Entonces encontré aquella mirada, fría y cálida a la vez, acogedora y desgarradora, dolorosa e irónica. Fumaba, y mientras aquel humo salía de su boca, su pelo bailaba con la brisa de primavera. Otra calada, y ahí, una media sonrisa me hizo ponerme en guardia, eché mi pelo hacia atrás, le mande una mirada de absoluta sobriedad y seguí mi camino. Era cierto, podía gustarle a cualquier chica del universo, pero no a mi.
-Vaya, resulta que miss perfección tiene un lado oscuro. - sonrió acercándose lentamente a mi oído mientras retiraba mi pelo de la cara y lo echaba hacia atrás - Me gusta.
Y se marchó, dejándome entre vasos de plástico y botellas vacías. ¿Que había hecho? Había dejado que Jughead Jones causara algo en mi, eso me hacía débil ante él y era algo que podía usar contra mi, le había dejado ver mi oscuridad.
-Ah, y como aclaración-dijo cambiando de tono de voz, de mirada y de sonrisa - no te creas tan especial Betty, no es por ti. ¿O te gusta creer que si? - su cara estaba tan cerca de la mía que podía sentir su aliento e incluso oír su respiración.
-Eres un idiota. -Dije separandolo de mi y saliendo por la puerta.
Mientras recorría el pasillo solo podía pensar en una cosa, Jughead Jones era la persona que más odiaba en estos momentos. Sentía un odio que alimentaba mi oscuridad y por otro lado, me gustaba.
-¿Y estás esperando algo para irte?
-Si.- dijo aproximándose a mi. Esperé a que hablara, pero se creo un silencio, bastante incómodo, justo lo que él quería conseguir.
-Estaba esperándote a ti.- dijo y solté una gran carcajada, haciendo que se sorprendiera.
-Jughead, en serio, ni te esfuerces. No funciona conmigo.
-¿Segura? Juraría que te he visto mirarme demasiadas veces, incluso cuando me miras bajar de la moto escondida dentro de tu coche, es bastante inocente y un poco morboso. -sopló y se despeinó el flequillo, odiaba que hiciera eso.
-Jones, puedes tirarte así horas, pero no soy como tus amiguitas.
-Lo se, tu eres perfecta. -dijo serio, y por un segundo dudé si era su típica frase sobre mi o de verdad había algún tipo de sentimiento distinto detrás.
Me levanté de mi asiento, bajé mi falda, moví mi pelo hacía detrás y observé a Jughead por última vez antes de subirme a aquel escenario. Parecía divertido, con el flequillo tapándole parte de la cara y sonriendo con frialdad, pasó el dedo gordo por su labio y levantó una ceja. Aquello era un desafío en toda regla.
-¿De que hablas? - dije sin entender.
-No puedes venir y querer ser uno de los nuestros y seguir creyéndote mejor que nosotros. -dijo escupiendo odio con cada palabra. -Con tu coleta, tus vestidos rosas y mirando por encima del hombro.
-¿Pero qué te pasa? -le grité- ¿Por qué no puedes soportar que quiera cuidar a Marcus? ¿Por qué tienes que odiarme tanto? -me acerqué a él, enfrentándolo.
-¡Estoy intentando protegerte! - dijo fuera de si, gritando y respirando aceleradamente. Nuestras respiraciones descompasadas, comenzaron a acompasarse mientras nos mirábamos fijamente a los ojos. Su pecho, subía y bajaba a toda velocidad, su respiración chocaba directamente en mi cara, miré sus ojos, después sus labios, volví a sus ojos, ahí estaban otra vez, el fuego y las sombras. Me sentí como en una montaña rusa, llena de adrenalina y miedo, pero siempre, la adrenalina nos empuja a hacer verdaderas locuras. Y cuando me di cuenta, mis labios estaban clavados en los suyos, encajando perfectamente.
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Entre luces y sombras | BUGHEAD.
FanficAnte la luz, todo es perfección. Entre las sombras, aparecen las debilidades. He perdido el control de mi mundo y todo es culpa tuya, Jughead Jones.