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7. La casa Styles

¿No les pasa que cuando duermen en un lugar que no es el suyo, se levantan más temprano de lo usual?

Bueno, eso pasa conmigo ahora.

Me despierto en un cuarto que claramente no es mío. Me doy cuenta que todo lo que ha pasado hace unas horas es verdad. Sigo recostada en la cama y estiro mis brazos. Veo mi mano con el delgado plástico encima, ocasionando que sonría.

Descubro un poco el plástico y se llega a ver la tinta negra en mi piel ligeramente roja.

Todo lo que pasó fue real. No fue un jodido sueño.

Conocí a Harry, fui a una fiesta con él. Nos escapamos a un parque, le enseñé a trepar un árbol, huimos de la policía, nos reímos a morir en mi auto, cantamos una de sus canciones juntos, me acompañó a hacerme un tatuaje y no le importaron las consecuencias al llegar tan tarde acá.

Pueden matarme ahora y moriría feliz.

¿Le habrán regañado anoche por haberse ido sin avisar?

Busco entre las sábanas mi celular. Aún queda un poco de batería, entro a mensajes y decido escribirle a Jessie.

"Jess, si mamá pregunta, salí contigo, sálvame de esta, amiga :( prometo contarte todo, estoy bien. Te quiero <3"

Ahora que me encontraba más tranquila, doy una profunda respiración para luego mirar la hora:

¡11.24 am!

Dormí muy bien...

¿Qué se supone que haga ahora? No puedo ir al cuarto de Harry como si nada.

De pronto, el teléfono que estaba sobre la mesa de noche a mi costado, suena.

Frunzo el ceño algo confundida de quién podría estar llamando, sin embargo, contesto:

—"¿Aló?" —suelto.

—"¿Sophie?, soy Harry, buenos dias"  —su voz se escucha en la otra línea.

«¡Harry me estaba dando los buenos días, oh, por Dios! ¡Alguien grabe esto!»

—"Buenos días, Harry" —saludo conteniendo una sonrisita.

—"¿Vienes a mi habitación? Está abierto"

<<¿Que si voy? Eso no se pregunta>>

—"Claro, ya voy" —acepto de prisa para después colgar la llamada.

Mucho más animada, me pongo de pie estirándome rápidamente en mi lugar. Espero no verme horrible... despeinada... oh, diablos.

Sigo con la misma ropa de ayer. Jeans, pero tenía mi polo del concierto. Creo que es mejor que mi pijama de corazoncitos.

Salgo de la habitación acomodando un poco mi cabello, intentando lucir decente. Cuando llego al cuarto de Harry, toco la puerta, esperando paciente a que abra.

—¡Pasa! —su voz se escucha desde adentro.

Abro la puerta de la habitación para encontrarme con un Harry ya cambiado. Tenía un pantalón negro y una camisa del mismo color. Su cabello estaba mojado, demostrando que se ha bañado.

Y yo acá en "pijama"

Él voltea en mi dirección y encarna una ceja observándome.

—Esa foto me gusta —molesta señalando mi playera con una foto de su rostro.

Sonrío algo apenada, pero sin perder la gracia del asunto. De todas maneras, me acerco a él dispuesta a saludarlo.

—¿Ya te bañaste tan temprano? —inquiero dejando un beso en su mejilla y él uno en la mía.