Huir.

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Me atraviesa el corazón y yo espero morir. A mi amante nunca le mentiría, él me dijo que fuera sincera, y yo le juré que así sería porque al final, somos él y yo. Porque tenemos ese tipo de amor, un amor de locos. Yo soy suya y él es mio, porque al final del día, somos sólo él y yo.


-5, 6, 7, 8, va. -dijo Cheryl Blossom mientras marcaba por décima vez nuestras posiciones. -Bien, ahora desde arriba.- dijo mientras se unía a nosotras para poder completar la pirámide.

Miré a Verónica buscando algo de consuelo en su mirada, después de hora y media sin parar había pocas partes en mi cuerpo que aun no me dolían. Aún así entendía que Cheryl pusiera tantas ganas en esto, para ella el equipo lo era todo, era perfeccionista, como yo solía ser antes de conocer al gran desastre de mi vida. No quería seguir pensando en él, ya que suponía el 90% de mis pensamientos y eso lo convertía en algo obsesivo.

-Mal.- gritó Cheryl, tuve suerte ya que esta vez yo no era su víctima. Apoyé las manos en las rodillas y dejé caer mi cabeza mientras Cheryl despellejaba a Josie por no estirar sus brazos lo suficiente. Cuando me incorporé pensé que estaba presenciando una alucinación, pero duró apenas unos segundos, ya que cuando alejó aquel cigarro de su boca y sonrió levantando su cabeza a modo de saludo, supe que era real y que Jughead Jones estaba sentado en las gradas mirándome fijamente.

-Creo que ahora va a ser un poco más difícil que te concentres.- me dijo mi amiga levantando las cejas y sonriendo con picardía.

-Cállate.- le dije mientras la fulminaba con la mirada e intentaba no mirar a Jughead quien parecía divertido, como si hubiera escuchado el comentario de Verónica pese a la distancia.

-Esta bien, ¿preparadas? -preguntó Cheryl.

Y dudé si responder ya que me empezaron a temblar las piernas tanto que temí que no me sostuvieran ni un minuto más. Respiré y me centré en la rutina.

-Parad. -dijo Cheryl de nuevo, a punto de matar a alguien.

-La que sea que está liada con Jughead Jones.- dijo pronunciando su nombre tan despacio que pude sentir como en la primera sílaba ya todas tenían sus ojos puestos en mi.- Que le diga que vuelva más tarde porque está haciendo que os desconcentréis.

Y puse mis manos en la cara para que no notaran como la sangre me había subido hasta las mejillas. Ignoré sus miradas y cuando Cheryl volvió a gritarnos que tomáramos posiciones miré a Jughead y le hice señas para que se marchara, pero como era de esperar, él simplemente se acomodó, cruzando sus brazos y levantando una ceja, desafiándome. Me ponía de los nervios tanto que a veces quería matarle y a la vez, hacía que quisiera quitarle la ropa en los momentos menos indicados.

-¿Qué haces aquí? -le dije mientras salía rápidamente del vestuario y nos arrastraba hasta un lugar más alejado.

-Quería verte.- y al sonreír hizo que notara una corriente eléctrica por todo el cuerpo.

-Ya. Pero no has venido al instituto en tres semanas, ¿y te presentas aquí como si nada?

-No, como si nada no, tenía una razón muy importante para venir.

-Ya, distraerme en el entrenamiento, ¿no? -y me agarró juntando sus manos detrás de mi cintura.

-No voy a negar que me divierte ver el efecto que tengo en ti.- y besó mi cuello.- Aunque tampoco puedo negar que me encanta verte con esta falda.- y su mano se perdió dentro de la misma.

-Cheryl me matará.

-Tranquila, ya me ha dicho que si vuelvo a intentar distraer a sus animadoras con mi presencia piensa rayarme la moto.

-Se toma esto muy en serio. -dije divertida al intentar imaginarme aquella escena.

-¿Vamos a algún sitio? -sugerí nerviosa, y es que, nunca antes habíamos ido a ningún sitio, juntos, como pareja o lo que fuera que eramos.

-No puedo.- y sentí una punzada de dolor ante su rechazo. -Pero no hagas planes el sábado, pasaré a por ti sobre las 7.

Y le besé tan fuerte que me dolieron los labios durante unos segundos.

-¿Eso es un sí? -dijo juntando nuestras frentes. Le respondí sonriendo, ya que no podía decir ni una sola palabra. -Ahora tengo que ir a ver a los serpientes.

-¿Van a discutir sobre...?

-Si, sobre que van a hacer conmigo.- dijo algo incómodo.

-Tranquilízate, todo va a salir bien. Ryan te perdonará.

-No todo depende de Ryan.- dijo mirando al suelo, algo inquieto. -Te llamo luego.- dijo besando mi frente de nuevo y desapareciendo en aquella moto de color negro.


Después de comerme las uñas de ambas manos y dar vueltas por la ciudad en mi coche intentado buscar excusas para no plantarme en aquel bar, pese a que todas eran bastante convincentes cuando quise usar mi sentido común ya estaba buscando rincones oscuros donde no llamara mucho la atención en aquel bar de moteros.

-Escuchadme.-gritó uno de ellos y tuve un flashback de aquel momento en el que nombraron a mi hermano serpiente y pensé mi vida había llegado a su fin.- Estamos aquí para votar sobre el destino de Jughead Jones dentro de esta familia.

Siguió hablando un buen rato sobre los valores de ser un serpiente, la importancia de respetar y proteger a la familia... y en algunos momentos recordé porqué solía pensar que eran una secta.

-Los que estén a favor, levantad la mano. -dijo aquel hombre gigante, con la barba rojiza y la chaqueta de cuero.

Parecía que todos estaban de acuerdo, vi como Sweet Pea levantaba la mano sin dudar un segundo, Ryan levantó su mano mientras le hacía un gesto con la cabeza a su amigo, pero entonces, vi que uno de ellos no había levantado la mano, cuando vi quien era, mi sangre ardió.

-¿Qué crees que haces? -dije acercándome a él cuando salió por la puerta de aquel bar.

-¿Qué haces aquí? -me dijo sin poder mirarme y a unos pasos Jughead Jones se congelaba al verme.

-Te he hecho una pregunta, Marcus.- pero no obtuve respuesta y sentí que mi enfado aumentaba por momentos.- ¡Respóndeme! -dije gritando y vi como Jughead que había intentado mantenerse al margen se acercaba intentando alejarme de Marcus.

-Relájate.- me dijo mirándome a los ojos.- Lo ha hecho por ti, no estoy enfadado y tu tampoco deberías. Entiendele.

-¿Cómo has podido hacerle esto? -dije ignorando a Jughead, aquello era entre Marcus y yo. -¿Tanto te molesta que quiera estar con él que tienes que castigarle así? -y Jughead me agarró de la cintura intentando girarme para que le mirara.

-No la toques.- dijo mi hermano con los ojos llenos de llamas y Jughead me soltó inmediatamente.

Sabía que Jughead le tenía el suficiente respeto a mi hermano como para hacer todo lo que él le pedía en ese momento, pero yo no podía. Quería decirle a Marcus que en ese momento le odiaba, que no podía entender como le hacía aquello al que era como un hermano para él, pero no podía hablar. Agaché la cabeza, apunto de romper a llorar y cuando la primera lágrima tocó el suelo, aquel silencio que nos rodeaba se rompió por el rugido de una moto. Le miré, y ahí estaba, sentado en su moto, olvidándose del resto del mundo y ofreciéndome su mano. Aunque lo que realmente me ofrecía, era huir de allí junto a él.


Está loca, pero la amo y jamás huiría lejos de ella. Porque, ¿qué sería el amor sin dolor o sin sufrimiento? Y lo más seguro es que muramos juntos. Y es que en el final, seremos sólo ella y yo.

Him & I - G-Eazy & Halsey

Entre luces y sombras  |  BUGHEAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora