XV

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El sonido producido de las ollas al cocinar es lo que me hace despertar de mi cómodo sueño. Parecían estar luchando.

Mamá había venido a quedarse por unos cuantos días conmigo. Según ella quería ver que estuviera viviendo decentemente y no en medio de un desastre nuclear peligroso donde pudiera morir sin haberlo planeado.

Giro al otro extremo de la cama intentando volver a dormir pero va ser imposible conseguirlo. Ya me conocía.

La lluvia seguía constante durante gran parte de la semana en diferentes ciudades del país según anunciaban los presentadores encargados del clima en las noticias. El pronóstico era que continuaría así por unos cuantos días más. Esta había estado presente durante gran parte de la noche quitándome el sueño, mi tiempo para dormir. El sonido que producía al caer parecía un llamado a permanecer despierta, hacerle compañía para que no estuviera sola allá afuera. Y como me gusta escuchar el tintineo relajante del agua golpear el suelo permanecí despierta junto con ella. Nunca paraba de repetir lo mucho que me gustaba escucharla ni siquiera a mí misma. Permanecí despierta hasta que el sueño sin darme cuenta se apoderó de mi conciencia.

En ese momento de la mañana mi intelecto permanecía nublado o se llenaba de ideas de las cuales no me detenía ha analizar detalladamente por evitar ahondar en ellos . Lo segundo era lo prevaleciente en esta oportunidad. La presencia de mamá y la falta de confianza en que pudiera vivir bien por mi cuenta era la causante de estos.

Incluso tan grande fue su desconfianza de que yo no pudiera sobrevivir sola que cuando empecé la universidad todos nos mudamos juntos a Seúl para poder seguir con mis estudios. A mi progenitora no le cabía la idea de que pudiera lograrlo, por lo que convenció a mi padre de no dejarme partir por mi cuenta. Un estudiante normal hubiera venido sólo para enfrentarse a ese obstáculo de permanecer lejos de la familia. Incluso si no querían permanecer lejos se obligaban a tomar esa decisión buscando algo mejor para sus vidas, adquiriendo fortaleza en el transcurso de esa separación. Yo no fui capaz de experimentar aquello. Aunque hubiera sido difícil me hubiera gustado vivirlo.

Si la manera en la que mis padres debatieron mis falta de capacidades hubiera sido diferente y enfocada en otro punto no tuviera esa desconfianza en mi interior para enfrentarme a diferentes circunstancias. Al final podía realizar lo que me proponía pero no sin antes ser quemada por esa brisa caliente de creer que jamás podía lograrlo por mi propia mano y sin tener a los demás pendientes de mí para alcanzar la meta. Mi desconfianza podía sostenerme de los pies cuando menos lo esperaba y hacerme dudar mucho a seguir avanzando.

Al terminar la carrera de veterinaria me puse firme frente a ellos al decidir que buscaría mi propio lugar para vivir. Puse muy claro que encontraría un trabajo para pagar cubrir mis gastos sin pedir intervención monetaria de su parte. Quería estar lejos de su capa productora de mis inseguridades porque terminarían consumiendome. Pero ni con eso logré librarme por completo de estar bajo su ojo supervisor. Sobre todo del de mi madre. Mi padre lo llevaba bastante bien, la verdad, aunque a veces dudaba gracias a su esposa.

Lo mejor sería dejar los pesares y levantarme de una buena vez. De un salto ya estoy fuera antes de que vuelva a engatusarme con la comodidad brindada por su blandez única. Un nuevo día de trabajo me esperaba. Estaba en la hora correcta para llegar temprano al trabajo, incluso si avanzaba podría llegar con muchos minutos de antelación. Arrastrando los pies voy hacia el baño a lavar mi somnolienta cara, despejarla del sueño hasta la vuelta de la noche. Me dispongo a verme presentable para mostrar un buen aspecto al público con que me cruzará. Mi vestimenta ya la había ordenado por la noche era mi modo de ahorrar tiempo por la mañana en lugar de estar matándome en lidiar con esa difícil decisión de que debería usar desde tan temprano. El maquillaje era lo complicado de realizar mis manos se volvían torpes cuando de hacerme maravillas con los cosméticos se trataba. Enviada a todas las chicas capaces de realizar perfectos maquillajes con los cuales lucían muy hermosas. Yo me convencía a diario que era igual a ellas con el fin de aumentar autoestima. Además en el aspecto físico no me considera alguien fea, quizá luego me replanteará eso.

Love Letters 2《》 Min Yoongi (COMPLETA)  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora