¿Te quedarías a mi lado? {Caché}

Cap 7

-He, he—Me trabé un poco, la mirada de las dos chicas me ponía nerviosa—Quiero lo mismo que ella, por favor—Logre decir a los 2 minutos

-Ok bonita, ya lo traigo—Expreso con una sonrisa, se alejo con el papel. 

Tendríamos que esperar un rato a que trajera la orden... No voy a mentir la chica era muy bonita, un poco más alta que yo también, llevaba su uniforme y el cabello atado en una coleta era color castaño, sus ojos color miel eran un poco grandes, pestañas largas, cejas perfiladas, podía atrapar a cualquiera con su mirada. Era bonita sí, pero yo solo tenía ojos para la morena que estaba sentada justo al frente de mí.

-Es bastante obvio que le gustaste a esa chica—Dijo mirándome como si tratara de descubrir algo, quizás era buen momento para decirle mi orientación sexual—Por la forma en la que te miro y todo eso, a mi me trato mal mientras que a ti te dijo "Bonita"

-He, no sé porque me dijo así, no creo que le guste—Dije bajando la mirada, esto estaba siendo muy incomodo, no quería decirle mi orientación, aún no— ¿Cómo está ramón?—Quería salirme del tema, no quería contarle aún

-Bien, ayer estaba muy feliz al verme, es mi hijo perruno lo tengo desde que era un pequeño ramón—Lo feliz que se puso al hablar del perro fue hermoso, que suerte tenía ese pug

-Qué bueno que te tenga—Mi plan de cambiar el tema había funcionado

-La suertuda soy yo de tenerlo—Su carita de felicidad era totalmente hermosa— ¿ Y Vale, cómo está?

-Bien, cuando desperté ya se había ido al colegio, mi pequeña está creciendo, me siento muy feliz y triste a la vez no quisiera que creciera pero, al menos así tengo más tiempo para mí

-No debió haber sido fácil para ti, cuidar a una niña desde los 14 con la escasa ayuda de tu padre, luego trabajar a los 16 y mudarte sola con ella a los 18—Escuchandolo de ella, no sonaba fácil, era increíble por todo lo que había pasado, gracias a Vale no todo se nos había hecho tan difícil desde que mostro mis cuadros

-No, no fue nada fácil, tenía que ser fuerte por ella no podía simplemente dejarla a su suerte, pero gracias a ella, en parte, no nos ha ido tan mal, desde que mostró mis cuadros y he sido llamada para participar en galerías y todo eso, también en la compra de mis cuadros todo se ha hecho más fácil

-Que suerte tiene al tenerte, quiero conocerla—Esa era muy buena idea.

-Sí, sí—Dije de inmediato—Le encantará conocerte, es una cosa hermosa

Lo chica llego con lo que ordenamos

-Aquí está—Dijo poniendo todo en la mesa—Disfrútalo, bonita— Me dijo con un sonrisa, Calle volvió a poner los ojos en blanco, no pude evitar sonrojarme, la chica se fue y yo seguía roja como un tomate

-Que roja estás—Dijo Calle mientras introducía el pitillo en el vaso del refresco

-¿Qué le pasa a esa chica, por qué me dice así?—Dije repitiendo lo que hacía ella

-Porque eres bonita, dah—Tomó un sorbo del refresco—Le gustas, uuuuy.

-Qué raro—Trate de disimular, aún no quería confesarle mi orientación, pero por lo visto era una persona de mente abierta, al menos eso me tranquilizaba. Saque mi hamburguesa y le di un mordisco, no quería continuar con el tema

-Si muy raro—Fue lo único que dijo y se dispuso a comer

Duramos alrededor de media hora comiendo, al terminar de comer me paré a botar los desperdicios en la basura, Calle se quedo en la mesa revisando su celular.

Cuando llegue hasta el bote de basura se me acercó la chica de la orden.

-Hola bonita, al fin puedo hablarte—Dijo mirándome de pies a cabeza, me sentía desnuda—¿Cómo te llamas?

-Uhm, María—Conteste dudosa, no sabía si continuar con aquella conversación

-Qué bonito nombre—Trato de acercase más, pero yo di dos pasos hacia atrás, no la quería tener tan cerca—El mío es Laura

-Bien.

-¿Ella es tu novia?—Dijo refiriéndose a Calle, ¿cómo podría saber que me gustan las chicas?

-No, no lo es.

-Que bueno—Sonrió— ¿Me das tú número de teléfono?

-No es bueno darle el número a extrañas, ¿Qué tal si eres una asesina en serie?—Mi comentario la hizo reír, pero mi intención no era que riera, ya quería acabar con esta conversación, miré hacia atrás y Calle me estaba mirando—Mira es mejor que me vaya, me están esperando—Tomo mi antebrazo con suavidad

-No te vayas sin darme tú número, bonita—Hizo un puchero, era muy linda, era inevitable no pensarlo, aparte de que se veía muy tierna... No sé en qué momento Calle se paró de su asiento, pero cuando voltee a verla ya estaba junto a mí.

-Suéltala—Dijo con voz firme—No quiere darte su número, ¿Qué no entiendes?—Se veía enojada, me paralice ante la situación, no sabía qué hacer

-¿Quién te llamo a ti?—Dijo soltándome—Es una conversación de dos.

-Por lo que vi ella ya no quiere hablar contigo—Calle se veía ¿Celosa? Quizá, no sé, pero ya tenía que sacarla de ahí.

-Calle, ya vámonos—Dije tomándola del brazo para salir de aquel lugar. Me siguió sin decir más

-No es la última vez que me verán, te encontraré bonita—Escuché decir a Laura. Perfecto, atraje a una loca.

Salimos del lugar, caminamos un rato y nos sentamos en un banco de la plaza

-Esa chica estaba loca—Calle rompió el silencio

-Sí, lo sé—Miré el cielo y seguía nublado, como se me fueran leído la mente comenzó a llover.

-Genial—Expreso Calle, molesta por la lluvia—Vamos Poché, hay que cubrirnos de la lluvia.

-Calle, ¿Te gusta la lluvia?—Pregunté mirándola, a mi no me importaba mojarme, me encantaba sentir las gotas de la lluvia.

-Sí, ¿Por qué?

-Entonces, ¿Por qué te quieres cubrir de ella?—Me levante del banco y le extendí la mano—Ven, disfrutemos de los pequeños placeres de la vida, ¿Quieres ser más loca o menos cuerda conmigo? Necesito a alguien—Hice un puchero, ella dudó en tomar mi mano, pero al final lo hizo. Cuando se levantó solté su mano—Ahora alcánzame—Dije sacandole la legua en forma de burla y comencé a correr por la plaza...