En cuanto abrí los ojos me levanté de la cama para ver la invitación, pero la torpe de mí olvidó que Doménico estaba en el piso y terminé tropezándome con él.
—¡¿Qué te sucede?!—gritó él conmigo encima.
—Olvidé que estabas ahí—dije yo mientras me levantaba.
—Me alegra saber que mi presencia te importa tan poco—dijo él serio mientras se levantaba del suelo.
—Ya no seas tan delicado—dije yo dirigiéndome hasta donde estaba la invitación.
—Yo no soy delicado, soy quejumbroso que es muy diferente—dijo Doménico mientras me seguía.
Nos paramos en frente de la invitación y ésta técnicamente explotó y el humo que quedo formó lo siguiente: ¡Hoy es el día!
Doménico y yo quedamos unos minutos tratando de comprender lo que pasó pero simplemente lo ignoramos al final y fuimos a buscar nuestra ropa pero no había ninguna, como no quisimos ir desnudos como le habría encantado a Lucy bajamos en pijamas.
Y como siempre ahí estaba, aunque la única diferencia es que en esos momentos ella llevaba una mascarilla que la hacía parecer Hulk, traté de contener mi risa porque se veía ridícula. Doménico por su parte simplemente se sentó con una cara sin sentimientos, como envidió esos gestos tan controlados que tiene porque los puede usar cuando quiere.
—Buenos días—dijo Doménico mientras veía a Lucy.
—Buenos días a los dos—dijo ella mientras comía algo de fruta.
—¿Por qué la mascarilla?—preguntó Doménico mientras comía lo mismo.
—Hoy tengo que verme hermosa—dijo ella viendo a Doménico con una gran sonrisa.
—Pero si ya lo estás—dijo Doménico con un tono coqueto.
—Oh gracias pero hoy tengo que lucir extra hermosa—dijo ella casi desvistiéndolo con la mirada.
En esos momentos Doménico hizo una cara de espantado, se dio cuenta de que con esa broma había metido la pata hasta el fondo y Lucy no lo dejaría en toda la noche.
—Por cierto en cuanto acaben de desayunar algunos de los juguetes irán a ayudarlos a prepararse para la fiesta—dijo ella antes de dar una mordida a una manzana.
—¿Quiénes?—pregunté realmente sorprendida.
—En unos momentos Amaya irá para ayudarte—dijo ella mientras estaba viéndome.
—¿Nada más ella me ayudará?—pregunté mientras me daba cuenta que todavía no había comido nada.
—No, cuando ella acabe irán Alison y Violeta—dijo ella.
—¿Y a mí alguien me va a ayudar?—preguntó Doménico, que por su cara notaba que esperaba que la respuesta fuera un “no”.
—Con mucho gusto te ayudaría yo pero tengo que alistarme—dijo ella viéndolo de arriba hacia abajo—pero mandaré a Jacob para que te ayude a elegir un traje.
—Gracias—murmuró el aliviado.
En cuanto acabamos nos dirigíamos hasta la puerta pero Lucy nos detuvo.
—¿A dónde van?—preguntó ella sin mover los labios porque la mascarilla ya se había secado.
—A nuestra habitación—dije yo extrañada.
En eso entraron Amaya y Jacob por la puerta.
—Por favor Charlotte sigue a Amaya, ella te conducirá hasta donde tienes que ir. Y tú Doménico sigue a Jacob—dijo ella y luego se fue.
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Cae Nieve en el Infierno
Fantasy(La historia está siendo editada actualmente) Charlotte Lowell es una chica toda su vida había querido ser una psicóloga forense. Pero el cruel destino hace que muera cuando está en camino a su primer clase. Ella va al cielo pero no es feliz porque...