Capítulo 8.- No siempre 2da parte

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Habían pasado 2 días desde que Eloísa me dijo que no le hablará en el colegio, era mi primer día de clases como un chico, me sentía nervioso y no sabía bien que haría, mis padres habían ido a explicarles mi situación a mis maestros, aunque según oi no los atendieron, eso me frustraba pues temia quedar en ridículo hoy

Cuándo llegué al colegio me sentía algo asustada mientras caminaba, pero al menos tenía un uniforme cómodo, enserio prefería este uniforme, pase cerca de donde estaba Eloísa, pero ella solo hizo una negación con la cabeza, dándome a entender que no quería que me acercará, muchos me miraban, claro era obvio, era un chico que jamás habían visto, y además tenía mi cabello bastante largo, algo no muy común

La verdad es que mis padres me llevaban a que me corten el cabello seguido, y me había costado mucho que aceptarán que lo tuviera largo, asi que no dejaría que sus miradas me afecten, tenía suerte de que mi cabello crecía rápido, de hecho según el doctor diez veces mas rápido de lo normal, asi que de cualquier manera debía cortarlo regularmente

Me sentía con miedo, camino hacia el aula de clases, de algún modo ella entró antes que yo, la miro con suplica, no hay otro lugar disponible, ella se resigna y levanta su mochila de mi lado del asiento, dejándome espacio para sentarme, lo hago despacio, la clase va a empezar, me siento nervioso ella me ignora, saco mi libro he inició a escribir, no soy muy buena todavía pero la palabra que quiero escribir es fácil, solo escribo en esa hoja "perdón Eloísa" la arranco y la deslizo a su lado de la mesa ella la observa y toma su lápiz también

Me devuelve la hoja, en esta dice "Me mentiste"

Tomo mi lápiz para responder "Tenía miedo" se lo paso y al rato me lo devuelve y dice

"Quédate con miedo, ya no tienes mi amistad"

Arrugue la hoja enojada, ya no suplicaría por su amistad nunca más, me dispuse a esperar a que la profesora llegará a clases, esta entró nos saludo a todos y continuó a la siguiente actividad de la clase, tomar lista de asistencia, la espera era algo larga pues yo estaba casi al final de la lista, una larga espera para el momento en el que todos los que me observaban extrañados, se dieran cuenta de quién era yo, claro en caso de que mis ojos no me hubieran delatado ya

- Zuri Ayleen - me llamó por mi nombre, dude unos segundos - Zuri Ayleen - repitió

Finalmente acepté lo que debía hacer - Presente - respondí mirando la mesa, sentí que la maestra caminaba hacía mi, varios habían iniciado a reír

- No estoy jugando niño - me dijo

- Yo tampoco - dije suave mientra levantaba mi cabeza para mirarla, esperaba que con solo ver mis ojos me creyera, de por si mi cabello también me delataría un poco

- Vamos a la dirección - todos los niños y niñas hicieron un sonido de impresión y burla, me sentía incomoda

Yo solo asentí y me pare de mi silla, camine junto a ella, rumbo a la dirección, me sentía rechazada y castigada, tenía miedo de lo que me fueran a decir, pero ya no había nada que pudiera hacer

- Esperame aquí - me detuve frente a la puerta de la dirección, era la primera vez que me traían a la dirección castigada, observaba a mi alrededor pensado en que diría, en como los convencería de quién soy, esperaba que ver el color de mis ojos fuera suficiente, pues el doctor me había dicho que era únicos, pero y si aun con mis ojos únicos no eran suficiente, ¿que haría?, ¿que me pasaría?, ¿si me creían y decidían que no me querían como su alumna?, ¿me expulsarían por esto?, inicie a llorar lentamente, sentía mis lágrimas deslizarse por mi rostro estaba totalmente aterrorizada

Misterios del Mundo.- Lo que Parece No Siempre es lo que EsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora