Capítulo 39: Una hermosa cena

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Doménico y yo seguimos a Deth a una puerta que no había visto antes, él la abrió y Doménico y yo entramos sin pensar en qué habría del otro lado.

Ahí había alrededor de unas veinte personas en una mesa para cuarenta sino es que más, hubiera contado los asientos pero la verdad no merecía la molestia.

Sorpresivamente estaban Aba y Galí dándome una horrible mirada, bueno más bien Galí porque Aba si me saludó de forma alegre diciendo “Hola Charlotte” lo suficientemente fuerte como para que unos se nos quedaran viendo a Doménico y a mí. Mientras esto sucedía Yezca y Anna jugueteaban como tontos enamorados, Deth sólo los contemplaba como diciendo “par de idiotas” y Lucy hablaba con su padre y su madre.

A las demás personas no las conocía y la verdad no me interesaba conocerlas en lo más mínimo porque si le agradan a Lucy es porque son horribles personas.

Sinceramente me esperaba a más personas pero Lucy dijo que sólo iban a ir personas que le agradaran y creo que eso redujo demasiado la lista de quinientos hermanos y amigos de su padre que fueron a la fiesta.

Doménico y yo nos íbamos a sentar en la silla más alejada pero Lucy nos hizo una seña con la mano.

—¡Siéntense aquí!—dijo ella emocionada.

—Está bien—dije yo asustada de Lucy, obviamente Doménico y yo íbamos agarrados de la mano.

—Vaya como han avanzado—dijo Galí a Doménico y a mí.

—¿A qué te refieres?—pregunté viéndola molesta.

—¿No eras tú la que dijiste que jamás te “irías” de la fiesta y fuiste la primera en irse?—dijo Galí riéndose, ahora veo que Lucy realmente le contó a todos.

—Tal vez es cierto—dije yo molesta porque odio a Galí.

—No “Tal vez” Es cierto—dijo Galí.

—Tanto que ya creen estar embarazados—dijo Lucy riendo un poco.

—Pues fíjate que ya no—dije yo molesta.

—¿Y eso porqué?—preguntó Lucy sorprendida.

—Anna y Yezca ya me dijeron que no puedo embarazarme—dije yo satisfecha con mi respuesta.

—¡Anna, Yezca! ¡¿Por qué le dicen?!—preguntó Lucy haciendo un puchero.

—Moríamos por ver su expresión—dijeron los dos al mismo tiempo.

—¡No es justo yo quería divertirme más con eso!—dijo Lucy molesta.

—Pero no le hemos dicho porqué así que disfruta haciéndolo—dijo Yezca mientras seguía dándole besos a Anna. Sé que en algún momento voy a vomitar.

—Pero no es lo mismo…—dijo Lucy triste.

—¿Nos dirías por favor?—preguntó Doménico sonriéndole.

—Simplemente los ángeles no se pueden embarazar, eso es ridículo el solo pensarlo porque el cielo estaría llenísimo de personas—dijo Lucy riendo.

—¿Y tu papá como tuvo tantos hijos?—pregunté curiosa.

—Déjame explicarte—dijo Lucius viéndome.

Me puse roja ya que era el papá de Lucy.

—Fue durante una noche de pasión, mi esposa y yo…—iba a continuar él pero Lucy lo interrumpió apresuradamente.

—Papá se refiere a cómo es posible que tú tengas hijos y los ángeles no—dijo Lucy apenada por primera vez desde que llegué aquí.

La verdad hasta una pervertida como ella no quiere saber esas cosas acerca de sus padres, simplemente suena traumático.

Cae Nieve en el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora