XXXVII

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Es un día donde debo salir volando de mi departamento porque debo asistir con antelación al trabajo. El permanecer desvelándome por ponerme al corriente con algunas series  no ha sido inconveniente para despertar temprano incluso cuando estaba hecha un lio analizando los posibles sucesos que ocurrirían en los próximos episodios. Exhausta por el ajetreo menta concilie dormir. Paso de desayunar porque me sentía sumamente llena, mi cena de la noche anterior fue extremadamente contundente. Casi en un chasquido como por arte de magia ya estoy lista.

Dejaría a Holly solo, en esta ocasión era un poco imposible poder llevármelo conmigo a pesar que quisiera, mañana también lo sería. La campaña de consultas gratis y vacunación a un precio muy reducido abarcaban estos dos días.

La señora Kim había repartido volantes por todo el vecindario para que ninguno de los vecinos cercanos faltaran y estos promocionarán el negocio con sus allegados ofreciéndoles incluso un mejor trato por hablar maravillas de su negocio. Obviamente bajo el cartel de brindar ayuda a la ciudadanía con el cuidado animal. El fin realmente era alcanzar una lista mayor de clientes fieles que vendría a dejar su dinero aquí dejando a la competencia cercana fuera. Mi jefa detestaba mucho a la otra veterinaria del extremo de la calle, la cual era manejada también por una señora de la misma edad. Mejor dicho la antipatía era mutua. A tal punto que había sido testigo de algunos pleitos entre ellas.

Por lo menos esto de querer aumentar ganancias, quedarse con todos los clientes y aumentar la rivalidad beneficiaba en gran magnitud a los animales. Según los Sunbaes  un grupo de refugio para perros y gatos aprovechaba la ocasión para revisar  a sus animales rescatados. Esta vez otro llegaría porque ellos se encargaron de pasarles la información. Esperaba que la medicina destina para este evento fuera suficiente para todos.

Dejo el plato rojo de Holly servido con su alimento favorito el lugar que asigne para él atrayendo por completo al animalito hambriento aprovecho para acariciar su cabecita y así después  encaminarme hacia la puerta desde donde le doy un último vistazo antes de cerrarla por completa. Camino sin mirar atrás hacia las escaleras al ver el ascensor lleno con personas con la cara adormilado.

Casi sin aliento llego al primer piso, ni siquiera soy capaz de recuperarme cuando encuentro a Jongsu distraído a lado de una motocicleta negra   enfocándose con algo que parece encontrarse en el suelo que no logro apreciar . Me detengo en seco para seguir mirándolo con gran confusión sin que se percate de mi presencia todavía. Que recordara no habíamos quedado en que viniera a verme para ir juntos. Sigo hacia adelante.

Paso por la caseta del señor Kang quien se encuentra roncando con la cabeza sobre su manos abrigadas con unos rosados guantes tejidos con corazones quitándome la oportunidad  darme de darle los saludos matutinos. El golpe que produzco al salir hace a Jongsu fijarse en mí y levantar su mano para saludarme.

—No te esperaba por aquí. ¿Habíamos planeado ir juntos? —es lo primero que digo.

—¡Ni un paso más! ¡Detente! —exclama a viva voz haciéndome detenerme en seco.

—¿Por qué? ¿Qué pasa? —digo alarmada abriendo un poco los ojos ante el repentino raro pedido a alta voz.

Levanta un dedo pidiendo un momento, a continuación agacharse con rapidez, por un segundo estoy horrorizada porque pienso que volverá hacer su vergonzoso pedido de amistad. Incluso estoy lista para golpearlo con mi puño y obligarlo a pararse pero cambio de perspectiva rápidamente cuando me doy cuenta que casi a mis pies está un saltamontes de mediano tamaño llevando una hoja a cuestas.

Yongsu quiere salvar al insecto de ser pisoteado por mi despiste.

Con facilidad lo toma entre sus manos.

Love Letters 2《》 Min Yoongi (COMPLETA)  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora