Otro día en este encierro sigue transcurriendo, era el tercero o cuarto, no lo sabía, prefería no saberlo. Sobre el tablón transparente, al que detestaba porque impedía encontrara una vía de escapatoria se encuentras unas palabras que solo intenta burlarse de mí, <<Se una muñeca obediente, Sunhee>>, ponía en letra legible y en tinta negra. Jongsu las puso, mientras sonreía malicioso, provocando a mi rabia, pretendí que aquella acción suya no me afectaba a pesar que deseaba lanzarme encima de él, hacerle mucho daño físico, aunque sabía que eso no iba a calmar ese daño emocional que estaba causándome. Disgustado, insatisfecho, descontento ante mi falta de reacción apretó los dientes y se marchó.
El lado lateral derecho en mi cabeza dolía, era contante, es causada por la asfixia de permanecer impedida de la libertad entre la congoja de lo que fuera a ocurrir. Hace unas horas estaba llorando pensando en mi familia, amigos, Yoongi, a toda la buena gente que conocía, queriendo tenerlos conmigo, luego determine que llorando no iba a conseguir nada mas que ojos hinchados, añadiendo aumento de dolor de la importuna migraña. Tenía que haber algo posible de hacer a parte del lloriqueo y sentarse desalentado, desesperanzado.
Minji está desenfocada del propósito de encontrar una manera en la que podamos dejar este tormentoso sitio, que el hombre revelara su lesbianismo frente a mí a hincado en ese sosiego en el que intentaba manejarse, a la par que pretendía contagiarme de esa calma necesitada bajo la presión de estas situaciones. Llevaba mordiéndose las uñas en el rincón lejano sin hablar hace varios minutos, no tenía idea que pensamiento cruzaban en su mente, su rostro distante y frío cubrían su verdadero sentir.
Nuestra última interacción directa, posiblemente decente había sido cuando nos dejaron algo de comida fría, la que negué a consumir en un principio tal animal salvaje desconfiado del ser humano que se le acerque u otra criatura que active sus sospechas, mi hambre era abismal pero no me importaba seguir soportándola. La muchacha por el contrario dio algunos mordiscos al pollo frito, al verme contrariara a imitarla casi me obligo hacerlo sosteniendo que no podía permitirme morir de hambre o estar carente de fuerzas cuando el rescate llegara, así fue como consumí algo de sustento que calmo mi estómago, al notar que mi hambre persistía en gran medida me dio parte de la suya acallando mi negativa de recibir algo de la porción que le tocaba.
Sin aviso la única puerta metálica que permite la salida hacia el exterior empieza abrirse con dificultad. Esa que se alza encima de la escalera que es su complemento hacia la ansiada salida. Se escucha un quejido de protesta hasta que finalmente consiguen abrirla por completo. Calzado lujoso, profundo hace aparición en primera instancia en el descenso. Es la secretaria traidora, esa que impedí que despidieran, a cuestas trae unos vestidos sosteniéndolos en una mano por lo colgadores, y de un fuerte tirón consigue cerrar la apertura, desciende casi a trompicones hasta la superficie.
—Señorita, volví tal como se lo prometí, tan pronto pude, tuve cosas que resolver. Las horas que no las paso junto a usted la tengo en mis pensamientos —una efusiva Myeong suelta—. ¿Qué tal amaneció?
—La idiota todavía se atreve a preguntar —masculla en un hilo de voz casi insonoro, dudo que la recién llegara pudiera oírla, agrega—. Encima tienes puestos mis zapatos red pear que traje de Francia. Imperdonable.
Apoya sus extremidades contra el suelo y deja el rincón donde se ha mantenido para dirigirse furibunda tan cerca a la mujer sea posible dada la división que se interpone entre ellas. La cómplice de secuestro antes que esperar una mirada reprochante de Minji cayera en su persona la esquiva, evitar caer en ese estado en el que sucumbió cuando la pelimarrón pidió a gritos aparecer, de donde no pudo evitar huir gimoteando e hipando, da media vuelta incapaz de enfrentar otra vez ese carácter de la joven que aprecia monumentalmente, elude que suceda del mismo modo hasta estar preparada. Se dispone a dejar los vestidos en los simples colgadores que ocupan la pared lisa, desteñida del color rosa que ocupa nuestra celda. No me ocupo de presenciar los detalles de las prendas, me daban igual.

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Love Letters 2《》 Min Yoongi (COMPLETA) ✔
FanficLos sueños, las metas, los proyectos se cumplen con esfuerzo y dedicación. Sin embargo el amor puede guardarse en el corazón, no olvidarse, puede incluso transformarse en uno más fuerte y maduro. Yoongi empieza a creer que el destino no es una tont...