?... Si, esta bien. Voy yo, Marcus se quedará. ¿Cuanta gente necesitas? Joder...

-¿Qué pasa? - preguntó Marcus con ansiedad cuando este colgó.

-Son las caravanas del lado oeste del camping. Al parecer, con la tormenta que está cayendo el río está empezando a desbordarse y tenemos que ayudar a las familias a buscar otro sitio para pasar la noche...