Maldito, maldito, maldito sábado. Hace siete horas si me hubieran dicho que ahora mismo estaría haciendo esto jamas lo hubiera creído. De hecho, ahora mismo sigo teniendo dudas de que de verdad esté pasándome esto.
Llevaba un rato escuchando música y leyendo mientras me terminaba mi helado de chocolate en pijama, mi noche de sábado perfecta, tampoco es que haya probado otra cosa pensé. Comenzó a vibrar algo debajo de mi pierna derecha, reconocí la foto al segundo, era mi amiga Verónica, no me podía creer que siguiera insistiendo en que fuera a esa estúpida fiesta, así que preferí no coger el teléfono. Me dí un baño relajante y a la hora tenía otras siete llamadas de Verónica, entonces mi alerta roja se encendió, Marcus.
-Verónica, ¿qué pasa? - la dije algo angustiada.
-Betty, te he llamado nueve veces, ¿se puede saber que te pasa?
-Verónica, ¿ha pasado algo si o no?
-Tienes que venir aquí Betty, es Marcus.
Mis sospechas se acababan de confirmar, algo le había pasado a mi hermano, me quedé paralizada dos segundos después de colgar a Verónica, al siguiente segundo estaba saltando de la cama y poniéndome lo primero que había tirado en el suelo de mi habitación.
-Betty, ¿vas a algún sitio? - no recordaba que mis padres estaban en casa y tampoco había pensado en ninguna excusa.
-Me voy a... una fiesta.
-¿Tú?- la cara de mi madre palideció.
-Mamá, es un rato, muy corto. Verónica ha tenido un problema con su vestido.
-¿Y no puede pedirle ayuda a otra amiga? No entiendo que esa chica siempre esté tirando de ti...
-Ahora no mamá, soy mayorcita. Puedo elegir si quiero ir a ayudar a mi amiga o no. - después de esto di un portazo y salí como una bala de aquel lugar.
Y aquí estoy ahora, cruzando un patio lleno de borrachos e idiotas. Me abrí paso en cuanto llegué a la puerta de la casa de Cheryl Blossom, había demasiada gente y no había ni rastro de Verónica por ningún sitio. Seguí caminando, comencé a preguntar a la gente por mi hermano, aunque no conseguía encontrar tampoco a ningún amigo suyo. Me estaba poniendo histérica, no podía controlar la situación. Sentí una angustia muy grande en el pecho, hasta que dos brazos me rodearon.
-Creo que es la primera vez que puedo decir que te veo en un sitio como este, ¿verdad? -Oh, no.
-Andrews, ahora no, por favor.
-Betty, tienes mala cara, ¿has bebido algo?
-No. Pero no encuentro a Marcus ni a Veronica. ¿Los has visto? -Y entonces lo vi, una mirada de odio cruzaba la habitación, parecía como una linea roja de fuego que llegaba hasta las manos de Archie, en mi cintura. Era Jughead Jones, y de la nada apareció Verónica agarrandome rápido del brazo y arrastrándome al patio trasero.
-¿Qué te ha pasado?- grité mientras miraba la cara de mi hermano toda hinchada y de color morado.
-Me he tropezado y me he dado con un mueble, Betty, solo eso.
-¿Piensas que soy idiota?- Vi como por primera vez mi hermano me miraba a los ojos y la cara de Verónica se tensaba.
-Betty, te estoy diciendo la verdad. ¿Por qué iba a mentirte?- se levantó para evitarme.
-Eh, mirame Marcus, por favor. ¿Qué te pasa?
-Mañana hablamos, Betty. -me dijo mientras se dirigía hacia el interior de la casa no sin antes mandarle una mirada extraña a mi amiga Verónica.
-¿Alguien me va a explicar algo, por favor?- dije en alto. Verónica rió nerviosa.
-Escucha, esta bien. No te preocupes, no quiere quedar como un idiota delante de sus amigos, es normal que esté más nervioso.
-Estaba muy preocupada Verónica, ¿lo entiendes?
-Perdona, es culpa mía, debí decirte que no era para tanto... -dijo mirando hacia otro lado.
-No V, has hecho bien, en serio, muchas gracias. -dije respirando hondo por primera vez en mucho rato.
-Bueno, ¿tomamos algo? Necesitas recuperar tu color de cara habitual.- dijo entre risas.
En otro momento habría denegado cualquier invitación de cualquier tipo pero tenía muchas emociones corriendo por mi cuerpo y realmente necesitaba beber un vaso de agua si no quería sufrir un colapso. Así que seguí a Verónica hasta la cocina sin poder mirar a otro sitio que no fueran mis propios pies.
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Entre luces y sombras | BUGHEAD.
Fiksi PenggemarAnte la luz, todo es perfección. Entre las sombras, aparecen las debilidades. He perdido el control de mi mundo y todo es culpa tuya, Jughead Jones.