Parte 18: Esto es lo que quiero.

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DIAN

Tiro la pelota una vez más y veo a King correr por el patio después de ella. Su cuerpo vuela por el aire, la atrapa con los dientes, y luego corre hacia mí y la deja a mis pies. Paso la mano por su pelaje marrón y negro y lo elogio por su arduo trabajo.

Pasándole  la pelota a Mia, me siento en la grama. —Es tu turno. —Mi brazo se está cansando.

—No me importa jugar con este tipo guapo, —responde, dándole a su cabeza una suave palmada. —¿Vas a atrapar la pelota para la tía Mia?

Riendo de su arrullo, respiro por primera vez desde que llegamos aquí. —Hoy ha sido tan diferente de los últimos dos días: ningún secuestro, ningún intento de violación. No hay llamadas telefónicas desgarradoras con mi padre también. —Nadie me ha golpeado otra vez todavía. Creo que tiene que ser una buena señal. Lo mejor de todo, Mia no ha derramado una lágrima. —Ella en realidad parece estar disfrutándolo.

Ya no estamos solo atrapadas en la habitación. Tuvimos un recorrido rápido a la sala del club ayer. —Incluso Rick me llevo a la cocina otra vez, pero después de eso, tuvimos que pasar el resto de la noche encerradas en nuestra prisión. —Sin embargo, esta mañana, Sam vino a nuestra habitación y nos dijo que teníamos un día libre, siempre y cuando permaneciéramos con él.

Hasta ahora, no nos ha dejado en paz. —De hecho, apenas está a medio metro de Mia.

Aun así, estoy feliz de estar fuera de la habitación. —El aire fresco es un gran cambio aunque el olor a cerveza y marihuana persiste en el club, y la luz del sol se siente bien en mi cara, tan malditamente bien, no puedo evitar cerrar los ojos y echar mi cabeza hacia atrás.

Los rayos del sol me calientan la cara, cuando siento un par de labios familiares tocar los míos y abro los ojos para ver a Rick sonriéndome. —Mis labios se extienden a una amplia sonrisa cuando digo, —Oye, tú.

—Oye, tú, —responde, sentándose en el suelo a mi lado. —King seguro está haciendo mucho ejercicio.

Asintiendo con la cabeza, le pregunto: —¿Es una mezcla de pastor, verdad?

—Sí, su madre era un pastor, pero no estoy seguro de lo que era su padre. —El veterinario dice que piensa que tal vez sea un labrador.

—¿Cuánto tiempo lo has tenido? —Pregunto, disfrutando de una conversación normal con él, que no gira en torno a la mierda del club o el secuestro.

Él se encoge de hombros. —No estoy seguro. —Probablemente cerca de tres años . —Deja de hablar, y nos quedamos en silencio por unos minutos. —No queriendo terminar nuestro conversación, pregunto: —¿Dónde lo conseguiste?

—Esa es una larga historia, —dice, pero no da más detalles.

—No estoy segura si sabes esto, pero mi amiga y yo fuimos secuestradas. —Estamos siendo retenidas por un grupo de MOTEROS grandes y atemorizantes, así que tengo todo el tiempo del mundo para una larga historia.

Él se ríe y murmura: moteros grandes y atemorizantes.

Su risa envía una oleada de placer desde la parte superior de mi cabeza a las puntas de mis dedos. —Es como si el sonido roza mi cuerpo, dejando un rastro de fuego detrás. —Estoy traspasando una línea que no debería cruzar con él, pero me estoy cansando de luchar con la atracción que siento por él. —Probablemente solo tengamos un día o dos más juntos; estoy agarrándome a cualquier hora que tenga con él. —¿Quién sabe? Tal vez finalmente consiga algo más grande que no sea una lengua dentro de mí.

CAMINO A TU DESTINO ©️® (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora