Capítulo 29 "Título".

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Alguien llamó a la puerta e instintivamente empujé a Kas.

—Si no nos vamos ahora no llegaremos a tiempo a la primera clase— dijo Hurley al mismo tiempo que tocaba la puerta.

Me cubrí la boca por si acaso los besos dejaban evidencia. Era nueva en esto.
Kas simplemente sonrió cómplice.

—¿Desde cuando llegamos a tiempo a la primera clase, hermano?.

Me volvió a besar lentamente y yo me dejé llevar unos segundos más.

—Desde siempre, Kasaquir— la chapa sonó y volví a empujar a Kas. —¿Esta cerrado con seguro?.

Trataba de hacerme creer que eran puntuales. Demasiado tarde.
Siempre fue de conocimiento general que los hermanos River nunca llegaba antes de que la campana sonara.

—¿Cómo voy a llevarme mi regalo de disculpa?— pregunté a Kas.

—Pasaré a dejarlo a tu casa después de la escuela.

Asentí y salí del cuarto antes de que Hurley quisiera tirar la puerta para ver que estábamos haciendo. No entendía porque de pronto su hermano se portaba así conmigo.

Cuando bajé los chicos se habían agrupado en la puerta de salida. Tanner sostenía en sus manos una bolsa de papel.

—Chicos...— dije sonriendo.

—No digas nada. No es tan bueno como parece— Tanner me entregó la bolsa con mi almuerzo y me dio un abrazó. Creí que solo era una muestra de afecto pero después me di cuenta de que era una manera de poder susurrarme sin que los demás se dieran cuenta. —No seré tan inteligente como tú, pero me doy cuenta cuando dos chicos ocultan algo.

No supe que decirle. Lo único que pude hacer cuando me soltó fue sonreirle como si no hubiera escuchado nada.

Tomé mi bolsa de papel y salí del bar.
Cuando subí a la camioneta, Kas salió del bar con Hurley, ambos cargando sus cascos, pero el primero llevaba dos.

—Mi casco— dijo cuando me di cuenta de cual era.

—Lo dejaste abandonado anoche más o menos como me dejaste a mi— lo lanzó al asiento del copiloto. —Bombón, tienes algo aquí...

Se rascó la comisura de los labios y yo me llevé una mano a los míos para buscar lo que tenía.

—¿Dónde...?

—Justo aquí— me robó un beso corto e inmediatamente lo aparté para que Hurley no viera. Kas comenzó a reir. —Nos vemos en clase, bombón.

—Sinvergüenza.

Cerré mi ventana riendo y encendí la camioneta.

Fue genial llegar esta mañana a la escuela en la Jeep con un hermano River a cada lado de mi en la carretera.
Kas estaba conduciendo a mi izquierda, y al verlo, Hurley se puso a mi derecha.

Comenzaba a volverse incómodo el hecho de que, si bien él no quería igualar a Kas, si quería superarlo.
Parecían estar en una competencia por ver quién de los dos estaba mas apegado a mi.

Las clases de ese día pasaron como cualquier otro, a excepción de que Kas se coló a mi lado en un par deshaciendose de mis compañeros.

En el almuerzo, cuando caminaba sola por los pasillos de la preparatoria hacia la cafetería, Kas se volvió a reunir conmigo.

—¿Sabes? Era divertido poder debatir con alguien los errores del maestro de español.

—¿Quieres decir que ese nerd de suéter de rombos es un mejor compañero que yo?— sonrió.

—Si, justo eso— lo abracé sin dejar de caminar. —No creo que sea bueno que todos sepan que somos novios ahora.

—Con "todos" te refieres a Hurley— me besó en la frente. —Tampoco estoy dispuesto a ver como sigue tratando de conquistarte, ¿sabes?.

—¿Crees que se enfade?.

—Va a querer asesinarme en cuanto lo descubra— dijo divertido. —Ya insulté el código muchas veces.

Me quedé pensativa un momento.

—¿Código?.

—El código de los biker's. No podemos interesarnos en las chicas que alguien ya había mirado antes. No podemos regalarle nuestro casco a una chica que no es nuestra novia. No podemos meternos en peleas con nuestros hermanos por una chica..., Hope, podría seguir toda la tarde explicando las muchas veces que rompí el código contigo.

—No puede ser, Hurley va a odiarme.

—¿Que te va a odiar? Entonces a mi querrá aniquilarme. Tendré que buscar una forma de escapar de él hasta que se le pase...

—¡Escapar!— dije recordando de pronto lo de anoche. —¡Kas, yo tenía algo importante que decirle a todos el club!.

Estaba por preguntarme qué era eso que tenía que decirles pero lo tomé de la chaqueta y lo arrastré conmigo por el pasillo mientras buscaba a Hurley con la mirada. No podía estar tan lejos.

Lo encontramos un segundo antes de que entrara a la cafetería y se sobresaltó cuando llegué corriendo con su hermano detrás de mí.

—¿Qué ocurre? ¿Pasó algo malo?.

—No sabría como clasificarlo en este momento, pero si llega a pasar, estaremos finiquitados— explique con las manos en mis rodillas recuperando el aire. —¿Creen que puedan llamar a los demás? Tienen que escuchar lo que voy a decir.

Hurley sacó su celular.

—Llamaré a papá para que vengan, pero algunos ya debieron irse a trabajar— se puso el celular en la oreja. —¿Pueden decirme qué demonios pasa? Están muy extraños ustedes dos desde ayer.

Él se refería a nuestro comportamiento cómplice, pero no imaginaba que ese era nuestro problema menos importante ahora.

Los River's llegaron unos minutos después a la entrada de la preparatoria y nosotros salimos para poder hablar con ellos.

—¿Qué pasó? Cuando Hurley dijo que necesitabas que vinieramos creímos que te había pasado algo.

—Estoy bien, chicos. Esto es sobre mi padre.

Nadie entendía, entonces me di cuenta de que ni Kas ni Hurley habían hablado de mi parentela con ellos.

—Mi padre es el oficial Julian.

—¡En la...!

—¿¡Qué carajo!?.

—¿¡Cuándo pensaban decirnos ese pequeño dato importante, muchachos!?.

—¡Estuvimos rodando con la hija de un policía! ¿Se dan cuenta de eso?.

Todos estaban muy sorprendidos y sobre todo preocupados. Al parecer creían que si mi padre se enteraba que más que "tener amigos" dentro del club yo me paseaba con todos ellos, lo tomaría como un insulto directo. Algo como una venganza de su parte.

Les expliqué lo que vi la noche anterior cuando llegue a casa. Les dije lo de las carreteras marcadas en el mapa y que coincidían con todos los lugares donde hasta ahora habían hecho los arrancones.

—Tampoco es como si hubiéramos convertido a su hija en un monstruo— dijo Fred riendo. —Ella es feliz con nosotros, sin mencionar que fue ella quien se acercó al club.

—Hablan como si tuviera el título del club ahora. Yo no he dicho que si.

Dejé de discutir con todos y miré a Kas.

—¿Estas hablando en cerio?.

—Totalmente.

—Pero...

—No te enfades, ahora menos que nunca diré que si.

—¿Por qué ahora menos que nunca?— Hurley se unió a nuestra pequeña disputa.

—Chicos, discutiremos esto después. Necesitamos decirle a los muchachos de otros clubes que tengan un perfil bajo— Fred me puso una mano en el hombro y me atrajo hacia él para abrazarme.

Pese a sus intentos de calmarme, Fred sólo me ayudó a tener un mejor ángulo de donde fulminar a Kas.

¿Soy mala ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora