Entre luces y sombras | BUGHEAD.

Decepciones.

El primer rallo de luz que cruzó aquella habitación iluminó la cara de Jughead, resaltando aquellos rasgos tan perfectos y a la vez tan suaves y sutiles. Sonreí al notar el calor de su cuerpo, aun pegado al mio, su expresión era tranquila, me gustaba pensar que sus pesadillas desaparecían cuando estaba conmigo, que se sentía a salvo. Dibujé con la yema de mis dedos las lineas de su cuerpo; su cara, su cuello, sus hombros. Su piel era suave, pero al tomar contacto con la mía, ardía. Era el hombre más guapo del planeta, y había sido mio por toda una noche. Me sentía especial, única. Aunque sabía que no era la primera y tampoco estaba segura de poder ser la última. Pero poco me importaba, porque aun podía notar el calor que generaba el roce de su piel contra la mía. Sus caricias, sus manos, sus besos. Podía notarlo si, pero a la vez, ya lo echaba de menos. Sentía que ya había creado una dependencia hacía su cuerpo y hacía lo que provocaba en mi.

Un ruido en la mesilla me devolvió a la cruda realidad. Su móvil sonó varias veces y vi como Jughead fruncía el ceño, sin abrir aun los ojos. Lo agarré para que no pudiera despertarle y sin darme cuenta, estaba leyendo aquel mensaje en su pantalla.

Esta noche, 12 y media en el muelle siete, si faltas, volverás a recibir otra paliza. -M.

Releí aquellas palabras unas diez veces, sintiéndome cada vez más confusa. Miré a aquel chico que hace unos instantes significaba el cielo para mi, pero ahora, volvía a ser aquel desconocido que impedía una y otra vez que pudiéramos conocernos. Le miré por última vez, triste y cansada de intentar quererle y de sentir como él me alejaba.

-¿Crees que debería preguntarle o mejor espero?- preguntó mi amiga indecisa mientras caminábamos hasta la puerta del instituto.

-No.- dije perdida mirando a un punto fijo.

-No, ¿qué?

-No le hables y tampoco busques más explicaciones, no merece la pena.

-Pero necesito aprobar la asignatura del señor Morgan, sino mi madre me matará. Espera, ¿de qué estas hablando tu? ¿Has escuchado algo de lo que te he dicho?

-Si. Eso de que necesitas aprobar física. -dije fingiendo que sabía de que hablábamos.

-No, he dicho profesor Morgan, hablo de historia. ¿Se puede saber donde estás? Vuelve a la tierra. -me dijo mientras movía su mano por delante de mi cara sin cesar.

-Perdona, si. Estoy algo distraída. -dije fingiendo una sonrisa.

-¿Algo relacionado con el rey de los serpientes?- insinuó mi amiga mientras dibujaba un corazón con los dedos.

-No. -dije zanjando el tema. Quería contarle a Verónica todo lo que había pasado, pero ni yo estaba segura de lo que estaba pasando. -Te veo en el entrenamiento. -le dije mientras agarraba mis libros y salía de allí tan deprisa como podía.

Por suerte, Jughead no había vuelto al instituto después de la pelea, no estaba preparada para enfrentarme a esa situación aún. Por una vez, no quería respuestas. Estaba destruida y no tenía fuerzas para seguir luchando por algo que no existía, pero lo que más me molestaba, es que mis sentimientos por él seguían siendo igual de fuertes. Por eso no quería verle, porque quizás volvería a mentirme y yo le creería, volviendo a confiar en él para volver a sentirme estúpida y traicionada a los dos minutos. Porqué así había sido desde el principio con Jughead, muchas decepciones y ninguna respuesta.

-Jughead está mejor.- comentó Marcus mientras comíamos.

-Me alegro por él. -comenté removiendo mi comida.

-El médico dice que puede volver cuando quiera al instituto. Al parecer, pese a todo aquello, no tenía nada realmente grave.

-Me di cuenta.- dije más alto de lo que pretendía.