More than Fan

76. Inicio de la gira

«Respira, respira Styles, respira maldito»

-Luces tenso... -la voz de Sophia se escucha a mis espaldas.

Ryan, mi nuevo estilista, deja de secar mi cabello y apaga la secadora. Pasa sus dedos por mis mechones, acomodándolo a su gusto.

-¿Tú crees?- suelto sarcástico, alzando las cejas.

Soph rueda los ojos y avanza quedando frente mío, obstruyendo mi vista en el gran espejo.

Ryan murmura un "ya está" antes de desaparecer por el camerino, dejándome a solas con Soph.

Mi chica se sienta sobre mis piernas y pasa uno de sus brazos tras mi cuello, sujetándose.

-¿Estás nervioso?- pregunta, examinando mi rostro.

-Como la mierda...- admito en una risita entrecortada.

Deslizo mi brazo tras su cintura y la acomodo en mi regazo.

Aprovecho que esta silla son de las que da vueltas, así que nos giro, quedando a espaldas de algunas personas que nos acompañaban en el camerino.

-Sabes que lo harás genial, eres Harry Styles. Todas esas chicas allí te aman y no importa lo que hagas, siempre te apoyaremos.- me anima, tocando mi pecho.

Suspiro, sintiendo mi corazón latir pausado, pero fuerte. -¿Y si me equivoco en la letra de una canción? ¿O qué tal si me caigo?- dudo.

-Te haremos bullying por dos años, pero te seguiremos amando.- responde en una risa.

Se me escapa una sonrisa mientras niego con la cabeza. -Gracias por el apoyo, cariño...-

-Estaré ahí en primera fila siendo la fan número uno.- promete. -Voy a gritar, saltar y bailar cada bendita canción. Juro que quedaré sin voz al final de la noche.-

Expreso una mueca burlona: -¿De qué maneras te quedarás sin voz esta noche? ¿Estoy yo en esos planes?- molesto gracioso.

-¡Harold!- chilla y noto sus mejillas tornándose en un ligero color carmesí.

Sonrío ante su efecto e involuntariamente mis ojos ruedan hacia mi celular sobre el tocador a un lado nuestro.

Faltaban quince minutos para que el show empezara.

Sophia nota como mi cuerpo se estremeció y, en un intento de calmarme, acaricia mi mejilla.

-Hey -llama mi atención. -Eres increíble y lo harás asombroso. No estés nervioso.- afirma en una pequeña sonrisa cargada de dulzura.

Hace un año no me presentaba frente a miles de personas. Estoy ansioso, aterrado y emocionado. ¡Vaya fusión de sentimientos! Pero lo admito: siento que me voy a hacer pipí en estos pantalones.

-Distráeme, cuéntame cómo era la Sophie de hace cinco años.- suelto curioso, intentando despejar mi mente.

-Santo Dios... Un jodido desastre...- escupe con una pizca de diversión. -pero creo que no me puedo quejar...-

Ella posa su mirada en la nada, pensando en sus palabras. Yo sólo la observo con atención.

-Para ese entonces estaba en la secundaria... Era normal. Creo que lo hice muy bien. No era de las populares, pero tampoco era de las aisladas y que no tenían amigos... Tampoco era la favorita de los maestros, o la alumna con quién peleaban. Sólo estaba allí. Se podría decir que tuve buenas calificaciones y bastantes amigos con los cuales aún me hablo... Entre ellos Jessie, ya sabes...- hace una pausa para respirar. Vuelve su mirada a mí. -Y por supuesto, era tu fan. Recuerdo que mis amigos me decían: "ese chico ni siquiera sabe de tu existencia, supéralo, madura" y yo toda chiquilla terca e inmadura que soy les respondía: "madurar es para frutas". "Lo que madura se pudre."- se burla entre risitas, contagiandome su humor.