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25. Sentimientos

La vibración de mi celular bajo mi cuerpo hace que me despierte. Abro los ojos encontrándome con Harry dormido a mi lado.

«Esto es lo que se siente despertar con Harry Styles»

Su rostro completamente relajado, de sus labios brotaban leves ronquidos. Aún algo dormida, observo sus largas pestañas, y ese pequeño bigote que estaba dejando crecer, dándole un toque más de adulto, pero la verdad, es que solo lo hacía ver más atractivo de lo que ya es.

Sentía el peso de su brazo izquierdo, que lo había  sacado de la bolsa de dormir, para colocarlo sobre mi cintura atrayendome a él. Me remuevo en mi sitio para ver mi celular con la hora. Ocho y veinte.

Me daba lástima despertarlo, pero debíamos ir al trabajo. Bueno, sólo yo, sin embargo él dijo que me acompañaría.

Decido no levantarlo, y trato de ponerme de pie. Harry reacciona al instante soltando un gruñido.

-No, porque te mueves... Estamos perfectos así...- se queja con voz rasposa por la mañana. Su agarre se hace más fuerte, impidiendo que siquiera me siente.

-Debo ir al trabajo Hazz...- me río soñolienta acomodando su despeinado cabello.

-Todo es tu culpa, tú querías ver las demás sagas de Narnia, nos dormimos a las dos de la mañana Soph, tengo sueño- abre ligeramente sus ojos dejándolos como chino.

Río tierna de la cara que hace, está para foto. -Vamos Styles, déjame ver esos lindos ojitos verdes- juego haciendo que se apoye sobre su codo.

-Ven, dame los buenos días- estira sus brazos a ambos lados cayendo bruscamente de espaldas.

Salgo como puedo de mi bolsa de dormir, y me tiro sobre él abrazándolo. -¿Ya me dejas ir a cambiarme?- bromeo con mi cabeza escondida en su cuello.

-Estoy pensando seriamente en llamar a tu trabajo y decirles que estás enferma para quedarnos así todo el jodido día- dice con voz ronca enrollando sus brazos en mi cintura.

Ayer había confesado indirectamente que Harry me gustaba. Y él había dicho algo así como que el sentimiento era mutuo. Estoy más que feliz con eso.

-Yo sí quiero ir al trabajo, me gusta- reclamo defendiéndome.

-No dirás eso cuando seas modelo y te paguen miles de dólares- me suelta para mirarme a los ojos.

-Bueno, pero por ahora soy maestra, y debo ir con mis niños- me enderezo poniéndome de pie rápido. Me estiro en mi sitio observando el desastre a nuestro alrededor.

-Me voy a dar una ducha rápida- Harry me imita poniéndose frente mío.

-No me parece justo que seas más alto que yo- frunzo el ceño mirándolo frotarse un ojo.

-Tú también eres alta- Era cierto, mi cabeza le llegaba al puente de la nariz, era una altura prudente.

-Gracias por lo de anoche- le doy una media sonrisa acomodando mi cabello. Debo parecer una bruja.

-Gracias a ti...- sus ojos se clavan en mí un par de segundos. -...Soph- llama mi atención de nuevo y lo veo tragar saliva. -Queria que sepas que todo lo que dije ayer, es cierto.- dice lentamente frunciendo el ceño.

«¿Me está tratando de decir que yo también le gusto? ¿Al menos un poquito? Agh, parezco una chiquilla hormonada emocionada.»

Asiento con la cabeza sin saber que responderle y él alza una ceja incrédulo. -¿No dirás nada?- se ríe leve.

Levanto los hombros sonriendo, giro sobre mis pies para entrar a la casa cuando él me toma de la muñeca.

-No, no, a donde vas, ven aquí- sonríe coqueto jalando de mí. Coloca mi brazo sobre su hombro, un gesto que se ve condenadamente sexy. Toma mi cintura juguetón pegandome a él.