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44. Accidente

Me encantaría ser de esas películas en que las protagonistas tienen un accidente y ¡boom!, Despiertan en un hospital, ya curadas y con solo unos mareos, pero no. Eso no le pasa a Sophia.

Lo primero que veo al aclarar mi vista, es la parte delantera del auto de Harry aplastada, haciendo que mis piernas quedaran atrapadas contra el tablero del carro.

Los vidrios estaban rotos, y pedazos de ellos estaban esparcidos por doquier.

Mi respiración empieza a fallar cuando me doy cuenta qué fue lo que impidió que mi parte superior del cuerpo no se lastimara.

La espalda de Harry había sido mi escudo para el golpe, llevándose él todo el impacto y los vidrios. Podía ver algunas pequeñas manchas de sangre sobre el disfraz que aún tenía puesto, pequeñas cortadas en su rostro y cuello.

-Harry...- me quejo levantandolo. -Debemos llamar a emergencias...- zamaqueo su brazo tratando de despertarlo.

Mi intento obviamente falló. Busco con la mirada donde cayó mi celular, pero no logro encontrarlo.

Levanto la vista hacia el carro frente nuestro con el que chocamos. El hombre que estaba dentro empezó a moverse, podía verlo.

Me inclino por encima del cuerpo de Harry, y toco el claxon llamando su atención.
Intento mover mis piernas, pero solo logro lastimarme.

El sujeto del otro auto sale del suyo en las misma condiciones. Se tambalea un poco, pero llega a un lado nuestro.

-¿Estás bien? ¿Él está inconsiente?- pregunta algo confundido por el choque.

«Bueno, él no tuvo la culpa. Harry fue el que se distrajo.»

Y por supuesto que no estoy bien hombre, estoy atrapada. Me voy a quedar sin piernas. Y no ah, él no está inconsiente, solo toma una siesta para pasar el rato.

-¿Usted está bien? Lo lamento tanto.., pero podría llamar a una ambulancia. No reacciona- me disculpo y pido que busque ayuda. No íbamos a librarnos de esto solos.

El hombre desaparece del lugar dejando aún su auto aplastado frente al de Harry. Dijo que saldría a la calle por señal.

-Harry...- vuelvo a insistir tirando de su brazo. -Vamos Hazz, levántate, tenemos que salir de aquí-

Su cuerpo seguía torcido cubriendo el mío, cuando en eso, una fuerte inhalación llama mi atención.

-Mierda... Sophia...- suelta en un gruñido tratando de incorporarse.

-Harry, Dios mío no te muevas, tienes vidrios por todas partes- digo sorprendida al darme cuenta que cuando intentó sentarse, las marcas de sangre aumentaron su tamaño.

-Sophia mi pie. Mi pie está atorado, santa mierda duele- dice apunto de gritar, controlando su respiración.

Me inclino un poco hacia adelante, comprobando lo que acaba de decirme. Su pie izquierdo estaba siendo aplastado por la parte de los pedales. No lograba ver su zapato, sólo el comienzo de este.

-Joder Harry, quédate ahí, el tipo del otro auto ha llamado a una ambulancia, espérate quieto.- le refuto casi del mismo tono, pero el mío era más de preocupación, angustia.

Sus jadeos tratando de controlarse se hacen cada vez más fuertes. Temo que le pase algo peor, su cara demuestra demasiado dolor.

-¿Tú estás bien?- pregunta en una mueca.

-Solo tengo las piernas atrapadas, no te preocupes- niego con la cabeza sin darle importancia. Lo que me pasa a mí ahora, no es tan grave como lo que tiene él.