Los sueños, las metas, los proyectos se cumplen con esfuerzo y dedicación. Sin embargo el amor puede guardarse en el corazón, no olvidarse, puede incluso transformarse en uno más fuerte y maduro.
Yoongi empieza a creer que el destino no es una tont...
Admiro la noche estrellada. Un ambiente perfecto para escribir, pensar me ha envuelto.
Esas pequeñas estrellas en el firmamento te traen a mi mente. Eres brillante. Muy brillante. Al igual que un jardín floreciendo sin control. Perfecta con tus imperfecciones. Aquello te vuelve especial, única.
Este noche también cuestiona mi actuar contigo. Llegó a la conclusión que estoy dando pasos erróneos...Otra vez equivocándome.
Escribir cartas no parecen ser la solución para alejar mi cobardía. Ya no en este tiempo. Necesito mayor firmeza, decisión.
He llegado a la conclusión de no volver a escribir porquetodo parecer ser tan incorrecto y tonto.
Puedes respirar tranquila te dejaré en paz con esto de las cartas. Realmente lo dejaré.
Cuídate. Y olvida esta tontería.
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Doy un profundo respiro con alivio y una pizca de desazón.
El alivio ocupa la mayor parte de mis sentimientos porque no tendré que preocuparme leer nuevamente estás cartas. Dejar desactivadas mis alarmas por si algo extraño ocurrían por sus llegadas. Estaba contenta porque decidiera dejarlo. La paz volvía a mi cuerpo.
Y esa pequeña molestia era porque me recordaba la última carta de un Min Yoongi estudiante. Golpeaba intensamente a esa fastidiosa parte. La odiaba un poco también. Pero aquel sentimiento no era nada que no pudiera controlar.
Lo que no si no podía controlar era la invitación de mañana. ¿Por qué tuve que invitar a Yoongi a mi casa?. Eso me tenía algo fuera de mis sentidos. Sentía a mi pequeño hogar algo muy privado para estar a solas con él. A solas por completo sin amigos escondidos en una de las habitaciones. No sabía si estaba del todo preparada. Había pedido que viniera con Holly (sería mi escudo protector).
No iba tener contratiempos me lo había jurado a mi misma.
Este tema alejaba por completo de mi cerebro el fin de recibir cartas. Ni siquiera parecía importarme tanto como debería o creía sentirme al respecto.
Yoongi seguía teniendo cierto poder descontrolador sobre mí. Debía trabajar en eso.
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