CAMINO A TU DESTINO ©️® (TERMINADA)

Parte 19: Expulsado del club MC

RICK

Después de nuestra ducha, dejo a Dian en la sala del club con uno de mis hermanos. Camino al sótano, necesito ocuparme de esta mierda con Oliver.

—Tan pronto como abro las puertas de acero, mis ojos se centran sobre Samanta. —Ella está acurrucada en una esquina, su pierna encadenada a la pared. —Ella no parece estar sufriendo ningún dolor, sin hematomas ni sangre. —Pero a juzgar por la forma en que está mirando a su hermano, la perra seguro no está feliz de estar aquí.

Tan pronto como ella me ve, comienza a llorar. —Por favor, no hagas esto, Rick. 

—Asiento con la cabeza hacia ella y le respondo: —Trataré contigo más tarde.

Mirando a Oliver, pongo una sonrisa en mi cara. —Él está parado en el medio del cuarto; sus pies descalzos están con grilletes, y ambos están atornillados al piso.

Ambas muñecas están encadenadas al techo, forzando a su cuerpo a formar una X. —Tomo su cuerpo ensangrentado y magullado y tengo que negar con la cabeza.

Sam y Eliot han hecho un buen trabajo, no han dejado ni una pulgada de su cuerpo intacto, mis muchachos se merecen un premio,  las cadenas son probablemente lo único que lo mantiene en pie en este momento.

Pasó unas horas de tortura en manos de mis muchachos, pero mantuvo firme su historia a través de cada golpe. —Él todavía dice que los muchachos de Javi tomaron nuestro envío. —Los pequeños cambios de su lengua, son suficientes para darme cuenta de que él sabe más de lo que está diciendo.

Sin embargo, el siguió manteniendo la boca cerrada, a pesar de la brutal paliza que le dieron, es suficiente para decirme que no va a hablar. —Yo podría matarlo, pero una rata muerta no será bueno para mí. —Lo quiero de vuelta en las calles mis muchachos lo vigilaran.

Los ojos ennegrecidos de Oliver se acercan a los míos mientras escupe sangre de su boca al piso. 

—¿Has venido a tomar tu turno?

Si él todavía está hablando, mis muchachos no hicieron un trabajo lo suficientemente bueno, o está aguantando el dolor.

Sacudiendo mi cabeza, me acerco a Eliot y tomo la antorcha de sus manos. 

—No, vine por tu tinta.

Oigo un grito ahogado de Samanta y mis ojos se dirigen a ella. 

—Esta mujer creció en el club, entonces ella sabe lo que está a punto de suceder. —Su cuerpo se está sacudiendo de miedo, así que le gruño. 

—Espero que tu no tengas nada que ver con esta mierda también. —¿O es así?

—¿Qué quieres decir con tomar mi tinta?, —Pregunta Oliver, llamando mi atención nuevamente, y dejo de mirar a Samanta.

—Fuiste expulsado, —le explico, mirando su pecho con sangre. —Estas fuera de nuestro club por lo tanto tu tinta me pertenece. 

Y me voy a su espalda y encuentro los colores de nuestro club. —No queremos tener que llamar a un cabrón desagradable como nuestro hermano nunca más.

—¿Por un pedazo de culo que solo fue por un arranque, no me puedes hacer esto?, —Pregunta, girando la cabeza para mirarme. —Tú no puedes hacer esa mierda, no es justo.

Mis puños se aprietan mientras lucho contra el impulso de golpearlo en su ya sangrienta boca. —Esa es mi mujer de la que estás hablando.

Dian podría no saberlo todavía, pero se volvió mía y mi mujer, en el momento en que me hundí en su dulce coño. —No estoy seguro de cómo va a tomar esto Javi, pero él va a tener que acostumbrarse. —No la dejaré ir, incluso si eso significa guerra. —Nadie me alejara de ella otra vez.