More than Fan

45. Liam

-Sophia, respira, actúa normal.- repito una vez más desabrochando mi cinturón de seguridad.

-¿Entiendes que voy a conocer a Liam, no? Es Liam.., ¡pero también es Liam!- exclama apagando el auto.

Niego con la cabeza cerrando los ojos.

«Paciencia, señor...»

-Eso no tiene sentido. Es sólo Liam. Relájate- digo antes de abrir la puerta de copiloto.

-Espera, tus muletas.- recuerda saliendo del carro rápidamente a ayudarme.

Sophie bordea el coche y aparece con esos dos utensilios que me ayudan a caminar sin tener que apoyar el pie.

-Te ves tan lindo enfermito.- bromea colocándole la alarma al vehículo.

-No estoy enfermo, solo tengo una desventaja, y eso no me hace menos guapo.- reclamo mientras avanzamos hasta la entrada principal de Liam.

-Su casa es más grande que la tuya- comenta viendo el gran jardín que atravesábamos, parecía un jodido parque de lo espacioso que era el lugar.

¿Noticias? No tenía idea.

Ni yo ni Sophia habíamos entrado a las redes sociales. Le conté algo que aprendí cuando hace muchos años atrás yo recién entraba al mundo de las críticas:

"No leas los comentarios de la gente"

Así de simple.

Las personas podían opinar lo que quisieran, pero al fin y al cabo, la relación era nuestra. En resultado a eso, veía a Sophia feliz y tranquila conmigo, que era lo más importante.

-¿Que esperas para tocar el timbre?- río al darme cuenta de la mueca de nerviosismo que tenía en su rostro al estar parada frente a la puerta de mi amigo.

-Estoy emocionada y ansiosa... No sé qué haré ahí dentro. Por favor evita que cometa alguna estupidez frente a ese hombre.- dice aún con la mirada fija en la puerta.

Me carcajeo una vez más y hablo: -Él sabe que también eres fan, Soph. Entenderá si por error ve una de tus dos mil fotos nuestras en tu galería.- suelto gracioso ganándome un pisotón de su parte. -¡Joder Sophia, mi pie!- grito frunciendo el ceño, mientras que alzo mi pie vendado para comprobar que todo esté en su sitio.

-Oh Dios, perdón.- se da cuenta de su accidente llevándose las manos a la boca, cubriéndola. -¿Estás bien?- toca mis hombros preocupada.

-Oh sí, solo que estoy muy feliz y por eso salto en un pie.- escupo sarcástico sobando mis dedos.

-Lo siento...- ríe nerviosa.

Entrecierro los ojos y de un movimiento rápido toco el timbre haciendo jadear a la chica a mi lado.

-¿Que hiciste...?- pregunta en un susurro ahogado. -Diablos no, no estoy lista.- se empieza a alterar dando vueltas en su sitio.

La puerta se abre y de un salto Sophie se posiciona atrás mío.

-¡Hey, Harold!- Liam me abraza sonriente.

-¿Cómo estás?- le devuelvo el gesto aún más fuerte.

Él frunce el ceño confundido, pero a la vez gracioso, señalando con su dedo a mi espalda.

-Liam... Te presento a Sophia.- digo como si presentara a dos niños de primaria haciéndose amigos por primera vez.

Soph sale de su escondite lentamente, al primer microsegundo que lo ve, abre la boca sorprendida. -oh por Dios es Liam...- susurra tapándose la cara.