65. ¿Qué es esto?

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-¡Ya Sophia! ¡No más! ¡Detente!- me carcajeo sin poder mover mis extremidades cubiertas por la arena.

-Déjame taparte el cuello por favor, te ves muy gracioso.- ríe desde mis pies.

-¡Me pica! ¡Déjame salir!- grito

La pendeja me había enterrado en la arena. Había empezado con un hueco, y terminó con un Harry dentro de él. No sentía mis brazos y puedo jurar que hay un cangrejo caminando bajo mis pies.

El sol hace que me arda la cara y mi cabello desordenado por la brisa del mar no me permiten ver mucho. No lo puedo acomodar porque ¡mis manos están enterradas!

-Ya voy a acabar. Sólo el cuello, te tomo una foto y eres libre. Por favor...- pide agarrando un puño de arena.

Suspiro rendido. Ella no va a parar hasta conseguir lo que quiere.

Asiento con la cabeza, y a los instantes, siendo la arena cubrir hasta mi mandíbula.

Ella da unos toquecitos y acomoda su creación hasta quedar como a ella le guste. Cabe resaltar que está arrodillada a mi costado, y me deja ver bastante de su lindo cuerpo.

-¡Eres una cabeza en medio de la playa!- exclama graciosa, poniéndose de pie.

Observo sus rodillas manchadas de arena, igual que sus manos. Se veía preciosa sin siquiera intentarlo.

-¿Feliz? ¿Ya puedo salir?- pregunto sarcástico tratando de moverme bajo el peso de la arena.

-¡No! Aguarda, iré por mi celular.- avisa antes de ponerse sus sandalias y salir corriendo hacia la casa.

-¡Sophia Evans no me dejes aquí! ¡¿Y si viene un tiburón?! ¡Oye!- grito desesperado queriendo zafarme, pero era inútil. No podía moverme.

La veo carcajearse mientras desaparece de mi vista y trota a la casa.

Suspiro en mi sitio y deposito mi vista en el mar.

«Esto es tan ridículo»

Si lo analizamos por el punto de vista amable... Sophie es feliz. Lo cual significa: Yo soy feliz.

Hoy era nuestro último día aquí... Y también era nuestro penúltimo día juntos.

Mañana volvemos a Londres. Ella tiene la entrevista con el editor de la revista, y yo debo volver el domingo por la noche a Los Ángeles.

No planeo regresar a Londres hasta fin de mes para verme con los chicos. Y luego de eso... Creo que volveré a Estados Unidos. Y para ese entonces, espero poder llevarme a Soph unos días.

Nos separaremos solo dos semanas. Tengo que estar enfocado en mi trabajo, en mi música. Lo primordial: el álbum.

Estas mini vacaciones habían servido para distraerme bastante y experimentar mucho con Soph. Practicamente hemos vivido juntos una semana.

Aprendí de ella que es una desordenada de mierda y odia limpiar. No la culpo, yo soy igual.

Ella dice que no es desorden, si no, que todo está acomodado estratégicamente para encontrar lo que quiere.

«Esa será mi nueva excusa para no arreglar mi casa»

Pero después de todo, estos días con ella, sin movernos de este paraíso, me enseñaron que somos un perfecto dúo. Trabajamos en equipo y lo llevamos bien.

Amo despertar con Sophie a mi lado y amo verla dormir por las noches.

La sensación de estar dando vueltas en la cama de madrugada, y que ella me diga "Deja de moverte y duerme"

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