Love Letters 2《》 Min Yoongi (COMPLETA) ✔

LXIV

Dos clientes han llegado al mismo tiempo cada quién con su respectiva mascota. La señora rubia tiene una bella gata blanca con manchas cafés y el simpático señor también tiene un gato igual de blanco con las mismas manchas presentes en su pelaje, lo único que lo diferencia de la primera minina es el gracioso distinto que posee debajo de la nariz, luce como una especie de bigote.

—No puedo creer que se parezcan tanto —dice la mujer que espera sentada en la recepción igual de atónita que el hombre por el gran parecido, no han podido dejar de compararlos desde que se han visto sin dejar de sonreír, se han centrado completamente en sus mascotas que han traído ambos a una revisión.

—Créeme, estoy igual de sorprendido. Son idénticos, casi una fotocopia —responde el hombre que acomoda a su pícara mascota sobre sus piernas ya que no deja de moverse.

Él seguía sin creérselo, hasta se notaba un poca más impactado que la rubia, y eso era ya decir mucho.

—Si fuéramos diciendo por ahí que son hermanos todos nos creerían —dice acariciando la cabeza de su gata casi dormida —. Supe que mi pequeña amiga en realidad tuvo un solo hermano. Su madre sólo tuvo dos hijos, una cantidad baja si es comparada con lo usual. Cierto soy , puedes decirme Suk —se presenta.

—Tengo un nombre igual de largo. , puedes decirme oppa —se atreve a proponer.

Los dejo enfrascado en lo suyo para ir a revisar si Jun sunbae está listo después de su último paciente, atenderá a uno de ellos, si es rápido probablemente se encargue de ambos antes que Dakho sunbae revise al que esperará por un turno, luego al final de la jornada si llegaba a tener un mayor número de consultas presumirá sobre ello y sobre la gran capacidad que poseía. Los dos a pesar de sus años competían diariamente de esta forma, acarreando a Jongsu y a mí en esto que han convertido en un pasatiempo, asumimos las victorias como propias, aunque nunca estábamos en el mismo bando, todo dependía de a quien nos tocaba asistir ese día.

Mi castaño amigo con mis mismos años se nota algo acelerado cuando nos topamos en uno de los pasillos, se dispone a ir presuroso hacia algún lado, quizá atraer medicina faltante del almacén, sin embargo, eso no les es impedimento para dejarme palmaditas en la cabeza y decirme medio sonriente que debe hablar conmigo después, luego corre recuperando los segundos perdidos casi estrellándose contra la pared que limita ir hacia el siguiente sector, niego divertida.

—Ten cuidado, Jongsu —digo apenas conteniendo la risa, girándome.

Entonces aún en medio de los pasos faltantes al recinto médico, Jun sunbae se asoma. A cortado su cabello, el look le a disminuido algunos años, lo que consiguió hacerlo un peligro mas latente para las mujeres solteras que llegaban al establecimientos bajo fines médicos veterinarios y acababan aceptando una cita que no llevaría hacia nada prometedor. Desde la distancia me hace la señal indicando que esta preparado. Entendiéndolo bien regreso por mis mismos pasos hacia recepción, encuentro a los flamantes clientes en un rollo alucinantemente afable.

Comunico a la mujer rubia que su turno a llegado, fue quien llego primero.

—Nuestros gatos se han llevado excelente, quisiéramos que estuvieran juntos hasta que nos marchemos de aquí. Vamos a tomar la misma consulta. Oppa también está de acuerdo —responde, y no me niego porque sus ojos me advierten que no aceptará lo contrario.

Acepto, los dos me siguen cuando se los indico, siguen parloteando uno al costado del otro, no los estoy mirando porque voy delante, pero sé muy bien que están sonriendo de oreja a oreja, también puedo escuchar a sus mascotas maullar por lo bajo, parecen estar entablando su propia reunión al igual que los dueños, ignorándolos porque estos son aburridos humanos.