40. Parque

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Yo soy medio imbécil...

Cuando le dije a Soph que volvía el sábado por la noche, me refería a mi noche. Es decir, a su mañana.

Ahora estaba como pendejo a las once de la mañana metido en mi carro a unas cuadras de su casa.

No sabía si llamarla y decirle: "oye, estoy abajo. Ábreme". O ir a su puerta para sorprenderla y atentarme a las consecuencias de que pueda que todos estén dormidos y me odien por despertarlos de por vida.

¿Que es lo peor que puede pasar? Que su padre me abra. Y él me adora.

«A la mierda»

Enciendo de nuevo el auto poniéndolo en marcha hasta los condominios donde vivía Sophie. Cuadro en el mismo lugar vacío en que siempre aparco cuando vengo a verla y bajo del coche.

Camino hasta la entrada cuando de pronto la puerta se abre.

«Oh Dios, gracias»

La mamá de Soph salía distraídamente con su bolso en mano. Avanzo de manera rápida hasta ella y se percata de mi presencia.

-¡Harry! ¿Cómo estás, hijo? Ya se te extrañaba por aquí- la mujer saluda con una sonrisa.

«Oh joder, ella me ama»

-Un gusto verla señora Evans- saludo educado con un beso en la mejilla. -Y no venía porque estuve de viaje hasta hace una horas- me excuso sonriendo un poco.

-Karen, Harry, dime así, aún soy joven- pide adulando su edad.

-Está bien- asiento con la cabeza. -Y bueno, yo venía a ver a Sophia. ¿Ya está despierta?- pregunto sintiendo mis latidos acelerarse por los nervios.

-Creo que sí. De todas maneras pasa, yo debo ir a hacer unas compras así que les dejo la casa. Mi esposo salió con Michael temprano al fútbol.- comenta desactivando la alarma de su carro.

-Oh, genial. No se preocupe. Tenga un buen día- me despido de ella.

Entro a la casa Evans y cierro la puerta tras de mí. No hay nadie... ¿Eh?  Seguro eso significaba fiesta para Sophia.

"Walking in the wind" sonaba a todo volumen desde la planta de arriba.

«Fan loca obsesionada»

Subo lentamente las escaleras para ver a lo lejos su habitación abierta. Cuando avanzo un poco más, llego a ver sus pies sacudiéndose al compás de la música, colgando de su cama aún destendida.

Continúo con mi paso y me detengo en el marco de la puerta, contra la pared. Ella estaba con unas legging negras, y una chaqueta blanca la cubría, tenía los ojos cerrados, con las manos entrelazadas sobre su estómago, balanceando la cabeza de un lado al otro.

Me detengo a mirarla unos segundos. Siendo tan Sophia, cantando a todo pulmón el coro.

Ella sube sus brazos bruscamente al aire y empieza a sacudirlos. -"... anytime you need me..."- canta una línea que es mía.

De pronto, cuando llega mi solo más alto de la canción, Sophia se golpea y refriega la cara con sus palmas, mostrando desesperación. -Maldito Harry, ¿Por qué cantas tan bello?- lloriquea hablando para ella misma.

-¿Perdón?- ladeo la cabeza divertido apareciendo por el marco de su puerta.

-¡Harry!- chilla poniéndose rápidamente de rodillas sobre su cama.

-Creí que ya lo habías superado- alzo una ceja acercándome a ella.

-No seas idiota- se pone de pie aún sobre el colchón  brincando.

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