Capítulo 24: ¡Sorpresa!

2.3K 106 15
                                    

A la mañana siguiente desperté confundida tratando de asimilar todo lo que había pasado anoche, primero Yezca me había amenazado con hacerme daño, luego baile con Doménico, conocí a las odiosas hermanas de Lucy, Doménico le dio un beso a Lucy, Lucy anunció que hoy iba a conocer a otra persona que podré analizar, me tomé una bebida y luego de bailar con Doménico lo besé, por último me acosté con él.

Doménico todavía estaba a mi lado durmiendo bajo las sabanas, vi el reloj y decía que eran las cuatro de la mañana. Traté de dormir otro rato pero todo lo que estaba en mi cabeza no me dejaba, así que fui a la ducha y me di un largo y relajante baño con agua caliente.

Cuando salí me puse una bata y caminé por los alrededores de la casa de Lucy, veía cuadros y adornos con curiosidad y en veces los tocaba para poder ver de qué material estaban hechos. Pasaba por los cuartos pero no me atrevía a abrir las puertas por temor a ver algo que no debía, porque como habían dicho las hermanas de Lucy “Acaba hasta que todos vayan con alguien a la cama” y como yo todavía temía que alguien estuviera muy metido en su asunto decidí no ser tan curiosa.

Estuve un largo rato paseando hasta que me topé con Lucy tomando algo de beber en el comedor, traté de irme disimuladamente pero ella me vio.

—Buenos días angelito—dijo ella con una gran sonrisa.

—Buenos días… ¿gatita?—dije buscando algún termino que me permitiera estar a su nivel.

—Miau—dijo ella y luego comenzó a ronronear.

—¿Qué haces levantada tan temprano?—pregunté sentada en la mesa.

—Los ronquidos del sujeto que está en mi cama en este momento—dijo ella entre un bostezo.

—¿Quién es?—pregunté por mera curiosidad.

—El chico que me “robó” un baile—dijo ella con una sonrisa.

—Era lindo—dije yo siguiendo la conversación.

—Si muy lindo—dijo ella con una sonrisa avergonzada.

—¿Y cómo se te hizo el baile?—preguntó ella mientras daba otro sorbo a su tasa.

—Estuvo muy lindo y entretenido—dije yo normal.

—Me alegro que lo disfrutaras, ¿cómo te fue con mis hermanas?—preguntó ella viéndome directamente a los ojos.

—Nada en especial—dije yo tratando de acabar con el tema.

—Ya veo—dijo ella como si sospechara algo.

—Creo que iré a prepararme—dije yo levantándome de la mesa.

—No olvides desayunar—dijo ella mientras yo me alejaba.

Fui al cuarto busque la ropa en el armario y me vestí. Iba a ir a desayunar cuando vi que Doménico seguía dormido. En estos momentos no quería hablar con él porque estaba realmente apenada por lo que había pasado la noche anterior, temía un regaño de él por lo que hice pero el recuerdo de la sorpresa de Lucy me hizo salir de mis pensamientos y decidí despertarlo.

—Doménico despierta—dije moviéndolo un poquito.

—¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?—fue lo que salió de su boca después de despertar repentinamente.

—¿A cuál pregunta quieres que responda primero?—pregunté con una sonrisa para romper el hielo entre los dos.

—A eres tú—dijo él mientras se levantaba.

—Sí, ahora ve a alistarte que no quiero llegar tarde—dije con una sonrisa.

—¡Si señora!—dijo él a modo militar.

—Muy simpático—dije yo con una sonrisa porque seguía siendo el mismo Doménico.

—Como siempre—dijo él guiñándome un ojo.

Salí de la habitación y fui al comedor, para mi sorpresa Lucy se había ido pero supuse que fue a alistarse. Delante de mí había huevo con tocino y un vaso con jugo de naranja que no dudé en comer porque moría de hambre, en todo el día anterior sólo había comido la fruta de la fiesta.

Cuando menos me di cuenta Doménico ya estaba en frente mío desayunando, sólo le sonreí y cuando terminé esperé a que Lucy llegara.

Estuve unos diez minutos esperando hasta que vi que la puerta se abría. Pero en la puerta no estaba Lucy si no su hermano Deth que entró confiadamente.

—Mi hermana me dijo que les hiciera saber que ella los esperará en La caja de juguetes—dijo él sin más y se retiró.

Doménico hicimos una cara de extrañados pero fuimos inmediatamente a la caja de juguetes, en el camino por alguna razón el infierno estaba más frio que otros días, eso no me dio una buena señal sobre qué pasaría este día.

Cuando entramos noté que la puerta de mí oficina estaba cerrada, así que Doménico y yo entramos a la sala donde él y Lucy normalmente ven como entrevisto a los otros. Extrañamente la pantalla donde ven todo estaba totalmente negra.

Estuvimos serios hasta que la pantalla se encendió repentinamente. Luego salió una imagen que decía lo siguiente: “¡Sorpresa!”

Me quedé unos minutos viendo esa imagen hasta que repentinamente salió una chica con cabello morado oscuro.

—Bianca—dijo Doménico espantado.

Cae Nieve en el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora