[Calle]
-Ahora alcánzame—Escuché decirme y vi como comenzaba a correr, está chica estaba loca, muy loca. Me encantaba, a cualquiera le podía encantar, en el McDonald's entendí la actitud de aquella chica, es que alguien como Poché es difícil no acercársele y decirle bonita, en verdad lo era... En el momento que las vi conversando sentí que la sangre me hervía, era increíble lo celosa que era. Traté de sacarle información, quería saber si le gustaba o le han gustado las chicas, pero fue en vano.
Siguiéndole el juego a la peli azulada infantil corrí tras de ella, su oferta fue que fuéramos más locas juntas, y si parecíamos locas
-Te atrapé—Por fin la había alcanzado, la abrace por la espalda para que no pudiera salir corriendo, ella volteo quedando muy cerca de mí. Sus ojos chocaron con los míos y vi como luego bajaba su mirada hacia mis labios y los volvía a subir, quería besarla pero tenía mucho miedo de hacerla, apenas la conocí ayer—Ahora alcánzame tú boba—Dije para salir de ese momento, corrí lo más rápido que pude y me escondí detrás de un árbol.
-¿Ahora jugamos a las escondidas?—No lograba verme, moría de risa a verla buscándome desesperada—No es justo Calle, no me dijiste que podíamos escondernos—Dijo con una voz infantil y haciendo un puchero, que hermosa era
-Aquí estoy boba, alcánzame—Salí de mi escondite para luego correr, ya estaba cansada y me detuve, ya no podía más.
-Te cansaste he—Escuché llegar a Poché, se paró a mi lado, yo aún recuperaba el aliento—No eres muy atlética que digamos—Dijo riendo al verme, la verdad es que no— ¿Estás bien?—Pregunto al ver que no le respondía nada
-Necesito sentarme—Respondí y caminé en dirección a un banco que estaba cerca de ahí, Poché me siguió y se sentó a mi lado, aún llovía. La miré y se notaba que estaba disfrutando de la lluvia, tenía los ojos cerrados transmitía tanta paz, me encantaba estar con ella, me sentía libre, sin preocupaciones—Oye peli azulada—Traté de llamar su atención, pero no me hizo caso—POCHÉ—Dije casi gritando, nada.
Decidí tocarle el hombro, pero use mucha fuerza y debido a que el banco estaba mojado la peli azulada resbaló y cayó, justo atrás de ella había barro—Genial, que estúpida Daniela, otra vez la tumbaste, la vas a venir matando, seguro se molestó—Pensé, la miré y aún seguía en el charco, mi cara de preocupación era evidente
-Poché, ¿Estás bien? Que estúpida soy, discúlpame—No respondió nada, pude ver que se había ensuciado, por Dios Daniela que torpe, torpe eres
-Ayúdame, ¿No?—Por fin respondió, me extendió la mano y de inmediato la tomé, lo que no me esperaba era que aquella peli azulada me jalara hacia ella haciéndome caer a su lado—¿Creías que te salvarías de está?—Dijo riendo, también reí, no creía que me fuera hacer eso, pero no me había molestado
-Eres una tonta Poché, ahora estoy toda sucia—Hice un puchero viendo que tenía el pantalón y parte de la camisa llena de barro
-Uy si, a de ser que yo estoy muy limpia—Dijo sarcásticamente—Además es tu culpa yo no pedí que me empujaras, tú y tu costumbre de hacerme caer—Río, no se había enojado, menos mal, comencé a reír con ella, trate de levantarme pero me lo impidió— ¿Por qué te levantas? Está cómodo aquí
-Sí, muy cómodo, pero me voy a ensuciar más—Hice otro intento para levantarme, pero no me dejo
-Existen las lavadoras
-Pues si tú me lavas la ropa, me quedo
-No se vale, tú fuiste la que me empujo—Dijo cruzando sus brazos y frunciendo el ceño, era tan tierna incluso así
-¿Quieres que te lave tú ropa entonces?
-Eso sería lo justo señorita
-Pues—Hice una pausa—Déjame levantarme y más tarde te llevo a tú casa, espero, me das la ropa y te la lavo, ¿Va?—Traté de llegar un acuerdo, era la menos que podía hacer, la pobre estaba más sucia que yo debido a que cayó de espaldas, yo caí sentada.
-Va, levántate-Dijo soltándome
-Ushhh, que tramposa
-Lo dice la señorita que se escondió de mí sin ser esas las reglas del juego. Ayúdame a levantarme Dani—Me gustaba que me dijera así, siempre me llamaban Calle, pero que ella a veces me dijera Dani me gustaba tanto. La ayudé, la lluvia ya estaba pasando, nos volvimos a sentar en el banco, estaba toda sucia y llena de barro, pero no tanto como ella, la miraba y me daban ganas de reír, era un pequeño minion lleno de barro.
Ya la lluvia estaba parando, quería irme ya
-Poché, deberíamos irnos, ya esta parando de llover, estoy sucia y me quiero cambiar, también tengo que llevarte a tu casa
-Cierto, conocerás a Vale
-No, no, no puedo conocerla en estas fachas—Me señale a mi misma refiriéndome a lo sucia que estaba—Estas loca, me rehúso.
-Ay tan exagerada, si estas bella—Me sonrojé un poco al escucharla decirme eso—Vas a conocerla, no se discute más, a ella no le va a importar el cómo estés tranquila, además tienes que esperar a que me bañe y cambié para que te lleves mi ropa, no se me olvida, eh.
-Bueno, está bien, pero ya vámonos.
Comenzamos a caminar, a los minutos paró de llover, no estábamos tan lejos de mi carro, nos tomaría unos 10 minutos llegar, hablamos tonterías y reíamos de cómo nos miraban las personas, como si fuéramos extraterrestres ¿Tan raro era ver a dos chicas llenas de barro?
Luego de los 10 minutos llegamos hasta mi carro, gracias a Dios el barro se había secado un poco, Poché y yo tratamos de quitarnos un poco el barro con ayuda de nuestras manos para así no ensuciar tanto los asientos.
Me di cuenta que aún no habían cerrado el salón; basto pensar eso para que por la puerta salieran Matu y Kika, me miraron a mí y a Poché y enseguida se acercaron.
-¿Qué les paso?—Pregunto Matu un poco preocupada
-¿Les hicieron algo?—Continuo Kika
-Nadie nos hizo nada—Respondí, mirando a Poché que se encontraba con la mirada baja aún tratando de limpiarse—Llovió, es todo
-¿Se mojaron en la lluvia?—Pregunto Matu que observaba a Poché detenidamente. Genial, capaz también le gustaba. Kika me miraba a mí, su mirada era rara, de esas que sientes que te están hablando mal de ti o te están juzgando
-Sí, bueno Poché quiso hacerlo y no me pareció mala idea—Respondí viéndola a ambas
-¿Tanto te gusta?—Pregunto Kika, aquello hizo que Poché la mirara y luego me mirara a mí, esa pregunta me había dejado en shock, ¿Qué carajos? Tanto se notaba, aquel momento se había vuelto incomodo, Matu también miró a Kika sin poder creer lo que había preguntado, estúpida Kika, me las va a pagar, parece que se le olvida que soy su jefa...
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¿Te quedarías a mi lado? {Caché}
FanfictionMaría José Garzón, mejor conocida como Poché, una chica de 22 años, pintora; artista en ascenso, vive con su hermana Valentina desde sus 18 años, su padre Juan Carlos no fue muy bueno con ella luego de la muerte de su esposa, la madre de Poché, por...