Todavía estaba perpleja con lo que había dicho Anna, sonaba imposible porque ella nunca pareció congeniar conmigo y ahora estaba dispuesta a ayudarme con algo. Obviamente era de sospecharse.
—¿Q…qué?—pregunté balbuceando un poco.
—Como oíste Charlotte, yo te ayudaré a que hagas una buena acción—dijo Anna con una sonrisa.
—¿Por qué?—pregunté arqueando una ceja.
—Para molestar a Lucy y a Yezca—dijo ella con una enorme sonrisa.
—Pero Lucy es tu mejor amiga—dije yo desconfiando.
—Mira si ella pudo planear que tú y Yezca estuvieran juntos, yo puedo hacer lo que me venga en gana—dijo ella mientras se levantaba del suelo.
—Y…¿cómo planeas hacerlo?—pregunté nerviosa buscando cualquier trampa que pudiera hacer.
—Simplemente soltaré a Bianca de su celda y tú la llevaras a ver a su hija—dijo ella ofreciéndome su mano para ayudarme a levantarme.
—No creo que sea tan fácil—dije yo rechazando la mano y levantándome del suelo por mi misma.
—No te preocupes solo tendrás que hacerla pasar por donde sea que hayas llegado aquí al infierno—dijo ella muy despreocupada.
—¿Y qué hay de Lucy? Ella sabrá que falta Bianca en cuanto vaya a castigarla—dije yo todavía cuestionando el tonto plan.
—No te preocupes ella tiene una reunión con su papá así que estará distraída todo el día—dijo ella mientras me veía.
—¿Segura que funcionará?—pregunté algo miedosa.
—¿Qué es esto? ¿Un interrogatorio? ¡Obvio que funcionará!—dijo ella riendo un poco con una alegría que normalmente asociaría con Lucy.
—¿Y cuándo pasará?—pregunté nerviosa.
—Hoy a las nueve de la noche nos veremos en el comedor para afinar detalles—dijo ella para luego levantar el dedo índice para indicar que iba a decir algo más—Ah y cuida que tu angelito esté dormido, no creo que quieras que arruine todo.
Con eso ambas dejamos el cuarto, sé que debería preguntar un poco más acerca de eso pero estoy tan desesperada por sentir que hago algo bueno aquí que no dudaré de las intenciones de Anna.
De todos modos está resentida, es obvio que quiere vengarse de Yezca y Lucy porque ambos jugaron con sus sentimientos.
Ya después de recorrer muchos pasillos pudimos encontrarnos con Lucy y Doménico que se notaba que estaban discutiendo. Puedo imaginarme porqué.
En cuanto Doménico me vio abrió mucho los ojos y fue hasta donde yo estaba. Pensé que me regañaría pero en vez de eso me abrazó muy fuerte.
—¿Te hicieron algo? ¿Te duele algo? ¿Te perdiste? ¿Estás bien?—preguntó algo exaltado.
—¿Cuál de todas las preguntas debo responder primero?—pregunté sonriendo un poco por su actitud algo paranoica.
—¿Estás bien?—preguntó de nuevo recuperando un poco la compostura.
—Si—dije yo mientras trataba de salir del abrazo.
—¿Dónde estabas?—preguntó él algo angustiado.
—Estaba hablando con Bianca—dije yo seria.
—¿Y porqué no me avisaste? ¿Tienes idea de cuánto me preocupé?—preguntó él ahora molesto.
—Es que sabía que si te decía no me dejarías ir—dije yo sin comentarle que fue idea de Lucy.
Entonces él se volteó en dirección a Lucy.
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Cae Nieve en el Infierno
Fantasy(La historia está siendo editada actualmente) Charlotte Lowell es una chica toda su vida había querido ser una psicóloga forense. Pero el cruel destino hace que muera cuando está en camino a su primer clase. Ella va al cielo pero no es feliz porque...