Misterios del Mundo.- Lo que Parece No Siempre es lo que Es

Capítulo 44.- Considerándolo 1ra parte

—¿Y bueno que opinas Lena? —le pregunté tras explicarle lo que ocurría.

—¿En serio preguntas?, la respuesta es obvia, no te metas en esos juegos, una vez entras nunca sales.

Sus palabras fueron algo bruscas, la molestia era evidente en su voz, mientras yo seguía dubitativa, ella tenía clara su opinión pero yo seguía indeciso a pesar de eso.

—Zuri date cuenta, el solo te quiere usar para ascender, nunca se han llevado bien y de repente te ofrece esto, te puedo asegurar que no planea nada bueno.

—¿Y seguir como un grano de arena que se deja llevar por el viento?, Lena esta es mi oportunidad de ser parte de algo realmente de dejar de ser marginado.

—O de terminar peor que antes —hizo una pausa antes de continuar—. Mira, si ya tomaste tu decisión es cosa tuya, pero te lo advierto, muchos se arrepienten de hacerlo —explicó saliendo de mi habitación.

—¿Por qué me uniría a él? —pregunté al aire.

—No deberías hacerlo —respondió mi conciencia.

Me levante de mi cama algo agobiado por tantas ideas en mi cabeza —. Dime conciencia uno ¿Qué ventajas puedo obtener si hago esto?

Hubo un momento de calma propia —. Podrías aprender a pelear mejor que él y así no volvería a molestarte.

—Tienes razón, lo quiera o no terminará haciendo que yo me libre de él.

Al día siguiente en la escuela le dije mi decisión a Gabriela, ¿Como reaccionó?, bueno...

—¡Estas totalmente loca! —me gritó, haciendo que muchos voltearan a vernos.

—Silencio Gabriela, vas a hacer que todos se enteren —le dije tapándole la boca con mi mano.

Apartó mi mano molesta—. Estas haciendo una estupidez Zuri, lo único que lograrás es que te maten —me dijo controlando un poco su tono.

—Nunca a muerto nadie en esto —fue mi respuesta, la mire molesta —. Gabriela es nuestra oportunidad de librarnos de ellos de manera permanente.

—O de que termines en la enfermería por fracturas múltiples, ¿en qué momento perdiste el sentido común? —volteó su mirada, para verme a la cara.

—Gabriela, esperaba que lo entendieras, si lo hago seré uno de los reyes del colegio, ya nadie se meterá con nosotras —intenté decirle, pero ella volteó a mirarme con decepción en sus ojos.

—Si quieres hacer esto hazlo, no te lo impediré, pero no esperes que te apoye —me dijo furiosa, antes de alejarse.

—¡Espera Gabriela...! —quise detenerla pero ella volteó solo para darme una cachetada.

—Necesito estar sola, nos veremos luego —toque mi mejilla con mi mano, había dolido más de lo que yo creía que un golpe suyo dolería, ella continuó su camino mientras yo la observaba, era obvio que no le había agradado para nada mi decisión y seguramente Liz y Arely opinarian igual.