74. África

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-Ya estamos por llegar, Evans... Cálmate.- río por sus ansías. Ella golpeaba frenéticamente el piso del taxi, mirando por la ventana, desesperada por llegar.

-Se nos va a hacer tarde y yo quiero darle de comer a las jirafas. ¡Harry voy a tener a una jirafa cara a cara!- chilla emocionada, girando a verme.

-Son las cinco y media de la mañana, cariño. Ellas no salen hasta las seis.- tranquilizo, acariciando su espalda.

Después del desfile en Nueva York de Soph. Sophia se hizo muy conocida por bastantes corporaciones. Muchas empresas la estaban llamando para sus líneas de ropa, comerciales, revistas e incluso había dado una entrevista para un programa de televisión. Ella estaba más que feliz.

Lamentablemente yo ya no soy su representante. Jeff me recomendó que se lo dejara a manos de un profesional en ese aspecto. Ahora que Sophia tiene más propaganda, las ofertas de trabajo son más y yo no sé cómo lidiar con eso. Cada día me llegaban diez correos con diferentes oportunidades y yo no sabía cómo  organizarme. Así que desde hace un mes, mi chica tiene una nueva representante.

También considerando que ahora es oficialmente parte del equipo de mi empresa. Y de la asociación de UNICEF. Sí, ahora también trabaja con ellos.

En su viaje de caridad para la comunidad de Dhaka, Sophia sugirió una idea de ayuda hacia ellos. UNICEF quedaron asombrados con su propuesta y no dudaron en integrarla a su grupo.

El mes pasado me la pasé estudiando y leyendo sobre el Met Gala que se viene el siguiente mes. Estoy preparándome para ser un buen copresidente.

Lo más importante: el álbum. Es todo un éxito. Las fans lo amaron, les encanta. Mi mamá incluso dijo que le gusta más que el primero. Y no hay que decir de Sophia... La mujer empezó a llorar y a los dos minutos saltaba riendo como demente. Creo que ama a esas nuevas canciones más que a mí.

-¡Harry, Harry, mira! ¡Ahí hay una!- mi castaña golpea emocionada mi brazo, señalandome a unos metros a una gran jirafa caminando.

Una sonrisa crece en mi rostro mientras observo a tal animal.

-Hemos llegado- el hombre que nos trajo en su auto, avisa. Cuadrando el vehículo unos metros lejos de la entrada de la casa.

Este lugar era muy alejado de la ciudad. Era una gran área verde para que las jirafas estén libres y sin preocupaciones. El "hotel" que consistía en una casa enorme de dos pisos, se encontraban en el medio del lugar.

Esta casa fue construida hace ochenta años y se mantenía en perfecto estado. Cada año la modificaban y arreglan para lograr un ambiente cómodo para los turistas.

-Muchas gracias por traernos.- agradezco al taxista, mientras Sophia y yo tomamos nuestras mochilas y bajamos del carro.

Podíamos ver a algunas personas asomándose en su ventana para comprobar si las jirafas ya habían llegado y así poder darles de comer. Ellas eran el único motivo para despertarte a las seis de la mañana.

El ambiente era extremadamente tranquilo y lleno de paz. No había bulla, sólo murmuros de la poca gente que se encontraba saliendo por recepción al comedor exterior, ahí era donde podías tocar a los animales.

-Hola, soy Harry Styles, tengo una reservación para hoy. Acabamos de llegar.- saludo al joven tras el mostrador.

-Por supuesto, es un placer tenerlos aquí. Síganme a su habitación.- nos hace una seña con la mano, dirigiéndonos escaleras arriba.

-Estoy temblando, no puede ser...- Sophia sonríe nerviosa y me dice en voz baja. Mostrándome sus brazos.

-Se llama emoción, cariño.- molesto, sonriéndole.

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