Cap 9

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-Creo que esa pregunta está fuera de lugar—Intervino Poché

-Calle que te guste una chica puede perjudicar la publicidad del salón—Respondió Kika ignorando lo que dijo Poché.

-Mira—Hice una pausa, estaba muy molesta ¿Quién se creía?—Aún no entiendo que a estas alturas existan personas de mente tan cerrada como tú, ¿Tan difícil es que me divierta con una chica? Estás loca. Te recuerdo que soy tu jefa y puede que seas muy buena, pero también eres reemplazable—Mi voz fue firme en todo momento, ya me tenia cansada, siempre se metía en lo que no debía—Y si a mí me gusta una chica, un perro o lo que sea, nadie tiene porque meterse, ¿entendiste?

-Sí, entendí—Dijo sin más.

-Poché, ya vámonos—Saqué las llaves del auto de mi bolso y m dirigí hacia la puerta, Poché se subió al asiento del copiloto y antes de montarme miré a Matu y a Kika las cuales seguían paradas viéndonos

-Ya váyanse, nos vemos mañana—Les dije montándome en el auto. Introduje las llaves para encender el auto, prendí las luces y emprendí en camino hacia el apartamento de Poché, está seguía sin decir nada, estaba en silencio.

La mire de reojo y tenía la mirada hacia la ventana, sabrá Dios que estaba pensando. Estúpida Kika, arruino el momento con su comentario, no entendía su problema ¿Qué tan malo podría ser que me gustara una chica? Eso estuvo fuera de lugar, no creo que las personas dejaran de ir a mi salón por eso, es una estupidez. No podía creer que Kika fuera de mente tan cerrada, todos somos diferente, la diversidad estaba bien, ¿Porque aún habían personas que lo entendían? ¿Por qué Poché se quedo tan callada de repente?

-Disculpa por eso—Dije tratando de llamar su atención, manteniendo la vista en la calle—Kika siempre mal interpreta las cosas

-Tranquila, no hay problema—La miré de reojo y aún mantenía la vista en la ventana. Parecía molesta, Kika me las va a pagar—Lo que me molesto fue lo homofobica que se veía, por el cómo me ignoro y luego lo que dijo que perderían publicidad—Tomo una pausa y soltó un pequeño suspiro—No puedo creer que aún a las personas les cueste entender que el amor es amor sin importar qué.

-Lo mismo estaba pensando, o sea ¿Qué de malo hay en que dos personas del mismo sexo se gusten?

-Nada de malo, no hay nada de malo—Parecía muy afectada por lo que había dicho Kika

-No le prestes atención—Vi como me miraba y no pude evitar ponerme nerviosa

-¿A ti no te molesta, verdad?—Su pregunta era algo estúpida, claro que no me molestaba, ¿Cómo me iba a molestar? Si me gustaba ella, una chica.

-No boba, me parece algo normal, todos deberían aceptarlo ya.

-Qué bueno que pienses así—Su mirada no se apartaba de mí—Yo opino igual

-Ya olvida a Kika, ¿Si? Es una ignorante

-Me cae mal—Dijo con una risita un poco malvada

-Créeme, tampoco me cae bien, pero por desgracia es muy buena en lo que hace... Ya dejemos de hablar de ella

-Ok, ¿Pongo música?

-Sí, claro

En lo que restaba del camino, solo cantamos como locas a todo pulmón, por suerte todas las canciones que ponían nos la sabíamos.

Luego de 30 minutos ya estábamos al frente del edificio donde vivía Poché, me estacione no muy lejos de la entrada, por suerte había puestos vacíos

-Poché, que pena conocer a tú hermana así—Dije mientras apagaba el motor del auto y sacaba las llaves

-Ya, te dije que estás hermosa—Su voz era dulce, me dedico una sonrisa, pero yo aún dudaba en subir

-No sé Poché, ¿Y si no le caigo bien?—Baje la mirada, me daba un poquito de miedo caerle mal a su hermana, esa niña era todo para ella

-A ver, Vale es la niña más tierna que conozco, le caerás bien, te lo aseguro—Yo seguía con la mirada baja. Tomó mi mejilla con suavidad haciendo que la viera—Hey, vamos solo es Vale, ni que fuera el Presidente.

Reí a lo que dijo y decidí dejar el miedito e ir con ella, nos bajamos del auto y salimos en dirección a su departamento subimos en al ascensor, ella presionó el número 6, ese era el piso donde estaba su departamento, casi de inmediato comenzamos a ascender. Estaba nerviosa aún, no sé porque solo era una niña, salimos del ascensor y caminamos unos cuantos metros

-Aquí es—Dijo la peli azulada sacando sus llaves del bolso que traía, abrió la puerta—Ven, pasa—Entré. El lugar no era tan grande, pero si lo suficiente como para dos personas, estaba la sala con un televisor, muebles y un pufs rojo, luego con facilidad a la izquierda podías ver la cocina, no era tan grande, tenía lo usual, refrigerador, cajones y un mesón donde suponía comían las dos, más adelante estaba un pasillo, en el cual se encontraba un baño seguido de las dos habitaciones—Te puedes sentar si quieres—Volvió a decir Poché, señalando los muebles— ¿Quieres tomar algo?—Pregunto y asentí— ¿Agua o jugo?

-Agua, por favor—Respondí con dificultad

-Ok—Me dijo para luego dirigirse a la cocina—Vale ven a acá—Grito desde allí

Pude escuchar cómo abrían una puerta, seguido de unos pasos, venía mirando su celular ni se dio cuenta de mi presencia, solo camino hasta donde estaba Poché sin despegar su mirada de él

-Al fin llegas—Escuché decirle a Poché—Me estaba preocupando, luego recordé que me mandaste un mensaje y se me paso—Aún no quitaba su mirada del celular

-Vale, deja el vicio—Le respondió Poché mientras le quitaba el teléfono

-Poché, dame mi celular por favor—Estas dos sí que eran parecidas, me daba tanta ternura verlas. Literal era muy igual a Poché, solo que un poco más baja y con el cabello castaño

-Vale, ella es Calle—Dijo señalándome, Vale volteo y se quedo mirándome sin decir nada

-Perdón, no te vi—Dijo caminando hacia mi—Valentina, mucho gusto—Me extendió la mano para saludarme

-Daniela Calle—Respondí, estrechándole la mano.

-Ah, ¿tú eres la chica del museo, la que tumbó a Poché ayer?—Pregunto, me sentí apenada al recordar cómo había conocido a Poché

-Sí, es ella—Intervino la peli azulada—Mira que se le está haciendo costumbre, hoy me empujo de nuevo mientras llovía

-Con razón están tan sucias—Vale comenzó a reír

-Sí, fue mi culpa—Dije apenada, podía sentir como me ponía roja como un tomate

-Tranquila castaña—Respondió Poché dándome el vaso de agua y sentándose a mi lado

-¿Se divirtieron mucho, no?—Pregunto Vale sentándose al frente de nosotras

-La verdad si—Dije mientras tomaba un sorbo de agua—Tú hermana es todo un caso

-Oyee, lo dice la persona que se escondió detrás de un árbol—Las tres reímos por él como lo había expresado Poché

-Lo sé Daniela, mi hermana es todo un caso—Dijo Vale aún riendo

-¿Ahora tú te vas pones en mi contra? Me siento indignada—Respondió Poché llevándose la mano al pecho

Pasamos un rato hablando y riendo, Vale era muy tierna, Poché tenía razón, no sé porque estaba tan nervioso... Luego de una hora de hablar, Poché se excuso para ir a bañarse, ya era tarde y tenía que esperar a que me diera su ropa para lavarla.

Me quede hablando sola con Vale...

-Tú hermana es increíble—Dije mientras agarraba mi celular para revisarlo, no lo había visto en todo el día

-Lo sé, es la mejor. No sé qué haría sin ella—En serio se querían, y como no, prácticamente creció solo con ella—Aunque a veces tiene comportamientos extraños, y no extraños de hacer chistes y todo eso, eso ya es normal—Quite la vista de mi celular, poniendo atención a lo que decía, aquello me resultaba raro—Es que a veces se olvida de las cosas que hace o dice, es como si nunca las fuera hecho, pero yo se que sí.

-¿A qué te refieres? Dame un ejemplo—Pregunté interesada por saber, necesitaba saber un poco más de eso, quizás no se trataba de algo bueno...

˙

¿Te quedarías a mi lado? {Caché}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora