Parte 23: Jodida-mente increíble!!!!

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NOTA: Si eres sensible al sexo explicito este capitulo no es para ti .

DIAN


El sonido de la música que sale desde el pasillo me despierta y mi cabeza comienza a latir y doler muy fuerte. —En un instante, todo lo que dije e hice anoche vuelve a mí. Si la memoria me sirve bien, —¡le dije a Rick que lo amo!. Bueno, tal vez no sean exactamente esas palabras, pero bastante cercanas a lo que siento. ¡Mierda!

Me ruedo sobre mi estómago y entierro mi cabeza en la almohada, dejando escapar un fuerte gemido. —Joder, —¿cuánto bebí anoche?

Lo suficiente, —dice Rick con una risa tranquila antes de besar mi espalda desnuda. —Casi tuve que traerte arrastras a la habitación.

—Mi cabeza me está matando. —Necesito que te quedes quieto por un rato, —digo, pero mi voz queda amortiguada por la almohada.  

Él agarra mis caderas y me da vuelta, sus hermosos ojos verdes están mirándome.

—Conozco la cura perfecta para una resaca.

Por el brillo en sus ojos, sé que está jugando conmigo. — Aun así, me duele tanto la cabeza que estoy dispuesta a recibir cualquier ayuda que pueda obtener.

— ¿Cuál es la cura?

—Mi polla. —Es justo lo que ordenó el médico, —responde, bajando sus labios hacia los míos y entrando con un beso caliente.

De repente, el dolor en mi cabeza desaparece a medida que la lujuria se cuela por mi cuerpo.

Su lengua invade mi boca con un delicioso deslizamiento contra los míos, mientras sus caderas empujan su dura polla contra mi cadera, mostrándome exactamente lo que tiene en mente.

Nuestras lenguas se tocan por un momento, antes de que me retire lo suficiente como para mirarlo a los ojos. No hay forma de que quiera que tenga otra probada de mi aliento de resaca.

—Lo siento, cariño. Necesito cepillarme los dientes.

Sus ojos se posan en mí mientras dice: —Me encanta tu gusto, y a si lo quiero.

Entonces, su boca está en la mía otra vez.

—Después de un segundo, él se detiene un poco y pregunta: —¿Funciona mi medicina, cariño?

Levantándose y apoyándose en su codo, sus labios se dirigen a mi pecho y no puedo contener un gemido lleno de placer.

—Oh sí. —Mi resaca ya está mejorando.

Me encantan tus pechos, Dian, —dice contra mi pezón. Son absolutamente impresionantes. Nunca he visto algo tan condenadamente bonito en mi vida.

—Sus labios continúan trabajando su magia, moviéndose de un pecho a otro.

Cuando muerde aún más fuerte, puedo sentirlo hasta mi coño. —Mientras sus dientes rozan mi sensible pezón, dejo escapar otro gemido.

Agarrándole los mechones de color chocolate, forzándolo a que sus labios se dirijan más a mis pechos y le suplico que lo haga de nuevo.

—¡Más!

Él me agarra, pasando sus dientes sobre un pezón antes de ir al otro y hacer lo mismo.

—¿Te gusta eso, cariño?

Sí, —gimo, forzándome a tomar el aliento que tanto necesitaba. —Tan pronto como la palabra sale de mi boca, él se aleja de mí, y cuando se sienta, me da la vuelta quedando sobre mi estómago.

CAMINO A TU DESTINO ©️® (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora