Parte 13: Solo quiero volver a casa

7.3K 510 28
                                    


DIAN

Aún estoy medio dormida cuando la puerta se abre y me despierto por completo. Me levanto de la cama, despertando a Mia, que estaba dormida a mi lado. Mis ojos se clavan en Rick mientras él y su perro entran a la habitación. El gran perro corre y salta sobre la cama, lamiendo mi cara. Me di cuenta del perro cuando estábamos en la oficina de Rick. Mientras estaba allí era como una bestia feroz. Ahora, es dulce como un pastel.

Rick tiene una sonrisa en su rostro y un plato en cada mano, y Sam lo sigue  con dos tazas de café. El olor a tocino hace que mi estómago gruña, recordándome que no he comido desde ayer. Supongo que es hora de alimentar a las prisioneros.

Sus ojos nunca abandonan los míos cuando entra a la habitación he impone su presencia. —Ustedes dos se ven terriblemente cómodas.

Me levanto de la cama y pregunto, —¿Qué estás haciendo aquí, ahora? —Finalmente decidiste alimentar a tus prisioneras con agua y pan.

—Me importa una mierda lo que están haciendo aquí. —Solo dame el tocino y nadie va a salir lastimado, dice Mia, saltando de la cama.

Sam suelta una carcajada y responde: —Toma, cariño.

Rick los ignora, se acerca, y me toma en sus brazos. Inhala mi cabello. —Maldita sea, cariño, hueles tan bien.

Tenerlo tan cerca de mí saca un delicioso escalofrío de mi cuerpo, pero yo hago mi mejor esfuerzo para ignorarlo como disgusto. —Solo déjame ir.

Sam pasa junto a nosotros, riéndose entre dientes con cada paso que da, mientras le da a Mia una taza de café. —Aquí tienes, cariño. —Observo mientras ella lo agarra, luego miro hacia Rick. 

—¿Hay alguna razón por la que han venido aquí?

—Vine aquí para hablar contigo. —Pero ahora que estoy aquí, tengo otras cosas en mi mente que me gustaría hacerte, —dice, inclinándose hacia mí.

Cuando sus labios tocan los míos, es como antes: magia pura. En segundos estoy jadeando y presionándome contra él. —Sí.

Se ríe entre dientes y susurra: —Me gustaría quitarte esa ropa, y ver ese lindo coño que tienes.

Y al igual que antes, sus palabras son agua fría para mi deseo. —No lo voy a permitir, —respondo, tratando de alejarme.

Por supuesto, Rick no me deja ir. —En cambio, él corre su barbilla sobre la parte superior de mi cabeza. —Tu pelo es tan malditamente suave. —Solo con tocarlo me pone duro. —No puedo esperar para tenerlo envuelto en mi puño mientras te penetro desde atrás.

Finalmente me retuerzo para salir de sus brazos. —No lo creo. —No habrá penetración entre tú y yo. —De ninguna manera, no lo permitiré.

Él sonríe antes de lanzarme un guiño. —Oh, sí, lo habrá y muy buena penetración. —Puede que no sea hoy, pero un día pronto, todo lo que pensare es cuánto lo desearas.

Por mucho que odie admitirlo, incluso para mí misma, lo que dice es verdad. Si no salgas de aquí y salgo rápido, me rendiré. —Ahora mismo, todo lo que puedo pensar es en tenerlo dentro de mí. Eso solo se multiplicará cuanto más tiempo tenga que pasar con él. —Otro beso y probablemente me quité las bragas y tirarlas sobre él. No me está ayudando en nada, si se porta así.

—Eres demasiado arrogante, —le digo, tratando de actuar como si no me afectara. Te hace pensar que alguna vez quiero follar contigo. —No quiero, ni siquiera me importa. —Dime por qué viniste aquí, y luego puedes largarte y dejarme en paz.

CAMINO A TU DESTINO ©️® (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora