Capítulo 17.- Errores de la Sociedad 2da parte

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- No fue porque te haya escondido mi mutación ¿verdad? - pregunté en su habitación - Que tu decidieras no hablarme -

- No, no lo fue, yo..., mis padres odian a los mutados, acusan de la muerte de mi hermana a una enfermera que era mutada - explicó

- No sabía que tenías una hermana -

- Hasta hace un mes yo tampoco, murió poco después de nacer, mucho antes de que yo naciera -

- Entiendo, ellos creen que ella la mató -

- Asi es, ven los mutados como enfermos - me miró - oye ya esta creciendo de otro color - dijo apuntando a mi cabello

- ¿Qué?, otro color ¿y ahora cual? - pregunté intentando verlo pero no notaba lo que ella decía, me sujeto el cabello

- Recién empezó es menos de un dedo todavía, parece algún anaranjado o rojo - me dijo - Tal vez inició a crecer de ese color hoy y por eso no te diste cuenta todavía-

- Puede ser - dije viendo mi cabello que estaba matizado entre cafes y rubios oscuros, que se volviera rojizo era algo nuevo, aunque a mis hermanos les había pasado, a mi no

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Lena Lefel

Maicol había llevado a Zuri a visitar a su amiga y yo sali a trabajar, aprovechando que no tenía tarea, Maicol y yo nos turnábamos para ir a ese restaurante como meseros, no nos pagaban mucho pero cualquier dinero que nosotros tuviéramos era útil

Todo estuvo como un día normal hasta que llego el cliente más creído del restaurante, Jason, si me refiero a mi compañero que agredió a Zuri el otro día, para mi mala suerte es sobrino del dueño del restaurante, asi que no puedo votarlo y para mi mala suerte hoy a mi me toca atenderlo a él y a sus amigos - Buenos días ¿Que va ordenar? - pregunté lo más relajada y profesional que me era posible

- Quiero que me lamas los pies - dijo con tono de superioridad y sus amigos iniciaron a reírse, mientras yo contenía las ganas de golpearlo - Pero bueno no quiero que denuncien a mi tío por abuso laboral asi que, solo traeme media porción de cada postre del menu -

- Claro enseguida se lo traigo joven - respondí, mientras volvía a la caja para hacer el pedido y llevárselo- Lamerle los pies, quién se cree ese -

- Tranquila Lena - me dijo Yasir, que era la mayor acá - Es mejor que no te enojes no puedes hacer nada, ahora dime que pidió -

- Media porción de cada postre -

- Bien te ayudaré a llevárselo - me dijo poniendo una mano sobre mi hombro, me ayudo con la primer charola y luego yo llevé la segunda

Pero no me esperaba lo que paso después, pues no contento con tenerme casi de sirvienta suya, entre todos ellos me tiraron bueno cantidad de los postres a mi cara y ropa, Yasir me llevó a que me lavará la cara mientras ellos se reían sin la más mínima pena, yo lloraba lentamente, Yasir me dijo que me vaya a casa que descansará un poco, obligada por ella acepté me cambié mi uniforme y emprendí el viaje a casa

Mientras caminaba, ellos me seguían, me estaban molestando todavía mientras yo intentaba llegar a casa, oi a un soldado con un megáfono gritando, se veía agitado - ¡Se a avistado un shijare a unas de cuadras de aquí, tengan cuidado! - llegué a escuchar, sentí terror al instante y empecé a correr, algunas otras persona también en busca de un lugar seguro, aunque a la mayoría no le importó, corrí esperando llegar a mi casa, Jason y sus amigos parecían haber ignorado la advertencia pues seguían persiguiéndome

Los shijares solían moverse por el pueblo, normalmente de noche, han igual que muchos otros animales, a mi en particular me daban miedo los shijares pues eran felinos aterradores

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Misterios del Mundo.- Lo que Parece No Siempre es lo que EsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora