Capítulo 51.- La qué me espera 2da parte

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Elías

Zuri se veía nerviosa cuándo finalmente volvió a clases, era difícil saber lo que pasaba por su mente. Pero sabía que pasaba por la mía preocupación por el examen de mañana.

¿Qué?, estoy preocupado por Zuri, pero su "pelea" sera como pronto el sábado y hoy es martes.

—¿En serio ambos decidieron venir solo para que los ayude a estudiar?

Preguntó mientras nos tomábamos un corto descanso.

—Eres una de las mejores en varias materias —respondió Gabriela.

—No soy buena en Monsaleío —dijo Zuri—. Qué suerte que vale muy poco en la nota final.

—Si, no tiene sentido aprender esa lengua después de todo, muy pocos monsaleíos llegan a Lefelini.

—Y todos saben hablar español —añadí

—Si alguno de nosotros saliera de la república, ese idioma nos serviría como lengua intermediaria —explicó Zuri y tanto Gabriela como yo iniciamos a reirnos—. ¿Qué? ¿Acaso a ninguno le interesaría saber que hay más allá de la gran muralla niriana?

—Zuri, ¿Por qué habríamos de buscar abandonar nuestra nación?, puede que este no sea el país perfecto, pero recuerda como son las cosas allá afuera, mientras estemos dentro de los muros de Nefer podemos vivir en paz absoluta, pero más allá de las colonias solo hay guerra, ciudades y reinos que se destruyen unos a otros en un conflicto constante.

—Eso no es verdad, el Reino Monsaleío a sido socio comercial de la nación por más de un siglo y no han sido destruidos.

—Exacto Zuri, Monsaleía solo sigue existiendo porque al ser aliado de nuestra nación los extranjeros temen que si los atacan Soix dirigirá las legiones Nirianas a sus tierras —le respondió Gabriela.

—¿Saben hace cuánto que la República Niriana no a movido un ejército al exterior? —nos preguntó de pronto, ambos nos miramos sin saber la respuesta.

Suspiró y nos tomó a ambos de las manos mientras negaba con la cabeza.

—Ciento cuarenta años, faltaba casi treinta años para que la muralla fuera completada, en el pasado no hubo nación a la que no pudiéramos derrotar, y tal vez todavía no la haya, pero ellos no lo saben, estamos tan aislados que ni ellos saben que tan poderosos somos, ni nosotros que tan poderosos serán ellos. Podrían confiarse y entonces habría un poderoso ejército extranjero invadiendo la República.

—Zuri, aunque la gran muralla cayera, los muros de Nefer nos defienden, ningún ejército a logrado penetrar nuestras murallas, ni siquiera el ejército de Soix, mientras estemos acá estaremos a salvo paranoica...

—No estamos a salvo de quiénes se encuentran dentro de la ciudad —añadió de pronto, en ese momento me di cuenta, no era que le preocuparan lo que había afuera, estaba nerviosa por la pelea.

—Zuri tranquila, soy tu amigo, no dejaré que te pase nada el sábado... —la intenté tranquilizar pero Gabriela me interrumpió.

—¿De qué hablas Elías?

—Lo más seguro es que el sábado me tenga que enfrentar a Carlos en duelo —respondió Zuri.

—¡¿Qué?! ¿Acaso no puede esperar a que te recuperes?

—Es difícil considerando que fue Zuri quién lo reto, ya lo conoces, no es la primera vez que intenta aprovecharse de un descuido de Zuri para lastimarla...

En ese momento en mi mente pasaron un par de imágenes sobre la vez que la vistieron de bebe.

—Pero tiene que haber una for...

—Solo hay una, que el resto de los miembros del reino me apoyen.

Misterios del Mundo.- Lo que Parece No Siempre es lo que EsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora